Capítulo 28

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Lo que había pasado en San Valentín estuvo en boca de todos por los siguientes días. Lena había pasado de ser invisible a prácticamente acosada por todos lo estudiantes que se burlaban de ella y de lo que había hecho.

El profesor Slughorn había denunciado que tres botellas de amortentia habían desaparecido de su despacho, y aunque todavía investiganban quiénes eran los culpables nadie podía apuntar un dedo a los merodeadores.

Entre tanto, el grupo de amigos se desmoronaba. James y Sirius no se dirigían ni una mirada, ya no se escuchaban las risas de los dos por los corredores, comían separados en el gran comedor y no habían hecho ni una sola broma. Remus no podía aguantarlos así, los preferia haciendole la vida imposible juntos.

-¡Vamos, James! Estamos hablando de Sirius, jamás te va a decir algo al menos que tu tomes el primer paso.

-¡Ya lo intente! ¡Me mandó a la enfermería con el moco murciélago que me mandó! El muy traidor no me dice que es lo que le pasa y ya estoy harto de siempre intentar adivinar o rogar que me diga las cosas. si hubiera sido sincero conmigo y me hubiera dicho que le gustaba Mason, nada de esto hubiera pasado.

-Ya lo conoces, apuesto que no lo sabe ni el mismo.

Pero James estaba inflexible y con Sirius era aún peor.

-¡Vamos, Sirius! James es tu mejor amigo; Estoy seguro que no lo hizo a propósito ¿Cómo iba a saber lo que sentías por Lena?

-¡Eso no es lo que me molesta!. - Exclamó el ojigris, apretando los dientes. - Lo que me molesta es que me haya mentido diciendome que Lena se iba a enamorar de mi ¡No fue sincero conmigo! ¡Y no siento nada por Mason!

Remus estaba harto de todo el asunto, así que en un último intento para lograr que se reconciliaran decidió acercarse a Lena durante la reunión del EAV.

-Hola Lena ¿Prácticamos juntos?

La chica asintió sonriente.

-¿Sabes si Sirius esta bien? Se ha pasado extraño desde lo que pasó en San Valentín. - Confesó la Hufflepuff, distraídamente girando su varita entre sus manos. - Me dijo que él mismo me enseñaría a defenderme, pero ahora ni me habla ¡No lo entiendo para nada!

-Ni tu, ni nadie. - La varita de la chica soltó un hechizo que terminó rompiendo una venta. - Sirius es muy malhumorado y le paso algo en San Valentín, algo que creo que ni él entiende. James y yo ya hemos intentado hablar con él pero no quiere decirnos que es lo que le pasa.

-¿Crees que debería intentarlo yo?

Remus se encogió de hombros.

-No te detendré si quieres intentarlo, pero no le preguntes directamente o no te lo dira, mejor--

-No te preocupes, conozco bien a Sirius... ya vere que hacer ¿Empezámos?

Lena había mejorado mucho en sus hechizos no verbales, pero todavía no era lo suficientemente rápida como para pelear contra alguien, y Remus ni siquiera podía imaginar qué tan rápido la eliminarían si estuvieran en el campo de batalla real.

-Lena, puedo escucharte murmurar lo hechizos. - Reclamó Remus, mitad molesto mitad divertido. 

-¡Lo siento!. - Rió Lena. - Va, va lo haré bien. 

Las prácticas no tardan en terminar y la chica espero que todos salieran para acercarse al ojigris, el cual estaba solo en una esquina de la sala mirando a James de reojo y agarrando su varita con fuerza.

-Sirius. -Lena sonrió. - ¿Qué te pasa?.

Sirius gruñó y puso los ojos en blanco.

-Vete, me apetece estar solo.

Losing control | MaraudersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora