Cap VI - Acerca Del Lugar

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—Estuve pensando en si debí hacer esto pero las instrucciones de mi madre fueron esas, "si llego a faltar". Aparte... Odio ese internado.

Después de que Juan terminara de contar su historia todos nos sentimos incómodos. Fue muy dramático lo que pasó con la doctora Phoebe y esas fueron mas causas por las cuales decidí seguir adelante con lo que me pidiera.

Por su parte, Mike estaba serio pero durante el tiempo que estuvimos ahí ya nunca mas dudó en ayudar a Juan. Muy independiente de ello, se que él admira a muchos intelectuales. El que supiera que una de sus más grandes figuras de inspiración y admiración terminó de tal manera lo enojaba, se veía en su mirada de odio hacia el suelo cuando Juan nos iba contando.

Del la nada y sin hacer ni un sólo ruido, Camila se acercó a Juan y lo abrazó, era lo que necesitaba definitivamente. Juan correspondió el abrazo y se secó el lagrimeo de los ojos. Meteora se recargó nuevamente en mi hombro y Érika tenía el maquillaje de los ojos algo corrido, supongo que igual lloró.

Tyler azotó una pared con su muñequera de acero espantándonos a todos—. Muy conmovedor pero no estamos aquí para llorar.

—No sea duro —reclamó Meteora.

—Duro será lo que haremos con esos remedos de utopistas corruptos. ¿O no, Juan?

—Si... Así es. Voy a liberar esa tecnología para cumplir el sueño de mis padres —respondió Juan dejándose poco a poco de Camila.

...

Seguimos caminando. Antes de llegar al lugar donde nos llevaba Juan tuvimos que atravesar por aún más corredores. Uno a la derecha, dos a la izquierda, tres a la derecha, unas escaleras de un minuto para descender y uno última a la izquierda con un ascensor para ir mas abajo. Y yo que pensé que el ascensor anterior era lo máximo de profundidad de ese lugar.

Tanto camino estaba justificado. La Under City data de antes de la primera guerra mundial, pero fue devastada en la cuarta. Sus ruinas ya eran muy conocidas en el mundo por la alta radiación que la rodea durante los días y por las noches.

Se siente bien estar en un lugar histórico.

En lo que alguna vez fue una capital hermosa y destacada, o eso cuentan los archivos de texto de historia, hoy es una atractiva trampa mortal para cualquier novato, arqueólogo, turista o aventurero experto despistado. En el día, el calor del desierto que la rodea es tan fuerte y concentrado que podría derretir una llanta de caucho. Si no es eso, la trinitita en la zona es tan abundante que podría dañar cualquier tipo de llanta por la forma en picos y baches que adoptó. Por las noches, a medida que baja el sol, la temperatura desciende muy repentinamente provocando un mini invierno nuclear en la ciudad y zonas aledañas. La radiación satura los instrumentos de medición que se porten encima, es lo que cuenta muchos arqueólogos que visitaron alguna vez estas ruinas. Es "seguro" internarse en la ciudad durante los atardeceres y amaneceres por un periodo de entrada y salida no mayor de sesenta minutos, esto antes de que los vientos del este arrastren la radiación hacia dentro de la zona.

También se estima que fueron mas de seis bombas termonucleares las que fueron detonadas para rodear la ciudad. Se dice que eran de plutonio, pero sobre todo de cobalto: Bombas apestosas, las más contaminantes... El plan no era acabar con la vida de civiles, por lo menos no al instante. El verdadero plan era dejar la ciudad incomunicada y que sus civiles parecieran poco a poco por la radiación. Todo un verdadero holocausto nuclear. No olvidemos los cuentos de terror de éste lugar. Se cuenta que la gente que quedó atrapada en la ciudad sufrió como el plan lo dictó. La lluvia que ayudaba al oasis a mantenerse se volvió ácida y se filtró por el suelo contaminado los depósitos subterráneos de agua, así ésta contaminada reinó poco a poco hasta terminar con los pocos y sufridos sobrevivientes en los bunkers que eran muy poco profundos para tal grado de radiación. ¿Qué decir de los que se quedaron en la superficie? Las corrientes de aire radioactivo no se hicieron esperar.

En particular, recuerdo una historia que me contó mi hermano para asustarme. Dijo que si alguna vez visitaba la Under City no entrara al gran búnker público, ya que al ser el único que pudo sostener la vida de las personas por un tiempo mas prolongado, al escasear las provisiones, la anarquía reinó hasta que... En fin. Otro capítulo de la historia con cosas muy turbias de la humanidad.

¿Estaremos dentro de ese lugar?

...

Todos los pasillos que atravesamos estaba deteriorados y casi con la misma descripción del lugar donde encontramos a Tyler y a las chicas. Nadie nos había dicho que todo estaba contaminado.

El resto del transcurso fue silencioso pero incómodo para mí. Meteora no se quiso separar de mi brazo, parecía una gola de mascar.

Cuando llegamos al último pasillo notamos una puerta metálica que contrastaba mucho del resto del lugar por su brillo y buen estado. ¿Cómo era posible?

La puerta se abrió al instante con la pura presencia de Juan en aquel lugar, así como la primera. Entramos y vimos un pequeño, cómodo, limpio, brilloso y muy bien equipado cuarto de sanitización.

—Extiendan sus brazos y piernas para la limpieza por favor —comentó Juan al hacer él mismo lo que mencionó. Unas paredes gruesas de metal comenzaron a salir del suelo y el techo de la pequeña sala encerrando a Juan. Después fue turno de Tyler, Érika, etc.

Cuando llegó mi turno un humo blanco salió de las esquinas, después un liquido azul que olía fuerte fue goteando por todas partes empapando toda mi ropa. Por último se activó una especie de bomba llevándose el líquido azul, humo restante y secando toda mi ropa por completo como si nada. Al bajar la pared de enfrente de mi, los demás ya estaban pasando por la otra puerta metálica al estilo de la anterior. Segundos después pasé por la puerta hacia la otra habitación.

De Entre Los Mythos: Lemental Balls [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora