X. Primera Misión

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Pasaron horas y horas hasta que finalmente el sol bajó del cielo y trajo el atardecer. No lo pude ver de manera directa pero la hora en los relojes lo decían.

Camila y Mike lograron reparar el panel de control y en esas pantallas viejas lograron proyectar distintas partes de la zona, no todas, pero era útil lo poco que se veía. En algunas pantallas había un rectángulo que decía "no enlazado". Eran de cámaras de seguridad, fue lo que intuía de manera acertada.

Debo decir que para ser una tecnología vieja tenían una resolución decente.

En una pantalla se veía el pasillo por donde entramos rumbo hacia el primer ascensor. En otras se veían partes que no logré ubicar, pero de bajo de estas había otras tres en las que no se veía nada porque funcionaban por detección de movimiento. Dos más las estaba ocupado Camila para ver los comandos que iba escribiendo. Por último había una que me llamó la atención. En esta se veía como la tenue luz de algunas lámpara entraba por un enorme, de verdad enorme hueco en el techo donde también se podían ver restos de tuberías y cables eléctricos, también había vidrios, tierra, metales y de más cosas que no eran identificables. El movimiento que mantenía está cámara activa era el de chispas saliendo del suelo que por cierto, estaba algo inundado.

Las cámaras restantes no servían para nada y la pantalla se quedaba con el rectángulo que mencioné.

—¿Cuanto llevan aquí? —pregunté.

—Lo suficiente para montar en la catedral las bobinas T . Ahora mismo estamos exactamente bajo ellas —respondió Juan.

—Eso explica la energía —dijo Mike.

—¿Qué es este foquito en la mesa de botones? —preguntó Juan.

Camila se levantó del asiento y revisó el panel de control. Escribió un comando en una de las pantallas y la recepción de sanitización se activó.

Cuando ya no se escuchó ruido la puerta fue abierta entrando Tyler y Erika junto con una hileras de cajas cada uno. Cada hilera tenía cuatro cajas medianas.

Todos ayudamos a empujarlas hacia dentro. Dicen que estaban pesadas pero yo apenas hice un esfuerzo mínimo cargando una hilera acomodándola en pila. Eran ocho cajas en total.

Tyler, muy apresurado, dejó sobre la mesa un gran maletín negro y lo abrió. Dentro había muchos pequeños tubos con dosis de líquidos azules, rojos, grises, verdes, transparentes, dos amarillo y dos verdes...

Preparó una dosis de liquido azul en un inyector que también sacó del maletín.

—Dame tu brazo —me dijo.

—Antes dígame qué es eso y veré si se lo doy o no —contesté. El se empezó a reír y volteó a verme.

—No te fías... Necesito gente como tú definitivamente. Ya dame tu brazo. Te aplicaré estas cosas. Son buenas pero no recuerdo para que era cada color. ¡Erika! ¡La lista! —dijo Tyler. Camila expresó risa inflando sus mejillas al escuchar la última frase que dijo Tyler gritando.

Erika levantó su brazo derecho revisando la pantalla táctil que tenía incorporada en su traje—. Azul: protección... Cromo... Cromoso... Cromos...soh... ¿Qué? —Erika no podía pronunciar bien la palabra. Le mostró su pantalla a Camila pero como ella no habla.

Mike se acercó y leyó por ella:

—Azul: Protección cromosomática: Protege a los cromosomas de las células.

Rojo: Estimulación celular: Promueve la mitosis de manera mas acelerada cuando se requiera.

Gris: Reparación de polimerasa: Forma de exonucleasa: Saca nucleótidos erróneos de manera mas precisa.

De Entre Los Mythos: Lemental Balls [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora