Esta herramienta, o al menos así la llamaba mi profesor Martín, es lo mejor que puedo tener entre mis pertenencias. El mismos profesor me la regaló y aún recuerdo lo que me dijo cuando me la dio.
...
Es una aparente espada cualquiera dependiendo la perspectiva, pero sólo puede ser desenvainada una vez que el mango halla recibido la suficiente energía eléctrica para poder calentarse. El mango puede absorber la energía del portador para catalizar esta dentro de la funda. También tiene una adaptación para una batería pero no la uso. La navaja es extremadamente delgada pero muy, muy densa. Creo que era de tungsteno, osmio, iridio, acero, titanio o cromo... Quizá todos estos, pero lo que la diferencia del resto, daba su poder, mortalidad y hasta alto valor monetario si se es que se estimaba, era la cubierta de ese material raro llamado starlite en la parte sin filo de la cuchilla.
Si cualquiera de los componentes clave eran dañados ya no habría forma de reparar, dejando así a esta herramienta inservible.
La funda tiene una aislación magnética y afuera una cubierta delgada del mismo starlite, por eso al tocarla por fuera no se sentía caliente. Un sistema tan complejo y pequeño que podía generar tanto calor y retenerlo era lo mas importante dentro del mago, o de la funda, o hasta en el interior de la fina navaja, nunca sabré lo que oculta esta "herramienta", al menos hasta que se rompa o algo parecido. Lo que es obvio si se, y es que desprende una luz roja, después una anaranjada pasando por el amarillo y finalmente queda entre este color y el blanco. Corta una gran gama de materiales con más facilidad que un lásery entre más energía más calor retiene y entre más calor retiene con más facilidad cortará.
La jiàn vajra... (o, martín como me gusta llamar a esta espada).
Quien fue el inventor era bueno en idiomas antiguos. En fin, esa es otra historia que me contó el profesor.
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Nada me duró el gusto. Los robots se habían desactivado.
—¡Listo, ya está! —decía Mike. Seguidamente se escuchó en toda la habitación como grandes pedazos de metal chocaban entre sí y levantaban polvo.
—A bueno... —esbocé volviendo a meter la navaja a la funda.
—Meteora. Ahora llévalo a la zona dos que ya sabes —dijo Mike por la radio —. Entendido —respondió respirando de a poco para calmarse del susto anterior.
...
Seguimos caminando de frente atravesando aquella sala teniendo cuidado con los escombros.
conforme íbamos avanzando por pasillos y corredores amplios la medición de radiación iba incrementando, al parecer nos acercábamos a una zona abierta. También noté que había más cámaras de seguridad cuya toma había visto en las pantallas que Camila estaba usando.
De vez en cuando se escuchaban sonidos macabros en las zonas mas obscuras. Por esto Meteora se arrimaba mucho mi—. ¿Escuchaste eso? Sonó como una campana a lo lejos —me decía ella. Y no eran solamente los sonidos de una campana, también se escuchaban pasos, vagones en movimiento, chirridos al estilo de un violín y hasta cadenas. Yo también escuchaba y aunque hubiera negado no escuchar nada, la interfaz del casco nos mostraba un registro de sonidos captados por el mismo a manera de subtítulos. Lástima que no tendríamos comunicación nuevamente hasta el siguiente punto.
Ya faltaba poco para llegar pero Meteora estaba perdiendo la calma. Por mi parte, no era como si tuviera miedo, más bien era inquietud por no saber lo que encontraríamos mas adelante. Sólo me quedaba tomarla de la mano con la otra estando encima de la empuñadura de mi arma.
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De Entre Los Mythos: Lemental Balls [En Corrección]
Science FictionMuchos científicos de diferentes partes del mundo han desaparecido. Se sospecha de manera muy conspiranóica que, en la mayoría de los casos, pudieron ser secuestrados por un grupo secreto del que se tienen pocas pistas. Estos científicos son de élit...