XVII. (Extra)

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»Que culpa tiene el destino. Un día va a retornar. Destino, el que nos ha tocado y separado.

No sufran si me voy de ustedes, no sufran sí no me ven con ustedes. Nuestro vínculo es para siempre y nunca será corrompido.

Por más que el cielo sea apuñalado con rayos yo los protegeré como una centella a su luz.

Acabaré con los malos y ya no habrá motivos para estar separados o escondidos bajo la capa de la tristeza e incertidumbre del, "qué pasará mañana".

Me dieron la razón para seguí, me dieron la luz que ahora porto con fuerza en mi alma y se refleja en mis ojos con un fulgor opaco de valentía.

Aprendan a vivir sin temblar de miedo y mucho menos de frío por mas que sientas que tu rutina te quiebra. La maldición de sal.

Me han dado la razón para pelear a ciegas en el abismo y por el simple echo de que lleven mi sangre, partiría la tierra, secaría océanos, dejaría al mundo sin aire y quemaría la impureza de la vida para evangelizarla en sus nombres

Rompería átomos y desafiaría a la existencia para conmemorar la memoria del futuro y asegurar la paz del pasado.«

—Comience a trabajar doctora. El funcionario ya está haciendo el suyo...

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De Entre Los Mythos: Lemental Balls [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora