De Entre Los Mythos: Lemental Balls [En Corrección]

Cap V - Dentro Del Recuerdo

[Meses después]

Juan y su hermanita Yeimy fueron llevados por su madre a un edificio muy elegante con cortinas negras, una que otra veladora y flores. Al bajar del vehículo y entrar a la edificación se dieron cuenta que no era un lugar cualquiera, sino, una funerria...

-¿Qué es aquí Juan? -preguntó Yeimy.

-Es... Donde la gente se reúne por algo feo -respondió Juan.

-¿Cómo una película de terror? -respondió Yeimy inocentemente.

-No me refiero a eso. Además estamos vestidos de negro. Estamos elegantes como para ver una simple película.

-Niños... No es tiempo para bromear...-suspiró la doctora Phoebe . Las lágrimas empezaron a encharcar sus mejillas y bajo sus lentes de sol sus ojos expresaba una tristeza profunda. No pudo contenerse más. Intentó hablar pero su voz se le cortó y finalmente empezó a llorar en frente de sus hijos.

-¿Qué tienes mami? -dijo Yeimy abrazando su pierna y poniéndose triste al ver lo mal que estaba su madre.

Juan empezó a respirar agitado mientras su madre se acercaba a su lado junto con Yeimy para sujetarlo de los hombros. A lo lejos estaba una entrada a un cuarto con luz tenue y más al fondo, dentro del cuarto, se podía ver un ataúd...

-Así que por eso papá nunca regresó a la casa... -Juan se volteó a abrazar a su madre y empezó a llorar junto con ella y Yeimy. ¿Cómo no lo pensó? O tal vez si lo pensó pero no quería aceptarlo: Su padre estaba muerto.

...

Nunca se acercaron al ataúd, era demasiado fuerte para los tres. En las noticias había uno que otro disturbio y protestas frente al palacio de gobernación de Génesis. La gente si que quería al señor Gabriel como próximo presidente. La élite daba comunicados hipócritas del fallecimiento y el gobierno se lavaba las manos con el discurso de los disidentes y terrorismo, lo que enojaba más a la doctora Phoebe, esta por fin había terminado su investigación, pero al no estar su esposo en el parlamento y con ningún otro apoyo político a su favor le negaron todo.

Fue despedida de la empresa de los laboratorios V.I.D. por influencias del gobierno. Las patentes que ya tenía se le fueron retiradas y prácticamente su carrera se vino abajo.

No le dolía nada de eso, lo que le dolía en su ser era que le arrebataron al amor de su vida. Tenía a sus hijos, Juan y Yeimy. Sólo por ellos seguía adelante y lo último que tenía de dinero lo invirtió para meterlos en un internado de lujo, donde asegurarían su educación y alimentación hasta que pudiera vencer a la señorita depresión o... Hasta que los pequeños se valgan por si mismos.

Cada fin de semana iba a visitarlos. Un día les entregó a cada uno una bufanda muy fina con cinco pompones blancos en cada terminación sumando diez y diez por bufanda. A Juan le tocó la de lana verde y a Yeimy la de lana celeste. También les entregó el cubo de memoria con múltiples archivos de trabajos anteriores.

En ese cubo había dos códigos lineas de comunicación directa que serviría para comunicarse entre ellos por mas lejos que estuvieran y que, en caso de que ella ya no estuviera, utilizaran el segundo código para pedir ayuda.

«Éstas bufandas los sacaran adelante, no sólo porque se las doy yo, sino porque en ellas está mi amor, trabajo y dedicación de toda mi vida a ustedes, mis niños. Ustedes son la causa más valiosa que tengo en los hombros y por la que vale la pena luchar. Yo les juro que traeré de vuelta la felicidad. No tengan miedo si un día ya no vengo a visitarlos, yo estaré dando todo por ustedes y estas bufandas son una prueba de que ya lo eh dado. Los amo hijos»

Esa vez la doctora Phoebe no dejó de llorar.

Días siguientes se podía ver en una que otra de las noticias de medios independientes la desaparición de la mente más hábil que la Utopía Génesis había dado al mundo, remarcando que ella, junto con el Dr. Antonio, el Dr. Nócio y muchos más ya eran parte de la lista de científicos desaparecidos.