Cap VII - Cartas Sobre La Mesa

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Meteora corrió apresurada hacia dentro de la habitación-. ¿Escucharon eso? -preguntó pero todos le miramos extrañados -. Les juro que escuché una voz espectral, como la de un fantasma. ¡Se los juro! -decía con un tono de preocupación.

-Esas cosas no existen. ¿Cómo crees? -respondió Juan.

-Oh, si que existen. Yo también lo escuché. Dijo que se asustó al verte -dijo Erika burlándose y queriendo espantarla y sí, lo logró. Meteora se puso en un estado de ansiedad moderada

Juan trató de hacerle sentir mejor pero ella no quería controlarse, al contrario, se puso algo histérica. Parecía una niña pequeña. Camila se acercó para abrazarla y calmarla, después de hacer esto volteó a ver enojada a Érika quien se estaba riendo, pero con la mirada de Camila, se quedó con el rostro inexpresivo de golpe. Si que era distinta por no decir rara.

-Este lugar si es extraño. ¿Quién no conoce al menos un cuento de terror de la Under City? Como sea. Comencemos -dijo todo esto Tyler mientras se sentaba en la mesa que estaba en el centro del cuarto.

Por cierto, la sala era blanca con uno que otro acabado metálico que se veía genial. Del lado derecho en las paredes había monitores de pantalla plana, ocho si recuerdo bien, la verdad, algo raro de ver. La mayoría de medios gráficos son proyecciones. ¿Qué esperaba? Al parecer esa tecnología ya casi antigua era funcional todavía, pero lo que si me pareció "raro" fue el echo de ver teclados físicos con cables, sólo los había visto para una mano con un joystick para el pulgar y sin cables. Estos eran alargados y con el famoso "ratón" que también tenían un cable. El escritorio y panel de control eran normales, creo, yo no se bien de paneles de control, eso se lo dejo a Mike.

También menciono que la sala era más grande que mediana. Era notorio porque cabíamos perfectamente los siete: Tyler, Camila, Érika, Meteora, Mike, Juan y yo.

A la mitad de la pared izquierda había otra puerta del mismo estilo que las otras. A los costados de esa puerta había unas pequeñas mesas de trabajo con piezas tecnológicas. De frente a la puerta por la que entramos había otra que llevaba a un pasillo obstruido hacia otras salas. Por último había una puerta en la esquina de la pared derecha que no había visto porque los monitores y el panel de control la cubrían. Esta puerta llevaba a otro cuarto donde había provisiones y sacos de dormir. Esto lo supe después.

Continuando con lo que decía... Las tres alumnas de Tyler se sentaron. Juan, Mike y yo nos sentamos del otro lado quedando de frente hacia Tyler y las chicas.

-Mi plan es muy fácil. Relativamente. Consiste en... -yo interrumpí a Tyler antes de que continuará hablando-. Espera espera espera. Yo y mi amigo aceptamos venir con Juan porque nos pidió ayuda, pero aún no nos ah dicho exactamente lo que haremos -dije.

-Pensé que ya sabían.

-Discúlpame, Antor. Con la historia que conté sólo di el contexto pero no el objetivo a detalle.

-Mira niño, creo que hablo por Antor y por mi. Si te ayudamos a ti y a este... Respetable señor mercenario. ¿Qué tendremos a cambio? Esta bien lo del honor y memoria de tu madre, no lo discuto y si fuera por mí, no te pediría nada a cambio pero cuál será nuestro estímulo -dijo Mike.

-Sabia que sería así... ¿Cuánto dinero quieren? Aún no lo tengo pero cuando lo tengamos -respondió Juan.

-No queremos dinero -Mike se recargó en la mesa-. Queremos lo que decía el mensaje que tú, supuestamente mandaste.

-¿Qué mensaje? -cuestionó Tyler levantando una ceja.

-Es que es obvio que sólo así podría traerlos. Es eso. ¿Verdad Juan? -interrumpió Meteora con un tono nervioso apenas perceptible.

-Si si. Pero... Es... verdad. Ah... Necesitamos que Antor entre a los laboratorios para recuperar información. Si... Antor... La recupera, Camila podría restaurarla. Así tendremos pistas de donde podría estar mi mamá y por lo tanto, donde podrían estar los demás secuestrados, ósea, los padres de ustedes -dijo Juan. Parecía que se lo sacó de la manga pero hasta cierto punto tenía razón.

-A eso me refería -Mike se acomodó en su asiento al mismo tiempo que acomodaba sus anteojos.

-¿Por qué yo y no alguien mas? Que tal tú -miré a Érika. Ella se empezó a reír moderadamente-. ¿Le digo yo o usted? -dijo ella volteando a ver a Tyler.

-Ninguna de ellas son hípers. Nadie aquí más que tú lo eres. ¿O no? -dijo Tyler.

-Necesitan a un híper, ¿eh? ¿Qué no ya tenían a varios en sus filas? -pregunté. Igual omití el comentario de que Mike también era híper porque no era de la clase que necesitábamos.

-Si pero los de ese rango están en alcatránia. No puedo recordar quienes los mandaron a aquellas islas prisión. ¿Tu si? -respondió Érika a manera de indirecta.

-Están donde deberían estar -dije.

-Mmmh bueno... No te enojes pero en nuestro anterior encuentro... ¿Recuerdas que un aparato te pinchó el dedo? Pues en realidad te tomó una muestra de sangre que más tarde analizamos y supimos tu clasificación de híper y por lo tanto, saber del potencial que puedes llegar a desarrollar. Sin duda este trabajo fue echo para ti o, tú fuiste echo para este trabajo mejor dicho -respondió Tyler.

Fue inevitable enojarme. Con tanta información sobre mi, podrían hacerme mucho mal. Aparte de eso, en este mundo si alguien tiene acceso a tu información biológica puede hacer muchas cosas en tu nombre y conociendo a esa gente no serían precisamente cosas buenas. Me paré del asiento furioso. Te juro que estuve a punto de irme. Mike se paró y me sujetó el hombro-. Antor... Vamos, no lo hagas por él, hazlo por Juan y nuestros padres. Ya llegarán otros días en que nos encargaremos de ello -me dijo viendo a Tyler seriamente sobre su mano en mi hombro. Me volví a sentar, respiré hondo y logré calmarme.

-Lo escucho, Tyler -dije sin más.

-Esa es la actitud -me respondió

De Entre Los Mythos: Lemental Balls [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora