± Kim's Secret ± • KookV •

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- El irá Kook, ya está decidido.

Se escuchó la voz de la mujer mayor desde la otra línea.

- Mamá... No haga esto, por favor...

La voz de peli negro se escuchaba angustiada y desesperada.

- Nam hará lo que tú no puedes, siempre ha arreglado tus errores, ¿no?

JungKook suspiró, odiaba pensar en eso, aunque su madre le sacara esa carta cada que podía, odiaba escucharlo.

- Y necesito que pases  por el mañana a las 8:30am en la central de trenes, ¿De acuerdo?

Más que pregunta fue una afirmación, si su hijo le daba un pero, de todos modos lo le haría caso.

- Ya que...

Después de que la señora colgara el peli negro dejó el teléfono donde correspondía mientras bufaba de ira.

- ¿Que pasó, Kook?

Escuchó una voz familiar, muy linda a su gusto, al momento de voltear se encontró con el Cataño que tenía un ceño de preocupación.

- Em... Tengo que decirte algo, Tae.

- Claro, dime.

JungKook suspiró.

- Mi hermano... Vendrá al pueblo.

- ¿Tu hermano? ¡Esta bien! Si quieres dile que se quede aquí con nosotros.

JungKook suspiró nuevamente.

- El no sabe... Nada de nada...

Terminó de decir con una pequeña sonrisa.

- Oh... Esta bien, si quieres... Te puedo ayudar a decirle.

- No, no, no... El es diferente...

Tae asintió, el no sabía nada de la existencia del hermano de JungKook, le perturbaba en sobre manera lo que pudiera ocasionar que el hermano del susodicho se enterara de todo.

Por otra parte, JungKook quería ocultar totalmente la existencia de su pareja y su familia, y aunque suene egoísta, prefería que su hermano dañara a cualquier brujo o bruja, mientras no sea a quien amaba.

- Entonces, ¿Te irás?

JungKook asintió mientras contestaba.

- Si... Sólo será por el tiempo que esté aquí mi hermano, el se irá cuando mate a los de la Academia, pero yo te pondré a salvo.

- Espera, ¡No! No puedo dejar que tu hermano mate a mis compañeros y amigos.

JungKook desvió la mirada, olvidaba el pequeño detalle de que Tae tenía un corazón de pollo.

- Tae, no me importan ellos...

El nombrado frunció el ceño.

- Pero a mi si, no seas egoísta Kook, no puedo y no voy a dejarlos morir así por que así.

JungKook volvió a conectar sus ojos con los del Castaño, no podía decirle que no a esa carita enojada, simplemente le sonrió cayendo rendido.

- De acuerdo, ¿Que haremos?

Tae sonrió al saber que lo convenció.

- Hablaré con tu hermano y arreglaré esto.

Kook supo que en ese momento el Castaño no le daría nada de atención a sus advertencias, ya que este era algo terco.