Anne With An E.

Un Rebelde Color De Piel 4

Ultima parte.

Dos semanas desde que Gilbert y Anne habían hablado. Dos semanas desde que Delphine fue atacada en el bosque. Tres semanas desde la muerte de Ruby.

Anne se encontraba empacando para ir a Charlottetown a visitar a Cole y a la tía Josephine y luego regresaría a Álamos Ventosos. Ella amaba estar en Avonlea, amaba a sus amigos y a Mathew y Marilla, pero realmente seguir ahí solo la dañaba. Necesitaba encontrar el camino correcto hacia la aventura y definitivamente ese no era quedándose una semana más esperando el regreso de Gilbert Blythe.

Sí, como lo oyen. Luego de que Gilbert prometió traer la carta de Ruby no volvió y ya habían pasado dos semanas. Delphine tampoco había vuelto a pasarse por Green Gables lo que le pareció algo extraño, pero se resistió a ir a buscarla por temas de dignidad y honor.

Marilla entró a la habitación y sorprendió a Anne frente al espejo algo frustrada por su peinado. Sonrió recordando la vez que la encontró con el cabello verde, ¡Cómo pasaba el tiempo! Ahora Anne era toda una mujer y no paraba de sufrir por temas de chicos. De un chico.
Extrañaba a la Anne que sufría por zorros ladrones y mangas abullonadas.

-Dejame ayudarte, Anne. -dijo Marilla parandose tras de ella para tomar las riendas en ese pelirrojo cabello.

Anne suspiró. -Estoy envejeciendo, Marilla... Y ni siquiera he logrado poder peinarme. ¡Extraño mis trenzas! Todo era más fácil antes. -se quejó.

-¿En serio, Anne? -replicó Marilla observándola por el reflejo del espejo. -Yo recuerdo a una niña bastante dramática que creía que su vida había acabado cada dos de tres sucesos.

Anne apretó sus labios. -Mis motivos eran válidos, Marilla.

-Claro que sí, Anne, lo que tú digas. -respondió Marilla sin mucho interés mientras daba el ultimo toque.

Anne se observó en el espejo y sonrió. -Gracias, Marilla. -volvió a dirigirse a su maleta para terminar de cerrarla.

-Es una verdadera lástima que te vayas así, Anne. Creí que eras mucho más valiente para enfrentar esto. -dijo Marilla en un intento por retenerla. Intento bastante vano.

-Soy valiente, pero no soy idiota, Marilla. Es claro que Gilbert me dijo todo lo que me dijo por el temor de que yo me casara con Billy Andrews. Después de todo he sido su mejor amiga desde que dejamos atrás el inconveniente de la pizarra -dijo recordando aquella platica en Charlottetown antes de que apareciera Jerry con ganas de golpear al pobre Gilbert. -y él sabe que ese hombre no le conviene a nadie, por más cambiado que esté Billy. Solo quiso salvarme de esa tragedia, no me ama. Yo no iba a casarme con Billy de todas formas, solo quería que el chisme corriera por Avonlea para presionar a Gilbert a que me dijera la verdad de todo, pero no lo conseguí... No tuvo el valor de decirme que simplemente no me quería tanto como él había pensado.

Marilla arrugó las cejas. No era Gilbert esa clase de persona, no podía creerlo así. Jon Blythe no era así tampoco, así que jamás podría esperar eso de su hijo.

Matthew tocó la puerta antes de hablar. -¿Lista?

Anne suspiró pesadamente, para luego sonreír. -¡Lista!

Matthew tomó las maletas y los tres bajaron al carro donde le esperaba una sorpresa a Anne. Una que quizá lograría sacarle una sonrisa honesta. Y en efecto así fue.

-Matthew, no es necesario que me lleves hasta Charlottetown. -dije detrás de él, mientras metía mis maletas al carro.

-Bien, porque no pensaba hacerlo. -respondió obligándome a fruncir el ceño.