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Una especie de Epílogo de Un Rebelde Color De Piel:

Todos están observandome, todos esperan una respuesta. Incluso él... Pero ¿Cómo enfocarme en algo tan terrenal como esto cuando pienso en todo aquello?

No hace falta que toque la puerta, Cole está esperándome con brazos abiertos y una sonrisa en el rostro. Yo corro hacia él para abrazarlo con fuera, estando entre sus brazos dejo que las lágrimas corran libremente.

"Ya no tengo que fingir más"

Él acaricia mi cabello y aunque no puedo ver su rostro, puedo percibir la preocupación en él.

Tomo un sorbo de la taza en mis manos, siento la mirada constante de Cole. —No quiero que la tía Jo me vea cómo tú lo hiciste hace un rato allá afuera. —le digo. El asiente y posa sus ojos detrás de mí.

—¡Bienvenida a tu casa, Anne Shirley! —la voz de la tía Jo es música para mis oídos. Me pongo de pie. —¡Ya te extrañaba, jovencita! ¿Y dónde está mi Diana?

—Ella no pudo venir, tuvo un problema.

—¿Un problema? —replicó la tía Jo con desconfianza y no solo por su sobrina, sino por la carita de su invitada que hoy hacía juego con su cabello.

Suspiró. Esto le olía a nuevas confusiones sentimentales.

Y yo no lo sabía, pero mientras escuchaba los consejos de la tía Jo y disfrutaba de una taza de té, mi amiga del alma se rompía a pedazos.

—Diana, sé que dijiste que no podíamos estar juntos, que no me querías. Incluso, sé que no soy suficiente para ti, pero... Tengo que saberlo. —los labios de Diana temblaban. —¿Eres feliz? ¿Eres feliz con él?

"No, soy muy desdichada" quiso decirle Diana.

—Tengo un esposo honorable. —dijo en su lugar.

—Luchaste por ir a Queen's, pero no luchaste por nosotros. —se lamentó Jerry.

—No soy digna de ti. —sollozó ella.

"Vamos Diana, explicale y largate. Acaba con esto de una buena vez." se repitió mentalmente.

—"Tengo un esposo honorable". —replicó Jerry molesto. —Eso no es sinónimo de felicidad.

El corazón de Diana latía con fuerza, incluso creyó que se le saldría por la garganta. Se sintió herida, él simplemente no podía ponerse en su lugar. —¿Qué quieres que te diga? ¿Qué te quiero? ¿Qué te extraño? ¿Qué estoy muy arrepentida? ¿Qué estoy llevando un ritmo de vida miserable? Pues sí, así es. ¿Qué esperas que yo haga? ¡Estoy casada, Jerry! —le gritó alterada. —Hace mucho que ya no hay vuelta atrás...

—Escapemos. —sugirió él. —Juntos.

Esbozó una sonrisa. "Escapar juntos" ¿Quién podría detenerla de cometer semejante desfachatez? ¡Sería libre!... Pero no.

Su sonrisa se esfumó tan de repente como apareció. —No puedo hacerlo. —dijo con determinación.

Jerry vaciló. —¿Es por ese problema que le dijiste a Anne? Podemos resolverlo.

—No, no podemos. Te he dicho la verdad, ya no insistas más. Te quiero, pero la presión social pudo más conmigo y estoy arrepentida por mis decisiones inmaduras, pero no lo suficiente como para escapar contigo.

Y sin mucho más que decir, giró sobre sus pies y subió a su caballo con el corazón en la mano... Luego de haber pisoteado por segunda vez el de su amado.

Anne With An E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora