Señora Blythe.

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Por fin la tortura terminó y ahora era momento de que cada uno volviera a sus respectivos hogares. Todos fueron saliendo poco a poco y Miss Stacy mientras tanto ponía a hervir agua, seguramente preparía té.

Y así fue como la casa quedó completamente vacía, a excepción de dos alumnos...

Ambos permanecían quietos en sus lugares, con la mirada fija en algún punto muerto y la mente maquinando a mil por segundo. Gilbert carraspeó y Anne posó su mirada sobre él. Cuando por fin ella se dispuso a abrir la boca, Miss Stacy entró en la sala, algo sorprendida de verlos aún allí.

Frunció el ceño en clara confusión. —De acuerdo, estoy preocupándome seriamente por ambos. —afirmó haciendo una mueca. —¿Pasa algo de lo que yo deba enterarme?—cuestionó al ver la aflicción en ambos rostros.

—Nada relevante. —respondió Anne poniéndose de pie. —Que tenga una linda tarde, Miss Stacy. —se despidió antes de abandonar la habitación.

Gilbert se puso de pie enseguida con intenciones de seguirla. —Hasta mañana, Miss Stacy. —dijo antes de irse por el mismo camino que su compañera.

La pobre profesora no pudo hacer más que elevar ambas cejas. —Hasta mañana. —respondió a ambos con extrañeza.

Ya le preguntaría a Anne que estaba sucediendo, por ahora, tenía un "asunto".

Gilbert cerró la puerta tras de sí esperando encontrar solo árboles a su alrededor, o el polvo levantado por los rápidos pasos de Anne, pero no. Ella estaba allí, de pie frente al porche de la casa. Aparentemente, muy serena.

Aún así, se acercó con cautela, ella tenía muchas razones para sentirse molesta. Él jamás debió seguir la corriente en aquella conversación, o al menos debió terminarla, pero no, no tuvo el valor de decir "cenaré con ella y con sus padres y ese será el momento ideal para confesar que no tengo intenciones de comprometerme y no las tendré". En el momento en que recordó el embrollo en el que estaba envuelto, simplemente no pudo articular una sola palabra.

—Anne.

—Estoy bien. Yo en serio espero que sean muy felices juntos.

—Anoche te dije que...

—Anoche —me interrumpió ella. —olvidaste cual es tu realidad y en tu realidad no hay espacio para una chica llamada "Anne". Se trata de tu futuro Gilbert y yo lo entiendo mejor que nadie.

—¿Mi futuro?

—¿Qué no te das cuenta? Al lado de Winifred te esperan grandes oportunidades, ¡Tu sueño de no ser solo un doctor de campo!... Y ella es una chica encantadora, estoy segura de que sus padres te adoran. Dime, ¿Qué tienes que perder?

—A la chica de la cual estoy enamorado desde que me golpeó la cabeza con una pizarra.

Ella suspiró. —¿Tienes una idea de lo que significaría dejar atrás esa oportunidad por mí? ¿Tienes una idea de lo feliz que podrías ser a su lado? ¡Gilbert, que tú y yo estemos juntos debe ser un completo infierno! Pasaríamos todos nuestros días peleando, ¡Todo el tiempo! Creeme, no quieres eso. —puntualizó con ojos llorosos.

Y entonces, antes de que Gilbert pudiese responder, un joven alto y de mirada melancólica apareció de repente en la escena, capturando la atención del par de adolescentes discutiendo sobre lo que debía preocuparles a los adultos.

El joven los miró como quien se da cuenta que ha interrumpido "el momento".

—Hola, ¿Qué tal? Siento interrumpir, es solo que, ahm... Necesito pasar por el medio de ambos.

Anne With An E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora