Capítulo 12:
Odiaba tener que dirigirse a él como "jefe", como si fuera un recluta más.
Sin embargo, no se quejaba en voz alta de ello. Conocía de primera mano el carácter que podía tener "Garra de Hierro" cuando se enojaba. No toleraba la falta de respeto.
Escuchó un golpe en la puerta.
Pensó que era su compañero.
-Adelante-exclamó.
Al ingresar notó que no era el zorro que esperaba. Era su jefe.
Instantáneamente se levantó de la cama y se irguió, en señal de respeto. Otra cosa que detestaba, pero era el protocolo y él tenía que seguirlo como todos.
-Puedes desconcentrar. -permitió. Nick relajó un poco los hombros, más no se sentó.
Sólo lo miro expectante.
Garra de Hierro no iba a las habitaciones de cada recluta a dar las buenas noches.
Era algo importante.
-Nicholas, sabes que no debes desconcentrar hasta que yo lo ordené-dijo severo ante su irrespetuoso comportamiento delante de los reclutas.
-Lo sé. Me disculpo. –dijo fingiendo mostrarse apenado. Bajo la mirada para que la mentira fuera exitosa.
-Está bien. – Estaba más flexible que de costumbre, lo que atrajo su atención. Lo que fuera que estaba por decirle, esperaba su cooperación. Esperó. –Tengo una misión especial para ti. –
Procedió a comentarle cada paso de su bien trazado plan.
Nick pensó en oponerse al instante. Pero todo tenía un motivo.
Posiblemente sea algo que los beneficie a todos, por lo que se tomó unos minutos antes de responder.
Garra de Hierro intervino. –Es por el bien común. –dijo simplemente.
Tenía razón.
El plan tenía más beneficios que riesgos. Sabía que llevaba toda una vida trabajando para que ello fuera de este modo.
- ¿Cuento contigo Nicholas? –
-Sí, padre.
Judy miraba atenta todo el perímetro.
Iba vestida civil, para pasar desapercibida. Un jean y una camiseta azul.
-Todo tranquilo por aquí. -notificó a sus compañeros. Recibió respuestas similares de los oficiales McCuerno y Lobato.
Tenía a Jack Savage al otro lado de la calle. Él le guiñó un ojo. Pudo notar que susurraba algo a su comunicador.
"Posiblemente esté notificando a Francine y su equipo" Pensó.
Ambos equipos, Delta y Omega, habían sido enviados a controlar que nada raro ocurriese.
La jefatura había recibido una llamada anónima de que algo malo iba a ocurrir allí a esa hora, por lo que no le quedó más remedio a Bogo que enviar a sus mejores agentes al centro de la ciudad.
Sonrío ante el despliegue de colores, música y brillo.
Se tomó unos minutos para admirar el carro que habían confeccionado, mientras saludaba a los mamíferos encima del mencionado carro.
¡Eso sí que era toda una celebración!
Cada año se celebraba en Zootopia, el festival inter-especie. A grandes rasgos se trataba de un festejo en el que participaban más de 600 animales, para conmemorar la legalización de los matrimonios inter-especie.
"Vaya, tres años ya. Como vuela el tiempo." Pensó. En ese entonces, ella se encontraba en su primer año en la fuerza y la enviaron a controlar que no se generaran disturbios.
Aún recordaba como Leodoro Leónzalez, el ex alcalde de Zootopia, salía al balcón del Congreso a notificar que habían aprobado la ley.
Se emocionó hasta las lágrimas de sólo recordarlo, había muchas parejas que llevaban esperando aquello por años. El alcalde Leónzalez se había ganado la simpatía de gran parte de la población después de eso. Judy pensó que hasta iba a ser reelecto.
Lamentablemente, al poco tiempo se reportaron un grupo de mamíferos desaparecidos.
Descubrir que no sólo el carismático alcalde experimentaba con ellos, sino que lo mantuvo escondido del resto de la población fue un golpe duro para Zootopia. Por suerte, la alcaldesa Dawn Bellwether estuvo a la altura de las circunstancias y pudo volver a traer calma a la ciudad.
Sabía por rumores que los mamíferos no volvieron a ser quienes fueron.
Según las noticias, habían experimentado mucho tiempo con ellos, ocasionando traumas severos y algunas enfermedades. En consecuencia, los tenían recluidos y los monitoreaban diariamente.
"Espero que algún día puedan reencontrarse con sus familias."-pensó esperanzada la coneja.
Una silueta la sacó de sus ensoñaciones. Sin pensarlo mucho, lo siguió.
Le resultaba demasiado familiar, pero era imposible que sea él, ¿no?
Miró a ambos lados.
Había perdido de vista al zorro.
Frunció el ceño y se regañó por dejarse desconcentrar tan fácilmente.
Iba de camino a su puesto, cuando una enorme explosión la hizo trastabillar y caer, a ella y a los animales a su alrededor.
Giró y pudo observar que una de las carrozas estaba en llamas.
Los animales empezaron a correr y gritar desaforadamente, con expresiones de completo pánico en sus rostros.
Escuchó a Savage dando órdenes.
-Hopps pide refuerzos. -solicitó. Eso hizo, luego de hablar con Garraza indicó a las personas hacía donde dirigirse, debían cerrar unas veinte calles aproximadamente, para asegurarse que todos estuvieran bien.
Era extraño. Hacer explotar una carroza, así como así.
"¿Con qué propósito?"- pensó la coneja, cuando lo vio.
Pudo identificar a un animal observándola a unos metros de ella. Al captar su mirada, echó a correr al otro extremo de donde se dirigían el resto de los mamíferos.
Llevaba una malla enteriza negra cubriéndole todo el cuerpo y una máscara de color blanco. Era imposible saber su especie.
Judy se lanzó a perseguirlo. Lo más probable es que fuera el responsable de la explosión.
Vio que se dirigía a un callejón. Notificó su posición a sus compañeros para que la respaldaran y lo siguió sin dudarlo.
Pese a que era pleno día, el callejón estaba sumido en la oscuridad.
Sabía que había cometido un error. Los conejos no eran animales nocturnos.
No podía ver nada.
Intentó volver a salir por donde ingreso, más una silueta se movió.
Irguió sus orejas rogando que, por el sonido, pudiera localizar al animal.
"¡La linterna!" Pensó. Rápidamente sacó su celular y encendió la linterna, justo en el lugar donde segundos antes escuchó el ruido.
Logró encandilar al animal, quien se cubría lo único que la máscara no tapaba.
Sus ojos.
Avanzó a grandes pasos, obligándolo a retroceder. Tenía que salir del callejón.
"Chicos, ¿dónde están?" se preguntó. Podía ver la luz al final.
Estaba cerca. Faltaba poco.
Escuchó el seguro de un arma. Intentó desenfundar la suya.
Tarde.
El mamífero la estaba apuntando.
"Oh mierda".
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Amor y Venganza (Zootopia).
RomanceJudy es una joven conejita, quien abandona su más grande sueño y no sólo eso, abandona una parte de sí misma. Después de ser herida por Gideon, siente un enorme rencor hacia los zorros. ¿Podrá un pequeño y astuto zorro hacerla cambiar de opinión? E...