Capítulo 22

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Capítulo 22:

Nick y Judy se levantaron sin sobresaltos esa mañana. Sólo ligeramente ruborizados al notar que ella había dormido prácticamente prendida a su pecho.

Judy miraba las noticias y se preparaba para ir al trabajo mientras Nick preparaba el desayuno de ambos.

Se había vuelto casi una rutina.

Nick le subió el volumen al televisor. Un rostro familiar apareció en las noticias.

Nuevamente el antílope era quien reportaba las noticias, con una invitada a su lado.

-Bueno aquí estamos con la señorita Skye Winter, actual postulante para el cargo de alcaldesa. -dijo dirigiéndose a la cámara. –Dinos señorita Winter, ¿cuáles son sus propuestas para la ciudad? -preguntó el reportero a la zorra.

-Muchas gracias por invitarme. -dijo dirigiéndose al reportero. –En cuanto a mis propuestas simplemente quiero hacer de Zootopia una ciudad mejor. -declaró con una sonrisa cálida. -Siempre decimos que en Zootopia "cualquiera puede ser lo que desee"-dijo la zorra repitiendo el eslogan de Lionheart haciendo comillas con las patas. -La realidad es que no hay igualdad en la ciudad, hay una brecha. Somos divididos en depredadores y presas y juzgados por ello. -declaró apasionada. –Estadísticamente los depredadores son más vulnerables en las calles al recibir hostigamiento por parte de otros mamíferos, como así también se les niega alcanzar ciertos puestos laborales sólo por ser quienes son. -dijo con pesar. –Mi propuesta es hacer que esto cambie. Garantizar una verdadera igualdad. –

Nick estaba estupefacto.

Si bien sabía que Skye era una recluta de Garra de Hierro, su discurso era sincero y directo. No mentía con respecto al hostigamiento y obstáculos en el área laboral.

Si lograba acumular los suficientes votos de depredadores y por lo menos la mitad de las presas de la ciudad, era posible que ganara.

"Garra de Hierro ganaría"-se corrigió. Después de todo, pese a que era notorio que ella transmitía lo que pensaba, era un títere de él.

-Vaya, es posible que gane. -mencionó Judy terminando su desayuno. –Me recuerda a mí, en mi primer año en la academia. -dijo para luego despedirse de él.

Suspiró.

Su celular sonó. Le había llegado un mensaje.

Gideon:

-Ven al cuartel. Tenemos una misión. -

Era todo lo que decía el mensaje. Agarró las llaves y se dirigió hacia allí.



Judy custodiaba aburrida fuera del despacho de la alcaldesa.

Había estado todo el día simplemente parada, sin hacer realmente nada.

Era una misión importante y lo sabía. Pero estar tantas horas en inactividad la aburría fácilmente, ella era más dada a la acción.

De lejos, reconoció a los carneros que se acercaban al despacho y simplemente se corrió a un lado para dejarlos pasar.

Bostezó.

"Hubiera sido lindo dormir un poco más. ¿Por qué Nick tiene que tener el pelaje tan suave?"- pensó recordando la sensación. Le había tomado trabajo separarse de él esa mañana.

Unos gritos la sacaron de sus pensamientos.

- ¡¿Cómo que no mataste a esos zorros?!- Judy se sobresaltó por el grito que había dado la alcaldesa, debido a su increíble audición. Se sobó un poco las orejas aturdida.

Se extrañó un poco con lo dicho por la oveja.

Escuchó como uno de los carneros se excusaba diciendo que no habían encontrado cadáveres en la zona. Que era posible que se hubieran trasladado, presintiendo que algo así ocurriría.

Judy no tuvo tiempo en analizar lo que había escuchado. Escuchó a McCuerno gritar por el comunicador.

- ¡Atacan la alcaldía! ¡Atacan la alcand- luego la señal se cortó.

- ¿McCuerno? ¡McCuerno! ¿Estás ahí? -llamó preocupada Judy.

La voz de Savage se hizo escuchar por el comunicador. - ¡Judy protege a la alcaldesa! ¡Sácala de aquí! –ordenó. Podía escuchar tiroteos de fondo.

Judy entro al despacho alertando la situación y escoltó a la oveja rápidamente fuera de la alcaldía, junto a los carneros.

-Hopps sal por la puerta de atrás-informó Colmillar.

-Entendido. - Colmillar los esperaba en una camioneta negra detrás de la alcaldía. Sólo tendrían que llegar hasta allí.

Pasaron con cuidado por el pasillo y pudo ver el tiroteo entre Lobato y Savage con un grupo de mamíferos con atuendos y máscaras curiosamente similares al del mamífero de la feria.

"Mismo grupo"-pensó.

Lograron pasar con éxito, sin ser vistos. Sólo les quedaba bajar una escalera para llegar con Colmillar.

De pronto, un mamífero los apuntó desde lo alto de la escalera. Judy intentó bajar, pero se encontró con otro en la misma posición.

Recorrieron el trecho de escalones que les quedaban con las patas en alto. Ambos mamíferos los escoltaban cuidadosamente hacia la camioneta negra. Antes de subir, les quitaron las armas a los carneros y a Judy, junto con el comunicador.

Vio el cuerpo inerte de Colmillar a un costado.

Reprimió un sollozo.

Los obligaron a subir. Uno de ellos manejaba mientras el otro los estudiaba cuidadosamente, evitando que hicieran nada para escapar.

Judy estaba a la izquierda del mamífero. Este llevaba un arma entre las patas, más no los apuntaba.

La camioneta dobló en una esquina y reconoció la calle.

Si no se equivocaba en unos pocos metros, había un bache lo suficientemente profundo para desestabilizar un poco el vehículo.

Sólo unos pocos metros más.

¡Pum!

El mamífero soltó el arma.

Judy aprovechó y la tomó para luego empujarlo. El animal fue lanzado hacia adelante, dándose de lleno el hocico contra el vidrio.

Los carneros imitaron la patada de Judy para abrir la puerta trasera del vehículo.

Saltaron.

- ¿Están todos bien? -preguntó la coneja. - ¡Corran! -gritó al ver acercarse la camioneta hacia ellos.

Se resguardaron como pudieron detrás de un auto estacionado.

-Cúbranse-gritó Judy. Las ventanas reventaron por los disparos y los vidrios volaron por doquier.

Judy disparaba sin acertar en ningún tiro. Chequeó cuantas balas le quedaban.

Sólo dos.



Nick intentó estabilizar el vehículo, adolorido como estaba.

El golpe en el hocico había sido tan fuerte que su vista se había vuelto borrosa.

Gideon, sujetado a la puerta trasera les disparaba a Judy y los ovinos.

- ¡Detente! ¡Vas a herirla! -gritó. Éste ni se inmutó y continuó disparando de pura rabia.

Uno de sus disparos dio en el blanco y observó como un animal caía.

Amor y Venganza (Zootopia).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora