Capítulo 25

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Capítulo 25:

Nick en un impulso había ido al cuartel solo.

Se coló sigilosamente, escapando de la mirada de sus ex compañeros, quienes vigilaban la entrada. Probablemente esperando que él aparecería de un momento a otro.

Recorrió los pasillos con precaución, aunque estos se encontraban extrañamente vacíos.

"Sabían que vendría."- Eso quería decir que Judy estaba allí.

Divisó una puerta a lo lejos, vigilada por otros dos zorros. Le extrañó que Gideon no fuera uno de ellos.

Pensar en él le dolió.

Estaba cien por ciento seguro que su padre lo había castigado. No sólo por haberlo dejado escapar, sino también por asesinar a Bellwether.

Lanzó una bomba de humo hacia donde se encontraban los zorros, y esperó unos minutos.

Cuando vio caer a ambos agentes, rápidamente abrió la puerta y entró.

Grande fue su sorpresa al notar que el cuarto estaba vacío.

"Una trampa".

- ¿Buscabas...una coneja tal vez? - la voz de su padre lo hizo voltearse rápidamente, más no lo suficiente. Este cerró la puerta de un sonoro portazo. –Tu querida coneja es más fuerte de lo que pensaba, resistió los golpes de cada uno de nuestros más ejercitados agentes. -dijo admirado Garra de Hierro. –Es una lástima, tan enérgica coneja hubiera sido una buena recluta-dijo burlón.

Garra de Hierro odiaba a las presas, con la misma energía con la que que Bellwether odiaba a los depredadores.

Nick pegó un puñetazo contra la pared.

Había sido estúpido ir allí solo.



El equipo Omega vigilaba el edificio con desconfianza. Sólo habían visto a dos zorros en la entrada. Más ninguna pista o evidencia que ubicara a Judy en el lugar.

No podían realizar un allanamiento sin una orden, y tampoco tenían ninguna pista.

Se encontraban a una distancia prudente a la espera de que algo ocurriera.

- ¿Qué hacemos, capitán? - preguntó McCuerno.

-Esperar. El zorro entró por uno de los costados. No sabemos si conoce el lugar o cree que aquí tienen a Judy. Sólo nos queda esperar muchachos. –alentó a su equipo.

No los culpaba.

Todos tenían la misma expresión de preocupación que él seguramente tenía grabada en el rostro.

Después de todo, era su compañera quien probablemente estuviera de rehén allí adentro.

Pero, ¿cuáles eran los motivos para secuestrarla?



Una amordazada y adolorida coneja respiraba con dificultad.

Uno a uno fueron desfilando todos los zorros de la organización agrediéndola.

Hizo una evaluación de daños.

Uno de sus ojos se encontraba cerrado e hinchado. Dejó de insistir en intentar abrirlo porque le producía más dolor.

Por otro lado, estaba casi segura que le habían roto una costilla. Sus pulmones trabajaban con esfuerzo.

Además, le habían roto el tobillo de un movimiento.

"No me rendiré"-se alentó a sí misma. Si ese era su fin, no les iba a dejar el trabajo tan fácil.

Iba a mostrar los dientes hasta el final.

Se sorprendió cuando pasados unos minutos, ningún agente volvió a ingresar al cuarto.

Le duró poco la alegría pues, a los pocos segundos, entró un zorro con una garra de hierro en una de sus patas.

Judy supuso que ese debía ser el padre de Nick, haciéndole honor a su alias.

-Es hora de divertirnos, coneja. -escupió el zorro con satisfacción, acercándose a ella.



Los gritos de Judy podían escucharse en todo el cuartel.

Nick estaba enloqueciendo.

Golpeaba enloquecido la puerta y gritaba que la soltarán, que la dejen en paz.

- ¡Si te crees tan valiente estúpido, ven a por a mí! - Casi esperanzado, esperó unos segundos a que Garra de Hierro viniera a por él, que dejará a Judy.

Era suficiente con saber que Gideon, su hermano, había sido asesinado.

Ahora Garra de Hierro quería quitarle a Judy también.

"¡Déjala en paz por favor!"- sentía que las lágrimas pronto caerían de sus ojos.

La estaban torturando.

Se cubrió los ojos con sus patas y volvió a dar otro golpe a la pared. El movimiento hizo que un pequeño objeto cayera de uno de sus bolsillos.

Nick reconoció el objeto al instante.

"Gideon".



-Escúchame con atención-dijo Gideon con un poco de dificultad.

Nick sí que lo había golpeado con fuerza, pero no le importaba. Tenía que ser así, para que Garra de Hierro creyera que Nick había escapado de él.

- ¿Dices que está cosa es lo que vuelve a los depredadores salvajes? -preguntó el zorro menor con extrañeza.

-No sólo depredadores, cualquier animal enloquece cuando ingiere o es disparado con esto. -dijo señalando la cápsula entre sus garras. Garra de Hierro explicó a Stuart que proviene de una planta rara y está relacionado con algo que te sucedió de niño, ¿sabes algo de eso? -

- ¡La flor! -exclamó Nick recordando.

¡Claro! Eso explicaba lo extraño que se sintió. Había comido accidentalmente esa flor.

-Úsala sólo si lo consideras necesario-advirtió Gideon.



Nick sostuvo la cápsula entre sus garras.

Suspiró recordando la sensación de extrañeza que le había generado de niño.

Sabía que esta vez sería peor.

Perdería por completo el control de su cuerpo.

Pero... necesitaba salir de ahí, llevaba unos minutos que Judy había dejado de gritar.

No estaba seguro de si cayó inconsciente o ....

Intentó que sus pensamientos no fueran por allí.

Inhalo profundo y colocó la cápsula entre sus colmillos, rompiéndola. Degustó el líquido amargo con una mueca de asco.

Por unos segundos nada sucedió.

De pronto, empezó a sentir un intenso dolor recorrerle todo el cuerpo, casi dejándolo sin aire.

Se arrojó al suelo gimiendo y agarrándose el cuerpo en un intento por hacer que el dolor pare.

Su cuerpo comenzó a agitarse violentamente.

Un gruñido profundo emergió desde su garganta.

"Sólo espero que funcione"- fue su último pensamiento antes de perderse en esas sensaciones.


Amor y Venganza (Zootopia).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora