Capítulo 9:
Parpadeó varias veces para que su vista se ajustará a la luz.
"¿Dónde estoy?"
Como pudo intentó sentarse, encontrándose con sorpresa sobre una cama. Tenía un suero en uno de sus brazos. Hojeó la habitación.
"¿Un hospital?"
Escuchó unos golpes en la puerta.
-Adelante-dijo.
Vio entrar a Judy empujando un gotero similar al de él, con bata de hospital incluida y una enorme venda cubriendo su ojo izquierdo.
Los recuerdos volvieron con una rapidez que lo dejaron sin aire.
"NO"
"No no no no no no."
La miró aterrado.
Llevó una de sus patas a su rostro. Sintió un objeto extraño cubrirlo. Por el rabillo del ojo, pudo observar que a su izquierda se encontraba el único espejo de la habitación.
Giró su cabeza en esa dirección.
Un bozal.
Un asqueroso y repugnante bozal cubría la totalidad de su rostro.
Sentía como la vergüenza y la ira se apoderaban de su cuerpo.
Dio la espalda a Judy, quien se acercó y se sentó en su cama.
-Nick-dijo su nombre con cariño. –Mírame. –exigió.
-Vete-
-Nick...-volvió a decir con dulzura.
- ¡He dicho que te vayas! –Gritó, sin voltearse.
-Sólo fueron unas puntadas, no fue nada grave. –en un intento por quitarle importancia al asunto.
-Yo soy el responsable de que tengas la mitad de la cara vendada-dijo en un tono que no daba lugar a replicas. Continúo. –Por mi culpa estas en el hospital, así que aléjate de mí. -
Judy no era de las que se rendían fácilmente. -Pero...-
- ¿Acaso no te das cuenta? -empezó el zorro, esta vez sí observándola directo a los ojos. –Tuvieron que ponerme un bozal...-dijo señalando con asco el objeto en cuestión –...para que puedas estar en la misma habitación que yo-
-No es así, Nick. –regañó.
-Si. Lo. Es. -respondió remarcando cada palabra.
Sin prestarle atención, prosiguió. –Soy tu amiga, sé que no me heriste a propósito. Confío en ti. -
- ¿Ah sí? ¿Confías en mí? -respondió incrédulo y burlón. –Porque, que yo recuerde, cierta coneja carga con un repelente de zorros a todos lados-señaló. –Y, ¡oh! Casualmente siempre va acompañada de un zorro, ¡qué coincidencia!, ¿no es así?
Judy quedó muda.
"Vamos di algo".
Silencio.
Nick reanudó. –Te preguntaré una cosa. ¿Tienes miedo de mí? -
-No- respondió totalmente segura.
Nick se colocó en cuatro patas. Le mostró toda la hilera de dientes y gruñó, en evidente posición de ataque.
Judy como respuesta se alejó de él.
Estaba aterrada. Lo pudo ver en sus ojos.
Volvió a sentarse en la cama y se cubrió con la sábana. –Eso pensé. Vete-repitió nuevamente. -Es mejor que no tengas de amigo a un zorro. –
-Nick-volvió a intentar Judy. Visiblemente herida.
- ¡HE DICHO QUE TE LARGUES! –Vociferó. Se sentía humillado y herido.
"Justo cuando pensé que alguien confiaba en mí."
Intentó retener las lágrimas hasta que escuchó la puerta cerrarse de un portazo.
"No puedo culparla. Yo la lastimé. Yo le hice daño".
Las lágrimas caían ahora libremente por su rostro, una seguida de otra.
Judy volvió a su cama totalmente devastada.
"Tiene razón". Pensó.
Aún después de hacerse amiga de Nick, continuaba cargando con el repelente para zorros.
"Por precaución" Se convenció en reiteradas ocasiones cuando dudaba si llevarlo o no.
Siempre terminaba acarreando el objeto de aquí para allá.
"Soy una tonta. Herí a la única persona que me aceptó como soy, y yo terminó despreciándolo por ser quien es."
Lo recogió su tía Sarah y lo llevó a su hogar.
Las pruebas de drogas habían dado negativo. Se desconocía el motivo de su reacción.
Al ser menor, y al observar que se encontraba lúcido, le hicieron unas cuantas pruebas más antes de dejarlo ir. No sin antes advertir que, si empezaba a sentir síntomas, no dudara en volver. Por si acaso.
Despidiéndose de tía Sarah, entró a su hogar. Inhalo y exhalo incontables veces para tratar de mantener la compostura.
Hizo el enorme esfuerzo de mostrar su mejor sonrisa y fue a saludar a su madre.
Se encontraba recostada hojeando una revista.
Podía notar las oscuras ojeras que cubrían su rostro, y la palidez notable que presentaba.
Se acercó y se metió a la cama con ella.
- ¿Cómo fue tu día Nicky? -preguntó con dulzura, mientras acariciaba su pelaje.
Sólo eso bastó para que se quebrará.
Había rogado numerosas veces a su tía Sarah para que no le contara absolutamente nada a su madre de lo ocurrido en el día.
Sin embargo, no pudo soportarlo más.
Se abalanzó sobre ella, con mucho cuidado de no aplastarla y se refugió en sus brazos, ella sin preguntar se limitó en abrazarlo y acariciar su pelaje con el amor que sólo una madre puede transmitir.
Nick sollozaba mientras su cuerpo se movía en inspiraciones bruscas.
Intentó contar lo ocurrido, pero al encontrarse tan angustiado, las palabras salían entrecortadas.
Estaba seguro que su madre no entendía nada de lo que decía.
Así que sólo continuó liberando su rabia, vergüenza y tristeza, hasta que, por cansancio se quedó dormido.
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Amor y Venganza (Zootopia).
RomanceJudy es una joven conejita, quien abandona su más grande sueño y no sólo eso, abandona una parte de sí misma. Después de ser herida por Gideon, siente un enorme rencor hacia los zorros. ¿Podrá un pequeño y astuto zorro hacerla cambiar de opinión? E...