𝙰𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊➳ Juliantina G!p 《Terminada》

Veinticincus

—¡ERES UNA ESTÚPIDA!—Le grito Lucia a Juliana mientras la miraba fijamente—Juli por un momento puedes dejar de ser tan jodidamente insegura—Juliana suspiro mientras ladeaba la cabezas.

—Entiendeme Lucia, ver cintura propios ojos como un imbécil besa a tu chica en frente de la escuela de tu hijo, ¡Cómo quieres que me ponga maldita sea!, Aunque diga que lo pasado es pasado aún estoy insegura de si ella me ama o se aburrió de mi, no vez que soy tan ordinaria, me la paso en la empresa casi todo el día, ella se quedaba sola Lucia, yo no sabía que pensar en esos momentos...me...me duele—Una lágrima se deslizó por la mejilla de la morena.

—Pero...—Eva interrumpió a su prometida.

—Lucia, Juliana tampoco es la mala por sus inseguridad, ambas tienen la culpa, Valentína por no ser comunicativa contigo y tú por no confiar en ella, Juliana se que no somos tan cercanas pero por el bien tuyo y de mi hermana creo que ambas deben de arreglar sus problemas hablando o ir con un terapeuta y aparte tu puedes ir con el psicólogo por tus demonios e inseguridades por lo que me ha contado Lu—se dirige a Juliana la cual la veía con serenidad.

—Yo...yo siento que es lo mejor, incluso n estos momentos estoy arrepentida por haberle dicho que desconfiaba de ella, cuando en realidad confío ciegamente en ella, pero no me puedo excusar siempre con mis problema—miro su celular, ya era
Tarde 11pm, incluso había llamadas perdidas por parte de Valentína.

Le envío un mensaje a Valentína anunciando que estaba bien y que pronto llegaría, cuando despertó era muy temprano, así que no tuvo ninguna plática con Valentína, solo se despidió de sus hijos con un beso en su coronilla mientras ellos dormían plácidamente antes de salir hacia la empresa.

—Juliana, mi hermana te ama,—la morena presto toda su atención a la ojiazul—lo ha hecho desde que eran adolescentes, aunque su forma de saber que eras su alma gemela no fue la mejor, en sus ojos podía ver la tristeza y la decepción hacia ella misma en cuanto te fuiste, ahorita ella brilla a tu lado, tu eres la única persona que la hace feliz, y dudo mucho que se haya cansado de ti, solo arreglen sus problemas y no se destrocen una a la otra—Juliana asintió, sin duda en cuanto llegará a casa tendría una charla larga con su novia.

—Esta estúpida solo va a bares para que la sigan añicos, que manera más inmadura de descargar su eno....¡Auch Eva!—Luxia acarició la parte trasera de su cabeza al sentir el zape de su prometida.

—Mejor guarda silencio mi amor—La miro con aquellos ojos penetrantes.

—Gobernada—susurro Juliana pero la rubia  lo escucho.

—Tu igual idiota—le saco la lengua, sin duda esas dos no dejaban de ser tan infantiles.

—Hablare mucho con ella Eva, y creo que lo mejor es que vaya a un psicólogo, por mi bien y el bien de mi familia—Eva sonrió satisfecha, debería de ser psicólogo o algo así..

Juliana se marchó unos minutos después, en  el camino empezó  a sentirse perseguida, le había dado el día libre a los guardaespaldas ya que León no había hecho aparición, pero luego Juliana se arrepentiría.

Cuando llegó a un semáforo se detuvo ya que está estaba en rojo, y en eso vino lo inesperado.

Tres furgonetas la acorralaron, 5 hombres bajaron de las dos que estaban adelante suyo, Juliana sintió miedo invadir todo su cuerpo, iba a acelerar, pero estos fueron rápidos al sacarla de su camioneta.

La tiraron al pavimento empezando a golpearla sin para, las patadas trituraban sus costillas, incluso una llegó a su parte íntima ocasionando que está se retorciera  de dolor.

Pero lo peor fue cuando uno uno de los enmascarado la agarro del cuello de su camisa dándole varios puños en el rostro, y el último la hizo delirar, cuando estos se apartaron escupió la sangres que estaba en su boca, se sentía débil, apunto de rendirse.

Pero una risa familiar la hizo no caer inconciente.

—Esto es solo una advertencia mi querida Juliana, si no te alejas de mi nieto y de Valentína estos golpes serán más fuertes y te aseguro  que tus guardaespaldas no me cagarán mis planes—dijo León dándole una última patada, dió órdenes de que despejarán el área dejándola sola en aquella calle vacía.

Pero aún tenía fuerzas para marcarle a una persona.

Saco su celular del bolsillo, este tenía la pantalla demasiado rota, pero era visible, se durmió a contactos con las pocas, fuerzas que tenía marco al número de Valentína, rogando que está contestará.

Primer tono.

Segundo tono.

Para su suerte Valentína contesto.

—¡Juls!, ¿Ya casi llegas?—Pregunto con tono de preocupación.

—V-Val...N-Necesito tu ayuda por favor, avenida libertar, V-Ven con Lucia..por..por fa...vor—dijo antes cerrar sus párpados.

—¡Juls!—Valentina maldijo antes de llamar a Lucía.

—Valen,¿Que sucede?—pregunto una adormilada Lucia.

—Juliana....ella me marco...dijo que necesitaba mi ayuda, me dió la dirección de la avenida libertad, Lu, ¿Que significa?—Lucia se levantó rápidamente sin soltar su celular.

—Mierda Valentína, llama a una ambulancia, Juliana nunca haría ese tipo de llamadas si fuera broma, necesito que te quedes con los niños, yo te avisaré lo que sucedió—dijo antes de colgar.

Lucia se colocó sus zapatos y frunció el ceño al ver a su prometida en las mismas fachas que ella.

—Vamos Lu, no te dejare sola—Lucia solo asintio no tenía las ganas de decirle a su prometida nada.

Cuando llegaron a la avenida la ambulancia aún no se presentaba, pero no basto con ver el cuerpo de su amiga en el pavimento manchada de sangre.

—¡Juliana!, Demonios—corrio hasta el cuerpo de su amiga, checo su pulso el cual estaba un poco débil, así que trato de establecer con respiración de boca a boca hasta que los paramédico llegaron.

Esto solo era el comienzo...

(...)

¿Que opinan?

Huy si drama, no me odien.

Les prometo que tendrán sus momentos felices.

Y de nuevo no me odien.

Saludos