diex

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7 años después...

Juliana suspiro tratando de aguantar sus lágrimas, ella se había ido, la chica que la saco de aquella depresión cuando se vino a estudiar a Inglaterra, su prometida.....la madre de su pequeña.

Después de aquella noche para Juliana México ya no existía.

Flashback.

Azotó la puerta derrumbándose en la cama, era una estúpida por creer que aquella castaña sentiría algo por ella.

Una fenómeno.

Una rarita.

Se odiaba por ser así, acaso era tan mala para que sufriera tanto, sus ojos no paraban de soltar lágrimas.

—¡Soy una estúpida!—grito enfurecida, empezó a romper todo lo que se encontraba en su cuarto tratando de sacar la rabia que contenía en su pecho.

—¡Todo es tu culpa!—grito refiriéndose a su miembro—¡Todo es tu culpa!, Si tan solo no estuvieras, sería una chica normal y feliz—dijo recargandose en la pared, poco a poco se fue deslizando hasta que tocó el suelo, escondió su rostros sollozando sin parar.

No tenía a nadie, estaba sola en este mundo de mierda, no tenía a nadie.

Cuando escucho la puerta abrirse de golpe no se tomo la molestia de voltear hacia la puerta.

—Mierda Juli, levántate ahí vidrios puedes cortarte—Julianaa negó sin levantar la vista.

—Estoy sola Lucia, soy un asco para la sociedad, nunca sabré lo que es amor—sollozo, Lucia sin percatarse empezó a llorar, le dolía ver a su amiga de esa forma, todo por hermana de su novia.

—Mierda no digas eso Juli, no sabes cuánto me duele verte así, tienes que ser fuerte, no deje que esto te deprima, Valentína no te merece.— Juliana se levantó.

—N-No quiero que la menciones, no quiero volver a verla en mi vida, no quiero—sollozo, Lucia se acercó a su amiga abrazándola fuertemente.

—Creo que lo mejor será que aceptes la propuesta de tu padre.— Juliana asintió.

—Creo que es lo mejor.—trato de borrar los rastros de lágrimas.

—Aunque te extrañaré se que esto es lo mejor.— Juliana asintio.

—Pero irás a verme ¿Verdad?—Lucia asintio.

—Por supuesto que iré a visitarte—sonrio.

—Por favor no le digas nada de mi paradero a nadie, ¿Si?—Lucia asintió.

—Te lo prometo— dijo antes de abrazarla.

Fin del flashback.

Aquella noche ambas durmieron juntas recordando su infancia y anécdotas graciosas.

Al día siguiente Juliana ya había partido para Inglaterra, solo quería olvidarse de todo el dolor que sentía.

Conoció a Paulina en la universidad, al principio la trato indiferente pero aquella chica de ojos verdes fue ganando su confianza poco a poco, se enamoraron, pero la morena todavía no olvidaba a Valentína, más sin embargó lo intento con la chica.

Cuando se enteró sobre el embarazo de Paulina está no dudo en saltar de alegría, aún eran muy jóvenes, pero no le importaba, ambas eran de familias millonarias, semanas después de enterarse del embarazo le pidió matrimonio a la oji Verde.

Todo era perfecto, el embarazo iba de lo más perfecto, pero al parecer el destino aún no la dejaba en paz.

Aquel día lluvioso la chica había decidió ir a buscar algunas cosas a su antigua casa, ya que incluso habían comprado un departamento, la morena insistió en acompañarla, pero está negó diciendo que estaría bien si iba sola.

El último te amo que Juliana escucho de su parte.

Después de 30 minutos una llamada le había llegado, informándole sobre el accidente de la chica.

Pero cuando está llegó al hospital le dieron la noticia que menos se esperaba.

Había muerto, su prometida, compañera, amiga, madre de su pequeña, había muerto....

Pero su pequeña había sobrevivido, lo único que le había quedado de Paulina.

—No sabes cuánto extraño tu risa mi amor—dijo entre lágrimas, acarició la lápida en dónde estaba escrito el nombre de su prometida.

—Gracias por darme los 5 mejores años de mi vida—beso la lápida antes de salir rumbo al hospital.

Hoy por fin le daban de alta a su pequeña, por suerte no había tenido ningún problema en cuanto a su salud, era un milagro.

Relleno todo los papeles del alta, cuando las enfermeras se la entregaron sintió una tranquilidad inmensa.

Era tan hermosa, su carita blanca, su cabello oscuro como el de ella, pero lo que más amaba eran esos ojos verdes, su pequeña estaba despierta, viendo todo a su alrededor, aunque no se distinguen muy bien su color de ojos sabía que iba a ser igual de hermosos como los de Paulina.

—Hola mi amor, vamos a casita por fin—beso su pequeña frente, abrió la puerta trasera, la acomodo en su asiento.

Cuando encendió el auto de propuso ir a su departamento, los padres de Paulina no querían saber nada de la bebé, ellos nunca había aceptado a Juliana, incluso la echaron de su casa por esa situación.

Pero lo que más le dolió es que no estuvo en su funeral, tuvo que esperar 4 días para poder visitar su tumba.

Eran ella y su bebé, Macario y Lupe no sabían de la existencia de su pequeña, ella solo le informaba sobre los avances de la empresa.

Era buena en lo que hacía, pero no era suficiente, tener dinero no lo resuelve todo.

En este caso el dinero no puede reparar un corazón roto.

Cuando llegó a su departamento se dirigió a la habitación de su pequeña, está estaba decorada por un papel tapiz color rosado bajo, una cuna blanca y todo los accesorios necesarios para la comodidad de su pequeña.

La recostó en su cuna, le coloco una manta y la miro por algunos minutos.

—Eres lo único que me queda de tu madre, eres tan preciosa—acaricio con cuidado la mejilla de su pequeña, pero su corazón se exploto de alegría cuando vio una pequeña sonrisa formarse en los pequeños labios de su bebé.

—Mi pequeña Mía, la elegida para mi—beso su cabeza delicadamente antes de salir de la habitación, camino hasta la sala tomando el retrato en dónde se estaban ellas dos en la universidad.

—No sabes cuánto te extraño—sus ojos se aguaron, limpio sus lágrimas rápidamente al escuchar el timbre sonar.

Cuando estuvo enfrente de la puerta trago difícilmente el nudo en su garganta.

Abrió la puerta quedando sorprendida.

—¿Lucia?—

• • •

Bueno díganme ¿Se lo esperaban?

Las leo 👀❤

𝙰𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊➳ Juliantina G!p  《Terminada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora