𝙰𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊➳ Juliantina G!p 《Terminada》

Epílogo

Juliana abrió los ojos de repente mirando la habítacion blanca a su alrededor, bajo su mirada viendo las intravenosas en su brazo.

Se tocó la cara sintiendo la mascarilla de oxígeno.

Pero de repente recordó todo.

Su hijo en coma.

Ella en depresión.

Su asesinato.

Su respiración se empezó a tornar rápida, busco algún botón para llamar a alguna enfermera pero en eso Valentína entro.

Juliana la miro de arriba hacia abajo, notando su panza crecida, su expresión de asombro.

—Juls—camino para abrazarla fuertemente, la morena intentaba hablar pero su garganta estaba seca.

—J-Jul-ian—Valentina le hizo señas de que no hablara.

—El está bien, no sabes el verdadero infierno que pasamos—sollozo abrazando aún más fuerte el cuerpo de su prometida—Te explicaré todo, pero primero te tienen que revisar—Juliana negó pero Valentína la ignoró.

Salió de la habitación para llamar al doctor, chequearon rápido a Juliana informando que todo estaba en orden.

—Juliana estuviste en coma por 7 meses, el cuchillo perforó uno de tus órganos, estuviste al borde de la muerte, pero lograste salir, estarás tres días en revisión, si todo resulta bien podrás irte a casa—Juliana aún estaba en shock había estado 7 meses en coma.

El doctor se retiró junto a las enfermeras dejando a Juliana y a Valentína solas.

—C-Cuentame todo por favor—suplico Juliana, Valentína acercó una silla y se sentó cerca de la camilla.

—Despues de que León te apuñalara, los policías lo persiguieron, León murió, y nuestros salió sano y salvo, no sabes cuánto sufrí en esos momentos cuando el doctor nos dijo que estabas entre la vida y la muerte, me sentía culpable porque al final tú fuiste la que más sufrió, mamá estaba igual de mal, nos explico todo a Eva y a mi, León la golpeaba, la humillaba y amenzaba, nunca lo pude ver, estaba cegada por ese hombre hasta que me volví su decepción, ni siquiera lo puedo llamar papá, me quemaba por dentro veré aquí en el está cama inmóvil, Julián al saber lo que te había pasado lloro por días, en las noches despertaba llorando, pero pude controlarlo, no sabes cuánto necesite tus abrazos, Mía igual lloraba por ti, ahorita ya balbucea y puede pararse por si sola—Juliana lloro en silencio extendió su mano acariciando el vientre visible.

—¿Cuantos meses tienes?—pregunto.

—Siete meses, tenía miedo de que no despertarás para su nacimiento—Juliana agarro su mano besando la parte delantera de esta.

—Pero ahora nuestra vida ya no estará en peligro, ahora podemos ser felices, nuestra pesadilla acabo, cuando salga de está cama empezaremos a preparar todo para nuestra boda y para la llegada de nuestro pequeño o pequeña—le dió una sonrisa a Valentína.

—Es niño—susurro y la sonrisa de Juliana se extendió aún más.

—Ahora seremos felices mi amor—Valentina se levantó juntando sus labios con los de Juliana.

• • •

—Por el poder que me otorga las declaro esposas—Valentina sonrió al igual que Juliana fundiéndose en un beso apasionado.

Los aplausos no tardaron en resonar.

Después de salir del hospital volvieron a ser una familia feliz, Julián y Mia nunca se separaban de Juliana, y el pequeño Oliver estaba a solo una semana de llegar al mundo.