El Cortejo De Los Omegas

5

Había regresado a trabajar en la cafetería que estaba cerca de la  universidad, normalmente los estudiantes eran los que frecuentaban  ir a esa cafetería antes de que sus clases iniciaran, pues no había algo mejor que tomar algo de café antes de iniciar su día.

Aunque Louis solo trabajaba los fines de semana y algunas veces entre semana, solo si tenia algo de tiempo libre, la paga era excelente, aunque muy apenas y podía pagar la renta de su departamento, pero de todos modos siempre le sobraba algo de dinero para poder llenar el pequeño refrigerador que tenia. 

—No tienes muchas energías — escuchó la gruesa voz de su compañero de trabajo. Ray era un alfa muy amable, aunque es demasiado coqueto con Louis y con todos los omegas que iban a la cafetería, aun así le agradaba. Es lindo, con unos ojos negros muy llamativos, labios delgados y color rosados y se podía decir que es muy alto. 

—Me desvele — bostezó,— debe ser por eso que me veo sin energía. 

—Cierto, eres de esos estudiantes que se desvelan haciendo sus trabajos para tener tiempo de sobra — negó un par de veces, ganando una risa severa del omega que estaba a unos cuantos pasos de él,— yo nunca fui así.

—Pero no tengo tiempo de sobra, sabes que siempre estoy corriendo de una lado a otro. Incluso es un desastre venir a trabajar a este lugar. Ahora sé porque terminaste tocando en una banda.

—No es bueno para tu cuerpo — apretó los labios al ver la mirada de Louis,— no porque seas pequeño...digo que no es bueno que estés de un lado a otro y que tengas estrés todos los días. 

—No estoy estresado — tomó un trapo limpio y comenzó a secar las tazas que había lavado hace unos minutos.

—A ver, ven aquí — suspiró,— que vengas aquí te voy a quitar el estrés que tienes en tu cuerpo.

Por poco deja caer una de las tazas.

—Te voy a dar un masaje — hizo una sonrisa pícara,— ustedes los omegas son unos mal pensados, y luego dicen que somos los alfas. Dime, ¿qué pasó por esa cabeza cuando dije que te iba a dar una masaje?

—Nada, no pasó nada. ¿Por que tendría que pensar en algo?— movió un poco sus dedos.

—Ahora estas nervioso.

Iba a decir que no estaba nervioso, pero no pudo encontrar su voz para hablar. 

—Estoy esperando mi masaje — logró decir después de una rato de estar en completo silencio,— espero que sepas hacerlo bien, ya que tu ex omega fue masajista.

—Muchas gracias por recordarme a mi ex — como venganza apretó los hombros del omega con algo de fuerza, ganándose un quejido por parte de su amigo,— disfruta de mis masajes.

El alfa comenzó con sus masajes, se aseguró de hacerlo bien para no lastimar al omega. Louis soltaba leves murmuros cuando le dolía o cuando disfrutaba de los apretones que recibía en el cuerpo, incluso se atrevió a decirle a su amigo lo bien que era dando masajes.

—Si quieres recibir masajes como estos tienes que ser mi omega — rió al escuchar como el omega se ahogó con su saliva,— tranquilo, era solo una broma. 

Apretó los labios.—Más vale que haya sido una broma, Ray.

—Adivino, porque tienes alfa — había olvidado que también le contó a él sobre Harry y como últimamente han estado aun más juntos,— avísame cuando decidas cortejarlo.

—¿Por qué tendría que avisarte?— frunció ligeramente su ceño.

—Para saber que el omega que me gusta ya tiene alfa — dejó un casto beso sobre la cabellera del más pequeño,— aunque eso ya lo sabías. He pensado salir contigo antes de que marques a un alfa, no quiero tener problemas con Hazzard.