El Cortejo De Los Omegas

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Comenten mucho o me tardo en actualizar, háganme saber que tanto le gusta esta fic. Besos

Asintió con cuidado, esperando a que dijera algo más.

— Calvin es tu ex alfa — habló muy despacio. En su mente se crearon miles y miles de historias,— él te...él te hizo esto —  iba a tocar la cara del omega, pero recibió un manotazo como respuesta.

—No...no —  se apresuró en decir.— No seria capaz de ponerme una mano encima, es solo que... —  se sentía pésimo por no saber que decir.— Unos alfas trataron de atacarme y me golpearon, por suerte Calvin estaba cerca y pudo defenderme, él también recibió un par de golpes. Ya sabes como son estos tiempos, los omegas sufrimos de muchos asaltos y cosas así.

Se estaba esforzando para que sus palabras fueran creíbles, aunque estaba más que seguro que Harry le había creído, pues mostraba una cara de tranquila.

—Dijiste que irías con tu amigos a un bar ¿dónde estaban ellos?— frunció ligeramente su ceño,— siempre dices que ellos no te dejan solo. Que siempre están cuidándote como si fueras un niño.

Carajo. Doble carajo.

—Ellos — tragó saliva,— ellos estaban adentro del bar...bebiendo y yo salí para tomar aire fresco, suelo sentirme mareado cuando estoy al rededor de muchas personas. Fue ahí cuando los alfas llegaron y el resto ya lo sabes.

Deseaba que Harry creyera sus palabras.

—¿Seguro que me estás diciendo la verdad?

—Jamas te mentiría, Harry.

El alfa se paró de su asiento y fue hasta la cocina, en donde toma una bolsa de hielo para poder ponérsela en la cara a Louis. También tomó otra taza de chocolate caliente y sin más se regresó a la sala.

—Ven aquí — pero él no se movió. Hizo esto de sentarse a un lado del más pequeño para ponerle la bolsa, se aseguró de ser muy cuidadoso con él,— es un gran golpe, no creo que se quite rápido.

—Debes estar preguntándote del por qué vine a tu casa — hizo un sonido de afirmación,— es porque...no quiero que mis amigos me vean así, se pondrán como locos y querrán golpear a quien me hizo esto. No me gusta meterlos en problemas, siempre están golpeando a los alfas que me molestan. Trato de convencerlos de que puedo defenderme yo solo, pero no me creen — hizo una pequeña pausa.— Nunca he usado los ladrillos que llevo en mi mochila.

—Se preocupan por ti — retiró la bolsa de hielo,— incluso yo me preocupo por ti. Es hora de que empieces a usas esos ladrillos que llevas en la mochila e ir con la policía a reportar lo que te pasó.

Se atragantó.—No es una buena idea ir a la policía. Además, no recuerdo los rostros de esos alfas, así que no tiene tanta importancia que vaya a reportarlos.

—Pueden agredir a otro omega.

Suspiró.

—Iré cuando salga de la universidad.

—Espero que así sea — fue hasta el otro sillón,— por cierto, ¿cuál es el apellido de Calvin?

—Hertford — respondió con naturalidad,— ¿por qué preguntas?

—Solo me habías dicho su nombre.

—Oh, es cierto — soltó un par de risa,— es un apellido bastante raro, tardé mucho en poder aprenderlo.

Sacó su teléfono del bolsillo, tecleó el nombre de unos de sus trabajadores y le mandó un corto mensaje.

Necesito que investigues a Calvin Hertford, lo más pronto posible.