19

3.3K 303 123
                                    

—Tienes tres segundos para decirme algo o te cerraré la puerta en la cara.

Agresivo.

—Hablemos.

Pareció pensarlo durante unos segundos, su mirada estaba dirigida hacia otra parte, no sentía la necesidad de mirar los ojos de su amado.

—Pasa.

El departamento estaba impregnado del aroma de Louis, Harry tuvo que dar una calada grande para poder sentir ese aroma que tanto lo volvía loco. Debía admitirlo, extrañó mucho no oler a Louis en la mañana.

—Toma asiento, te traeré algo para que bebas — le dice,— ¿café o agua?

—Café.

Me siento nervioso. Mordió sus uñas, algo que casi no hacía. Louis debe sentir lo nervioso que me encuentro.

Al cabo de unos minutos Louis regresó a la sala con dos tazas de café en las manos, Harry fue muy generoso al ayudarlo a poner ambas tazas en la mesa que estaba en medio de los sillones. Luego de eso ambos se sentaron para arreglar sus problemas.

No sabían por donde empezar.

—Si tienes algo que decir este es el momento.

Tomó aire.—Sé que mandar a alguien para que te vigilara estuvo mal, pero me preocupa que no siempre estaré para cuidarte. Te prometo que no volverá a suceder.

—Un guardaespaldas sería una buena idea, pero que no esté siempre pegado a mí sino a una distancia pequeña.

—También pensé en eso.

Suspiraron.

—Ir a visitar a Calvin sin antes decirte también estuvo mal, sabía que si te decía ibas a enojarte y a decirme que no fuera a verlo porque no sería una buena idea — dijo despacio,— es por eso que fui sin decirte.

—Pensé muchas cosas cuando vi esas fotos.

—Sí, ya me imagino todo lo que pensaste — le dio una sonrisa de disculpa.— Por cierto, la manera en que quisiste retenerme no fue la mejor. Usar tu voz no fue la mejor manera de hacerlo, habrá momentos en donde sí puedas usarla. Tus feromonas tampoco fueron una buena opción.

—Lo sé, lo siento.

—Quizá en otras circunstancias...me podría gustar que uses tu voz y tus feromonas conmigo.

Los ojos de Harry brillaron ante esas palabras.

—Te diré cuando.

—Bien.

Se quedaron en un amargo silencio, la tensión entre ellos era muy fuerte. Harry quería lanzarse y besar los labios de su omega y no dejar de besarlo por horas, luego de eso irse a la habitación más cerca y hacerlo hasta que ambos terminaran cansados. Por otra parte, Louis solo quería estar entre los brazos de Harry, oler ese aroma que tanto lo volvía loco y dejarse llevar por él.

¿Por qué no lo hacían? Quizá porque ambos creían que no era un buen momento.

—¿Volverás a casa? La cama está fría sin ti.

—Volveré, sí.

Su corazón se aceleró.—¿Sabes? estuve hablando con Rin sobre nuestra pelea, supongo que ella te lo dijo.

—Me dijo que habló contigo antes de que yo le marcara, supongo que ambos necesitamos contarle nuestros problemas a ella. A decir verdad, hablar con Rin me suele relaja mucho.

—A mi también.

—Pero también estuve hablando con Olivia — el alfa se tensó,— fue de gran ayuda y sé que ella no te agrada pero es buena persona. Las cosas que hizo no fueron las mejores, se está esforzando por ganarse la confianza de todos.

El Cortejo De Los OmegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora