•❅Before Winter❅• Kookmin.

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El frío golpea su rostros y el pequeño viento eleva sus cabellos, los amantes iban saliendo de su departamento, el cual compartían desde hace dos años.

—Hace más frío de lo que esperaba— dice el rubio caminando hasta el auto.

—Lo se mi amor— concuerda el pelinegro.

Suben al auto y antes de ponerlo en marcha Jungkook se acerca a su novio para besar sus labios de color cerezas, aquello tomó desprevenido al rubio lo cual se sonroja y suelta una risita.

—Amo cuando te sonrojas para mi.

—Eres un tonto ¿lo sabias?

—Que me llamen estúpido si quieren, pero estoy completamente enamorado de ti.

—Amor, ya para— hablo el menor un poco nervioso y no dejaba de reír como un tonto.

Jimin sabía que su novio era un combinación perfecta de chico malo y el romeo que todos buscan. Por eso y muchas cosas más lo ama con todo su ser.

—Cariño— le llamá el menor— me encanta como esta creciendo tu cabello.

Con mucha delicadeza y cariño Jimin coloca uno de los mechos de su novio atrás de su oreja, veía el perfil del pelinegro con tanta admiración, mientras este manejaba.

—Te vez jodidamente sexy cuando manejas— dijo en un tono coqueto.

—Park Jimin, no me provoques.

El azabache hace una parada por que el semáforo marcaba en rojo, Jimin desabrocha su cinturón y se acerca a la oreja de su novio para dar un pequeño mordisco y terminando con un beso.

Aquello encendió algo en Jungkook, pues Jimin sabía perfectamente que las orejas eran su debilidad. Podía conseguir lo que quisiera si lo pedía en un tono coqueto mientras besara las orejas del mayor.

La sonrisa de Jimin se hizo más grande al darse cuenta que su novio buscaba un lugar para estacionarse sin que hubiera muchas personas.

Aunque casi no había nadie merodeando, era casi medianoche y se dirigían a la casa de los padres del rubio a la cena de año nuevo. Iban un poco demasiado tarde, pero esto era a propósito.

Los señores Park no aceptaban para nada a Jungkook, decían que no estaba a la altura de Jimin y pues el azabache lo entendía, él no tenía dinero como el rubio lo tenía. Con solo un trabajo de medio tiempo y siendo estudiante de administración de empresas no había mucho que ofrecerle.

Pero eso no detuvo a su pequeño novio de enemorarse de él, se conocieron en el último año de la preparatoria, donde Jungkook ganó una beca de estudio en un colegio de niños mimados ; como el azabache les llamaba.

Pensó que iba a ser un martirio pero no todo fue así, lo recibieron bien aunque se podría decir que al ex novio de Jimin no le agrado mucho que el chico nuevo llamara la atención del pelirosa— ese color usaba Jimin en la preparatoria—.

Jungkook encontró un pequeño lugar donde aparcar el auto, era oscuro y muy solitario. Apago el vehículo y esto solo hizo que Jimin se lanzará a sus brazos.

Deboraban los labios del otro, con pasión y amor, con lujuria y devoción. El pelinegro hizo su asiento hacia atrás y Jimin se subió a horcajadas sobre él. Todo el ambiente empezó a calentarse.

Jungkook besaba cada parte del cuello del rubio, el cual no podía evitar soltar pequeños gemidos, los que eran callados por la boca del mayor.

Jimin sin pensarlo más, se levanta un poco para quitar sus pantalón y ropa interior, queriendo arrancar la camisa del fuerte hombre que se encontraba bajo suyo.