Prefacio.

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Münich, Alemania.

Mansión Stewarts. 03:58AM.


NATALIE

Oscuridad...

Mis párpados se sienten pesados, ¿Cuanto tiempo llevo inconsciente? Un reloj frente a mí marca la hora, 03:58AM. ¿Que fue lo que pasó? Yo estaba a punto de subir al pasillo cuando...

Él, fue él...

Ese silbido, lo conozco.

Termino de abrir mis ojos por completo y examino la habitación donde estoy, la conozco, era la habitación de mí padre.

Lágrimas comienzan a correr por mis mejillas, esa noche fue horrible, cuánto deseé que todo eso no hubiese pasado. Al estar más consciente de todo me fijo que no estoy sola, tres sujetos están conmigo, dos mujeres y un hombre. Este tipo y las mujeres se me hacen muy conocidos por la forma de sus cuerpos.

Las dos mujeres estaban en una esquina y el hombre en otra sentado sobre una silla con sus brazos apoyados en el espaldar de ella, él si que es intimidante. Intento levantarme, intento fallido, estoy atada, los pies y las manos atados a la silla.

Una voz profunda invade todo el silencio de la habitación. —Al fin despiertas dulce Natalie.

Trago grueso, no sé qué piensan hacerme. —Yo, yo.... Yo. —mi voz se traba y no puedo hablar con claridad.

—Shhh... No es necesario que hables. —dice el tipo que lleva rato viéndome desde que desperté.

Esa voz... Intento ver quiénes son pero la oscuridad de la habitación es imposible que me deje ver, solo hay un poco de luz que se cola por la ventana, pero no es suficiente para iluminar el lugar.

—¿Por qué me tienen aquí? —pregunto.

Mi mirada iba del lugar donde estaban las chicas sumamente quietas y el tipo sobre la silla.

El hombre toma un suspiro, se separa de la silla y con suma delicadeza comienza a caminar a dónde estoy yo.

Ese color de cabello, se me hace muy familiar...

El caminó hasta quedar frente a mí, estupefacta lo observo, ¿Todo este tiempo fuiste tu? Mi respiración se acelera y se torna pesada, su rostro descubierto frente a mí.

Sus ojos, esos ojos de colores diferentes los conozco a la perfección.

Una sonrisa curva sus perfectos labios rojos y habla. —¡Sorpresa!

Todo Este Tiempo Fuiste Tú © ✔️ (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora