"es la cordura un estado mental, o es una ilusión, será que los locos están locos por revelarse a la sociedad o están cuerdos y ven como locos a todos a su alrededor, es el eterno debate"-The God
Narra Clío:
Recuerdo la primera vez que conocí a Matt, como un recuerdo agridulce, en ese entonces estaba furiosa con el mundo y conmigo misma, Matt aprovecho esa vulnerabilidad y la uso en mi contra, en ese entonces pensaba que él era como los otros humanos; un ser arrogante que usaría cualquier medio para lograr lo que quiere, pero con el paso del tiempo él y Alicia me mostraron que incluso entre los humanos existen personas gentiles, tenía en alta estima a ese hombre, pero ahora el hombre frente a mis ojos, no era ni su sombra. Dentro de la habitación, encontré a Matt en un pabellón psiquiátrico, con un sombrero de papel armando una extraña fiesta de té, pero todas las sillas estaban vacías:
- no, no puedes beber más te, esta es tu décima taza Olaf.
- Henry, debes ser paciente las galletas ya están por llegar.
- si tienes razón, deberíamos tener todas las galletas que queramos, pero no se puede este es el mundo real.
*Clío se acerca a Matt con terror:
-Matt, ¿estás bien?
-he, he, he, no puede ser eres tú, no esperaba verte hoy.
-Matt tú me...
-gato sonriente, te echábamos de menos, vamos únete a la fiesta.
- Matt que está pasando...
- vamos siéntate justo al Clementina, es que esta deprimida porque su hija la derroco, pero no es un día para estar deprimido, hoy es un día de fiesta.
- ¿Día de fiesta?
- hoy es el día del no cumpleaños de Olaf, saluda a nuestra invitada.
-. . . . . .
- él es todo un bromista, tranquila en no te hará nada, Olaf no puedes hacerle nada, solo tiene dieciséis añitos es una bebe.
-Matt, sabes cuánto tiempo ha pasado.
- ¿tiempo? Aquí el tiempo no importa, es decir todos tiene diferente tiempo, hasta tú tienes diferente tiempo, no es verdad Alicia.
- ¿Alicia?, concéntrate, te necesitamos para detener a Alicia.
- ¿detener a Alicia?, ¿porque querría detener a Alicia?
- porque si no ella nos matara a todos.
*Matt empieza a reír:
-matarnos a todos, oye Alicia escuchaste eso, nos mataras a todos.
-Matt a quien le hablas.
-a la reina Alicia, no vez como te mira.
-Matt, ... ahí no hay nadie.
- ¿que?... claro que ahí hay alguien, estamos rodeados de personas, que no lo ves, gato sonriente.
- porque me llamas gato sonriente.
-porque eso eres, ahora sonríe para nosotros.
*Matt mete los dedos en la boca de Clío tratando de forzar una sonrisa:
-Matt... espera... suéltame.
* Clío hace crecer hierba de Morfeo en su mano y golpea a Matt en la cara noqueándolo al instante.
¿Qué le ha pasado a Matt? Ha enloquecido completamente, seguro que ese canalla de Nash sabia de esto y tiene algo que ver, pero en este momento lo más importante es sacar a Matt de este manicomio; Salí de la habitación un momento, y tome una silla de ruedas, delicadamente coloque a Matt sobre ella, y avance por el hospital, me dirigía hacia la salida cuando encontré al maestro:
-Clío lo encontraste, ¿pero que le paso?, y ese olor ¿usaste hierba de Morfeo en él?
-maestro, no tenemos tiempo, tenemos que irnos...
- ¿pero Clío de donde sacaste hierba de Morfeo?
-yo la...
De donde la saque, aún tenía el inhibidor puesto, ¿cómo es que fui capaz de usar mi poder?, mientras avanzábamos por el hospital, hasta la salida, no dejaba de darle vueltas a mi cabeza; mientras seguíamos por los pasillos parece que nadie estaba interesado en detenernos, quizás porque el hospital en si era propiedad de la mafia, seguimos avanzando hasta salir del edificio:
-bueno veo que lo encontraron, ahora será mejor que....
*Clío golpea a Nash en la cara:
- ¡que le hiciste, Nash!
- bueno no sé de qué me acusas, pero, ¿serviría un lo siento...?
*Clío se pone sobre Nash golpeándolo varias veces en la cara, hasta que vuelve a su forma druídica:
- ¡tú sabias sobre esto!
- ¡porque decidiste dejarlo en ese estado!
- ¡o no fuiste tú!
- ¡fue acaso obra de "ese hombre"!
* Nash, le da la vuelta a la situación y ahora él está sobre Clío:
-escucha mocosa, no sé lo que haya hecho para hacerte enojar esta vez, pero cuando deje a Matt aquí estaba en perfectas condiciones.
-si tu hubieras visto lo que yo vi, entonces...
-entonces que, ¿me hubieras matado?, no tienes lo que se necesita niña. Además, como te enteraste de "ese hombre".
- los escuche hablar sobre el antes.
-niña, si eres inteligente, te guardaras esas ideas, y no querrás meterte con "ese hombre".
* Nash se levanta y le extiende la mano a Clío:
-por ahora debemos llevar a Harker a un lugar seguro, debemos ir al hotel y reagruparnos.
*Corazón, empieza a olfatear a Matt:
- ¿Qué está haciendo tu compañera?
*corazón besa a Matt:
- pero que cree que....
- espera mira lo que va a pasar.
*corazón se separa e Matt:
- una pregunta por casualidad lo viste hablar solo antes, desvariar y mencionar una fiesta de la alta sociedad, llena de personas muertas, o algo por el estilo.
-Sí, dijo específicamente, fiesta de té, y menciono a una reina Alicia.
-entonces es peor de lo que pensaba.
- ¿y qué le pasa?
- el cuerpo de Matt está en perfecto estado, pero su mente está brincando por el tiempo.
- ¿Brincando?
- es algo que le suele pasar a algunos amos, tiende a pasarle a uno cada 100 años, por lo general tienden a enloquecer y morir, pero parece que Matt solo enloqueció.
- y hay alguna forma de curarlo.
- bueno a menos que puedas entrar a su mente solo se me ocurre una forma capaz de revertir este estado.
*Nash alza la voz:
- no te atrevas a sugerirlo.
- lo siento, pero ya que no podemos contar con "ese hombre", esta es la única forma.
- sabes que, si lo hacemos, ese hombre nos matará y a ti ¿quién sabe lo que te hará?
- ya me estoy jugando el cuello por ti, apóyame en esto.
*Nash prende un cigarro:
-está bien, pero si morimos por esto, lo vas a lamentar.
- ¿de qué están hablando?
- de robar a la maldita reina de diamantes.
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Wonderland Nigthmares parte 2
Fantasiel juego del destino continua: un año después de los acontecimientos de la anterior entrega, una nueva amenaza atenta contra las cuatro naciones, y en esta ocasion nuestros héroes no estarán preparados para enfrentarla. nos ponemos en los zapatos de...