Capítulo 14

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- yo creo que está todo más que hablado no crees?
- no. Sube al coche.

Miré hacia mi balcón, quería comprobar que nadie miraba desde mi casa...
No dije nada, solo me dirigí a su coche, abrí la puerta y me senté en el asiento, mi movil recibió un mail.
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Hola Izan! Estoy en el cine esperando a que empiece la película, Brandom me ha invitado a salir. Se porta muy bien conmigo, es un cielo tal y como esperaba.
Mañana a las 9 te espero en casa, me apetece desayunar contigo.

Javier Dorian
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- ¿malas noticias?
- más o menos... ¿Donde vamos? ¿Me llevas a tu casa otra vez? Perfecto! Así repasaré con mi jefa la entrevista de mañana.
No dijo nada, solo me miró durante dos segundos y devolvió la mirada a la carretera.
Tenía el estomago destrozado de los nervios... Cada vez me dolía más... Estaba muy tenso y a la vez desesperado por saber que estaba pasando en el cine... Se habrían besado Javier y Brandom?
El silencio me iba a matar... Llegámos a una antigua ermita... Y se bajó del coche.
Se acercó a un mirador... Se veía toda la ciudad iluminada. Apoyó sus manos en la baranda de madera desgastada...
Me acerqué a él por detrás...
- estas bien?
- No.
- puedo hacer algo?
- sí, escucharme sin interrumpirme.
- esta bien... - me puse a su lado, y también me apoyé en la barandilla.
- Todo ha sido un error. Una equivocación por mi parte, la primera vez que te vi, estabas trasteando el ordenador del Sr. Dorian, era como por fin ver en color.. Así que me atreví a saludarte, después salí a fumar y cuando entré vi que estabas hablando con mi esposa, así que pensé que erais amigos. No podía dejar de mirarte... Necesitaba largarme de allí, lo que siento contigo esta prohibido para mi. Pero aún así busqué tu mail en la agenda de Rocío y te escribí. Antes de seguir quiero que sepas que esa noche fue la mejor de mi vida. Nunca me había sentido tan feliz y tan lleno... Por primera vez mi cala, y mi casa se llenaban de vida. Nunca imaginé que eras modelo y que trabajas para ella. Lo que más me duele es que tengo claro lo mal que lo has debido pasar pensando que he jugado contigo y con tus sentimientos.

Bajó la mirada al suelo y hubo un silencio que me pareció eterno.

- por que estas con una mujer si eres gay?
- desde pequeño tenía claro que me iban a gustar los chicos... Pero mi padre cuando se enteró que se lo había explicado a mi madre, vino a mi habitación... - volvió a levantar la cabeza, y estaba hecho un mar de lagrimas. - me ordenó a quedarme en ropa interior. - lo costaba un poco hablar, los labios le temblaban involuntariamente.- Cerró el seguro de la puerta para que nadie pudiera entrar... Se quitó el cinturón y con la hebilla me golpeó hasta ver que mi cuerpo estaba lleno de sangre por todos sitios... No dejaba de insultarme... Cuando abrió la puerta mi madre entró llorando y destrozada. Mientras me había estado pegando, mi madre aporreaba la puerta gritando; déjame entrar.
- y después? - Pregunté titubeando... Me daba miedo seguir preguntando... Mis lagrimas se me estaban saltando, su historia era realmente triste... No quería verle así... Quería abrazarlo y darle todo el cariño que necesitaba.
- amanecí en el hospital. Mi madre me había llevado durante la noche, los médicos preguntaron y mi madre lo culpó. Estuvo unos pocos días encerrado, pero tenía muchos contactos, gente corrupta que le ayudó a salir en poco tiempo. Ellos volvieron, mi madre lo perdonó creyendo que nunca más iba a hacer algo así.

Me acerque a él, y nos fundimos en un abrazo increíble... Dios mío que bien me sentía con él, su cuerpo y el mío encajaban a la perfección en el abrazo... Me hubiese quedado así para toda la vida... Nos separamos sin alejarnos y siguió contándome...
- Después mi vida cambió. Jugué a fútbol, a basketball, intentaba no mirar a los chicos más de lo normal y lo necesario. Con los años conocí a Rocío en la boda de una prima. Era una cría, su vida era el baile... Era muy conocida ya entonces, una bailarina excepcional. Cuando bailaba, daba la sensación que estaba volando. Ví que era una buena chica, una chica emprendedora y además bonita, y supe que si tenía que pasar el resto de mi vida con una mujer, tenía que ser ella. Al poco tiempo, mi padre, inseguro de mi relación con Rocío, me obligó a casarme rápido. Y así lo hice.
Pero... ¿Sabes? La herida que más me duele, es la de no haber vivido la vida como yo quería.
-ojalá pudiera curártela... - las respuestas ya fluían solas.
-Ya no se pueden recuperar esos años perdidos Izan... Pero al menos puedes intentar que este momento sea mejor.
Se acercó lentamente a mi... Muy lentamente y por fin, me besó, era impresionante lo bien y lo dulce que me besaba... Era como si la ciudad que teníamos bajo nosotros se hubiera paralizado y solo estuviéramos él y yo en el mundo.

Osadía codiciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora