Capítulo 16

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Había pasado una noche mágica... Y había dormido especialmente bien. Me desperté muy temprano, el sol entraba en la habitación pero aun hacía frío. Tenía unas ganas infinitas de que llegara el verano, y no faltaba mucho...
Aarón no estaba en la cama, así que me dediqué durante unos minutos a observar minuciosamente todos los detalles de la habitación, todos los marcos y muebles eran blancos, pero con un toque antiguo... Nada de retratos para variar. Recordé lo bonito que había sido pasar la noche con Aarón, había estado impresionante... Dulce, atento, cariñoso incluso un tanto infantil a ratos, había estado juguetón y un tanto travieso.
Me levanté envuelto en el edredón enorme con el que habíamos dormido y me asomé a la ventana, hacía un día precioso, muy despejado con un sol que abrigaba.
Cogí mi iPhone para mirar que hora era, me impresionó ver que me había despertado tan temprano y sin despertador, todo un récord!
A las 9:00am había quedado con Javier para desayunar, pero todavía tenía tiempo de sobras para despejarme tranquilamente...
Me vestí, y salí al salón... La chimenea estaba encendida, y la verdad era de agradecer...
- ¿Aarón? - no tuve respuesta así que imaginé que no estaba en la casa...
Me asomé a un ventanal del salón, y ahí estaba, sentado al borde del final de un largo muelle de madera...
Me quedé observándole durante minutos, era una imagen preciosa, vestía unos vaqueros y un jersey de lana blanco, con un cuello enorme, sostenía entre sus manos una taza de café... Como me hubiese gustado saber que estaba pasando por esa cabeza... ¿Estaría arrepentido? ¿O se habría decidido a hacer un cambio en su vida?
Necesitaba salir de dudas, así que no me lo pensé ni un segundo más.
Salí al exterior, hacía frío en los sitios donde no daba el sol...
Caminé por el largo muelle, el crujir de la madera hizo que se percatara de mi llegada y se puso en pie...
- buenos días, ¿que tal has dormido?
- bien, muy bien... Me atrevería a decir que mejor que nunca. - enseguida se le dibujó esa sonrisa que me volvía loco, y yo también le sonreí... Se acercó a mi y me cogió entre sus brazos. Que bien olía y que bien me abrazaba, ¿por que no podía ser siempre así? ¿Por que no podíamos estar juntos como cualquier pareja que se ama? - tenías razón a noche, nunca lo olvidaré... Gracias por haber aparecido en mi vida.
- no me agradezcas eso Izan, que haya aparecido en tu vida solo puede traerte problemas... - se giró y se puso al borde del muelle dándome la espalda... Me acerqué a él y lo abracé por detrás...
- nunca más me digas eso... Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. - se volvió hacia mi lentamente...
- Izan, tu también significas eso para mi, nunca había estado antes con un hombre, ya te conté a noche porque... Así que has sido el primero para mi.
- tu también has sido el primero para mi.
- si pero tú podrías darme una relación estable Izan, amor, cariño, todo lo que me has dado esta noche... Yo no.

Entendí perfectamente lo que me quería decir... Había sido como soñarlo, nunca más pasaría. Y si pasaba, iba a ser solo eso, una noche de amor desenfrenada. No podía contener mis lágrimas, era imposible.
- tengo que marcharme
- izan lo siento de verdad
- tranquilo Aarón, estoy bien en serio. Se me pasará ya lo veras...
Me di la vuelta y empecé a caminar por el muelle, mis lágrimas cada vez eran más seguidas no podía contenerlo, lo había tenido todo durante horas... Ahora me iba con las manos vacías.
-Izan! - me paré de repente al escuchar mi nombre... Y me gire con la cara empapada de lágrimas... Y con la pequeña esperanza de que hubiera cambiado de opinión... -no vas a darme un abrazo antes de irte? - caminó hacia mi lentamente con los brazos abiertos... Y los ojos encharcados en lágrimas. Llegué hasta él y me fundí en un abrazo que me hizo llorar más todavía... Sentía que lo perdía, lo perdía para siempre, sabiendo que sentía lo mismo que yo. ¿Porque este maldito mundo esta lleno de tantos prejuicios estupídos!? ¿Por qué por ser famoso o tener un buen apellido no podía dejar lo que tenía y ser feliz conmigo? Maldita sea! Esas preguntas rebotaban en mi cabeza cada vez más fuertes.
- Izan - me dijo mientras me separaba de él unos centímetros y me sostenía la cara para que le mirara a los ojos - quiero que sepas que eres muy especial para mi, por favor no quiero que pienses que estoy jugando contigo...
Te quiero. - volvió a abrazarme, esta vez mas fuerte, como cuando te despides de alguien. No pude decir nada, mi cuerpo y todo mi ser no aguantaban tantos sentimientos... Estaba literalmente destrozado. Y en mi, se tatuó ese te quiero de por vida.
Me di la vuelta de nuevo, y me marché... Entré en la casa y llamé a un taxi.
Cogí mis cosas y se me ocurrió dejarle una nota, ya que antes no había podido pronunciar palabra... Miré por la ventana y vi que seguía en el muelle, así que busque un papel y le escribí...

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TE QUIERO,
Y SIEMPRE SERÁ ASÍ
HASTA QUE EL MAR SE QUEDE SECO.
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Salí y el taxi me estaba esperando... Subí al coche y me llevó a casa de los Dorian... Estaba destrozado no quería marcharme de allí... El camino se me hizo eterno... No podía dejar de llorar, noté incluso que el taxista me miraba varias veces a través del retrovisor, quería parar de llorar, era incomodo, incluso algo vergonzoso pero no podía parar.

Bajé del coche, algo más tranquilo... Pero igualmente no era yo... Estaba mal. Mi móvil empezó a sonar pero no respondí a la llamada... Era Javier.
Toqué al timbre y una de las chicas del servicio me abrió,
- buenos días Sr. Izan!
- buenos días, he quedado con Javier para desayunar...
- sí, el señor se esta preparando y en seguida baja
- gracias.

Me senté en unos de los grandes sillones del vestíbulo... Toqué el terciopelo rojo del sillón y me recordó a ese momento de pasión con Aarón...
Me sacó de mi recuerdos las risas de Javier, estaba en el piso de arriba y aún así se oían... Lo que más me impactó fue verlo tan feliz y tan sonriente bajando las escaleras de su mansión de la mano de Brandom.
¿Tan bien les iba?

Osadía codiciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora