Capítulo 4

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Lo busqué entre la gente, sin parecer demasiado desesperado por si me estaba viendo... Solo veía hombres y mujeres brindando con cava, todos muy sonrientes, entre ellos vi como el Sr. Dorian estaba saludando a Javier, me acerque rápidamente

- Estas mejor? Mas animado? - le pregunté impaciente
- Sí gracias Izan no me puedo creer que no venga... - me dijo agachando la mirada al suelo
Le levanté la barbilla con mi dedo índice...
- Ey, si le gustas de verdad, vendrá. A lo mejor no ahora, pero vendrá.
-Gracias Izan, que haría sin ti?
-Anda tonto! Vamos a tomar una copa que nos hace falta a los dos..
-A los dos? - Me preguntó extrañado
- A los dos Javier... Te tengo que contar algo, acompáñame... Tomamos una copa y te cuento
- uuuuh! Que misterio.... - me dijo en tono burlón, me alegré de que ya no se sintiera mal.

- Izan te aseguro que no conozco a ningún socio ni trabajador de mi padre con esas características - dijo extrañado y buscando con la mirada a alguien similar
- oye Javier, voy a salir al jardín a tomar un poco el fresco - tenía que buscarlo como fuese...
Salí al jardín, y no estaba, no podía ser! Pero por que? Para un hombre que me gustaba de verdad y desaparece? No me lo podía creer... Se me ocurrió que tal vez había ido al servicio, miré y tampoco, lo tenía claro aquel chico se había ido de la fiesta... Así que regresé al jardin.
-Izan! Te estaba buscando - Javier venia acompañado de una mujer impresionantemente atractiva, era rubia con el pelo largo, y sus pestañas largas enganchaban cuando te miraban, era delgada y llevaba un vestido ceñido negro, tacones fucsia y bolso a conjunto... - quería presentarte a Rocio, ella es directora en una de las agencias de modelos más famosas de Barcelona.
-mucho gusto Rocio - le dije estrechándole la mano, me sorprendió lo delicada y suave que era...
-gracias el placer es mío! - bellísima y sonriente, estaba espléndida...
- Esta buscando un chico joven y me ha preguntado a mi, y por supuesto el chico mas guapo que conozco pues...
-Jajajaja es una broma Javier? Quieres que haga de modelo? - nunca se me había pasado por la cabeza dedicarme a la moda... Pero... Se acercaba a la vida que yo quería conseguir? Probablemente....
- Izan, no quiero presionar a nadie, te dejo mi
Tarjeta y si estas dispuesto llámame, por mi parte estoy interesada. - giró la mirada hacia Javier - cielo me marcho ya tengo dos reuniones muy importantes y contratos que cerrar, nos vemos pronto - me miró y terminó su frase - espero...

Se despidió con una sonrisa preciosa y entro en la galería...
- no me lo puedo creer Javier! Modelo?? - le dije en tono de reclamación
- Sabes de sobras lo que vales... Aprende de una vez que en la vida nos dan unas armas... Encuéntralas y utilízalas...

Salimos de la inauguración y yo todavía buscaba al hombre misterioso de la fiesta... Temía que se me borrara su cara de la mente pero sus ojos se me habían quedado clavados.
Me imaginé todo el camino de vuelta como seria mi vida con un hombre como él, viajes, ropa de marca, yates, coches, casas de lujo... Mmmm lo mejor que me podría pasar...

Llegué a casa y mi madre me esperaba en el salón, estaba muy contenta por que había podido comprar cena... Macarrones...
- Hijo! Vamos a cenar! mira! Macarrones!
- oooooh mamá! Es increíble macarrones! - dije en tono despectivo y burlón...
- que pasa hijo? a ti siempre te han gustado los macarrones.
- mamá ya basta! Siempre me habían gustado los macarrones por que somos tan pobres que hasta ahora sólo había probado lo malditos macarrones! Dime con alegría que hay cena cuando prepares marisco o carne! No quieras dejarme boquiabierto con unos simples macarrones! - la deje llorando en el comedor y me metí en la habitación.

No dio tiempo ni a ponerme el pijama cuando entraba mi hermano Andrés a mi habitación sin tocar a la puerta.
- tu eres idiota o que?
- déjame en paz Andrés!
- como vuelvas a gritarle a mama te juro que te reviento la cabeza!
- hazlo si tienes cojones!
Es lo ultimo que recuerdo de esa conversación, me dio un puñetazo en toda la boca y salió de la habitación...
No podía dejar de llorar... Mi vida era una mierda... Y encima ahora tenía el labio partido, genial... Salí al balcón de mi habitación y contemple las estrellas, pensando en mi futuro... Y si estaría aquel hombre de ojos verdes en el.

Osadía codiciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora