Capítulo 28

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Por fin empezamos a descender... En breve estaríamos aterrizando y Adele todavía no se había despertado, el copiloto seguía llorando... Por lo visto le tenía un cariño especial, un cariño del que sin duda, yo iba a sacar provecho.
- Ayúdeme a tumbarla en la cama por favor - una mirada de súplica hizo que aceptara...
- me agaché y cogí por la espalda a la chica, y ésta nada mas elevarla abrió los ojos...
- me he dado un golpe, me duele mucho la cabeza
- sí, es evidente que te duela... Tienes la cara llena de sangre. - dije simulando preocupación - ves a lavarte al baño, y no te toques la herida... - la joven fue dando tumbos hacia el lavabo y el copiloto la iba a seguir pero lo frené con la mirada...
- Sr? Puedo ir ayudarla?
- como te llamas?
- Román
- Román... Te voy a decir algo, de aquí en adelante volaré en este avión cuando a mi me plazca, a donde a mi me plazca y las veces que que a mi me plazca...
- ¿con el permiso de Sr Brandom quiere usted decir no?
- ya te he dicho cuando a mi me venga en gana... Haréis lo que yo os diga y no le diréis ni una palabra de esto a Brandom.
- ¿por qué crees que haría algo así?
- por que si no, tu y tu novia os quedareis en el paro... Solo tengo que decirle a Brandom lo de vuestra relación. ¿Sabes que tienes prohibido tener relaciones personales con compañeros y clientes de la empresa no Román?
- sí Sr.
- bien... Creo que ya nos entendemos mejor. También me darás la información que yo te pregunte ¿ha quedado claro?
- Sí Sr.
- ahora ve y llama una ambulancia para Adele, vamos vete.
- con permiso Sr.
miré por la ventana y ya estábamos aterrizando... Por fin en Barcelona, mi tierra...
Cuando paró el avión, la ambulancia ya estaba esperando a Adele, que salió la primera con la ayuda de Román con papel higiénico en la frente tapándose la herida. A mi la situación me causó mucha risa la verdad... Empecé a reír yo solo, como un desacorde mental... Él piloto salió de la cabina y después de pedirme mil disculpas se dirigió a descargar mi coche, el cual estaba seguro que iba a dejar boquiabierto a Aarón, él que adoraba los buenos coches...
La noche era oscura y calurosa... Miré al cielo y contemplé las estrellas, se veían muy claras... A la perfección. Me subí en el coche, conecte mi iPhone para poner la música del iPod y lo descapoté... Se acercó el copiloto con cara de preocupación...
- Sr. por favor no le diga nada al Sr. Brandom
- me da igual con quien te líes Román... Solo haz lo que te diga o pida y no tendrás ningún problema... Al revés quizá hasta te haga algún que otro regalillo en metálico... - le guiñé el ojo y salí del aeropuerto con la música alta, y a alta velocidad. Me moría de ganas por llegar ya a casa de los Egas... La cara de Aarón, me moría por verla!
Me gustaba mucho como me daba el fresco en la cara, y lo solitaria que estaba la autopista... Llamé por el manos libres a Rocío y su voz se escuchó con eco
- ¡¡¡Izan!!! ¿No vienes al final? ¡¡¡Yo he preparado cena y todo!!!
- ¡hola eh Rocío!
- hola guaperas - me dijo entre risas
- ¡ya estoy aquí! Estoy llegando, solo quería preguntarte eso, si cenábamos fuera o en tu casa pero ya tengo la respuesta. Así que no te preocupes en quince minutos estoy ahí
- ¡bien! ¡Te espero amor no corras!
- ¡tranquila! Llegaré bien...
Seguí conduciendo y ya se empezaban a ver carteles que indicaban que mi trayecto estaba finalizando, encendí la radio y Ella con su tema Ghost maquilló la noche de alegría...
Estaba muy nervioso, empecé a entrar en el camino de tierra que finaliza ya dentro del chalet de los Egas. Cuando llegué a la casa Rocío saltaba eufórica en la puerta, salto tres escalones y vino a darme un abrazo que casi me desmonta...
- ¡Izan! ¡No me creía que fueras a venir! ¡Pero si estas guapísimo! ¿Y este cochazo? ¡Dios! ¡Izan estas guapísimo! ¿Esto qué es un Armani? O un ¿versace? - la chica no me dejaba ni hablar, me estaba volviendo loco
- ¡Hola Rocío! ¡Si no me dejas hablar y me sigues preguntando cosas luego no me voy a acordar de todas las respuestas! - dije riéndome a carcajadas por que la verdad con Rocío me reía muchísimo
- Izan ahora enserio - cambió totalmente el tono de su voz, ahora era delicado - ¿estas bien? Te veo diferente solo han pasado seis meses y te veo muy cambiado, eres mas hombre y tus facciones son más agresivas... Vistes diferente y llevas un coche que hoy en día me costaría pagarlo a mi... ¿Que estas haciendo?
- ¿cómo que que estas haciendo? ¿Que estas insinuando? - le sonreí - estoy bien, vivo como siempre quise, y con un novio guapísimo - volví a reír maliciosamente
- Izan, le hiciste mucho daño a Javier, él sigue destrozado..
- lo siento Rocío, me enamoré de su pareja, pero por dios Brandom le había dado quizá tres besos nada más, el desde que llegó a casa de Javier me quiere a mi
- bueno esto es un tema privado, y además aquí fuera no me gusta hablar de cosas así, vamos entra cariño ¡he preparado una cena riquísima!
la seguí y antes de entrar miré el muelle, estaba precioso la luna se reflejaba en el agua...
- ¡Izan! ¡Vamos entra no quiero que salga Milú a estas horas!
- de acuerdo voy - me apresuré y entré en la casa, la chimenea estaba encendida y fue como volver a ver la escena de amor que tuve con Aarón... La mesa pequeña del sofá estaba preparada, íbamos a cenar igual que aquel día sentados en la alfombra... Pero hubo algo que me llamó la atención...
Sólo habían dos comensales preparados
- ¿y tu marido? ¿No cena con nosotros? Creía que...
- Aarón me ha dicho que prefiere dejarnos solos... Además le dolía un poco la cabeza y creo que ha ido a pescar...
- ah de acuerdo... Bueno mejor así te puedo contar todo - sonreí levantando la ceja lo que produjo en ella una risa preciosa.
Nos sentamos y Rocío sirvió mi copa de vino, la cena estaba buenísima, y el vino también...
Hablamos durante rato, después de la cena abrimos dos botellas de cava, riendo, hablando contándonos como había sido todo para unos, y para otros... Fue un rato muy divertido, además de que íbamos ya algo ebrios, reíamos sin parar, recuerdo verla revolcarse por la alfombra de la risa... Cuando estábamos ya agotados Rocío me acompañó a la habitación de invitados y le di un abrazo fuerte...
- Rocío, empezaste siendo una jefa, pero hoy quiero agradecerte que te hayas convertido en mi amiga... Gracias por todo, por estar siempre ahí, por ser la única que ha entendido por qué lo hice, y por acogerme en tu casa...
- acarició mi cara y mi pelo... Estas en tu casa.
Cerré la puerta y me fui al baño, me quité la camisa y miré mi cara en el espejo, intentando ver esas facciones me bajé los pantalones y me quedé en ropa interior, fui al dormitorio, abrí la maleta y de repente escuche una piedrecita chocar en el cristal de una de las ventanas... Al principio me asusté, me acerqué poco a poco y otra china chocó en el vidrio, abrí de golpe y me asomé... Mi corazón dio un vuelco y me quedé sin respiración... Aarón vestido de blanco lino estaba a los pies de la ventana montado a caballo, y sostenía las riendas de otro ensillado pero esperando a alguien que lo montara...
- ¿Todavía sabes montar? ¿O en Francia montas otra cosa?
- podría galopar mejor que tu
- ¿ah si? Aquí te espero - corrí por la habitación hasta la maleta, me vestí lo más rápido que pude y salté por la ventana... Cuando aterricé en el suelo los caballos se alborotaron
- shhhh... - me erguí poco a poco y me acerqué a mi caballo, este me miraba y me olfateaba las manos, le acaricié la cara, el enorme cuello, cogí las riendas y me monté...
- ¿Y ahora que?
- sígueme si puedes, tenemos que hablar.

Osadía codiciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora