XI

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Habían pasado dos meses desde que Kyungsoo había reunido el valor suficiente para abrazar a Baekhyun, sin embargo, no había vuelto a hacer otro avance con él o con Chanyeol.
Si bien, era cierto que no la había pasado tan mal después de aquel abrazo, como en otras ocasiones, aún sentía mucho miedo. En especial porque había vuelto a tener otros incidentes con personas ajenas a él y había sufriendo muchísimo por eso. Incluso llegó a pensar que estaba empeorando en ves de mejorar y eso le había asustado aún más, pero Jongdae le dijo que no era verdad, que dejara de pensar esas cosas.
Con quien sí había logrado tener más avances había sido con su mamá, y estaba inmensamente feliz por eso. No podía abrazarla todos los días, pero sí con frecuencia. También podía dejar que su madre acariciara sus mejillas y le besara. En ese aspecto sentía que sí estaba mejorando, pero pensaba que seguía sin ser suficiente.

Aquel día se encontraban Chanyeol y él en los vestidores del gimnasio, pues el alto había entrado al equipo de baloncesto y estaba acompañándolo después de la práctica. Jongdae se ofreció a acompañarlo por si sucedía algo, pero quería pasar un tiempo a solas con Chanyeol, por lo que le agradeció, pero se negó, y le pidió que le hiciera compañía a Baekhyun.

—Has estado muy callado —observó Chanyeol, guardando sus pertenencias en su maleta—. ¿Sucedió algo? ¿hay algo en lo que te pueda ayudar? —preguntó colgándose la maleta en el hombro, y se enderezó para quedar frente a frente con Kyungsoo.

—No es nada —dijo sonriendo—. Sólo estoy pensando.

—Sí, te ves lindo cuando piensas —dijo sonriendo y Kyungsoo se sonrojó—. ¿Y en qué piensas? ¿se puede saber?

—Es sólo que... —dijo sonrojado, mirando sus pies—. N-no es tan fácil decirlo —dijo nervioso.

—Tranquilo, sólo dilo, no te juzgaré —dijo sonriendo dulcemente y el menor suspiró nervioso—. Si quieres decirlo, obviamente.

—Y-yo... —susurró sonrojado, sintiendo su corazón latir tan fuerte que pensaba que se saldría de su pecho—. M-me... Me gustas, Chan. Me gustas m-mucho —dijo sonrojado y Chanyeol rió dulcemente, por lo que Kyungsoo alzó la mirada, confundido y temeroso.

—Lo sé, Kyungsoo-ah —dijo sonriendo suavemente.

—¿L-lo sabes? —preguntó confundido y avergonzado—. ¿Cómo? ¿te di-dijo Jongdae?

—No, no me dijo Jongdae —dijo después de reír levemente—. Eres un poco transparente en ese aspecto.

—Oh... —dijo mordiendo su labio inferior, sintiendo sus orejas calientes y volviendo a mirar sus pies.

—Tú también me gustas, Kyungsoo —dijo sonriendo y Kyungsoo volvió a mirarlo, mostrando sorpresa.

—¿Ha-hablas en serio? —susurró sin poder creerlo.

—Sí, hablo en serio —dijo sonriendo—. De verdad me gustas.

Kyungsoo relamió sus labios con ansias, miró a Chanyeol por unos segundos, quien le seguía sonriendo tan dulce como siempre. Respiró profundamente por unos momentos, y de un momento a otro, rompió la corta distancia que quedaba entre su cuerpo y el del alto, lo tomó de la nuca, cerró los ojos con fuerza, y lo besó.

Su corazón estaba vuelto loco, tanto por el estrés como por el hecho de estar besando a Chanyeol. Sentía sus ojos llenarse de lágrimas y sus manos comenzar a temblar, pero trató de ignorarlo tanto como pudo.

Chanyeol, por su parte, se sintió completamente sorprendido, y con lentitud, llevó sus manos a la cintura de Kyungsoo, cerrando los ojos también para disfrutar al máximo de ese momento.

Touch [ CS ]Where stories live. Discover now