XVI

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Había pasado poco más de dos semanas desde que Kyungsoo y Chanyeol decidieron comenzar a salir, aunque no oficialmente. El menor estaba más que desesperado y frustrado porque el único avance que había logrado, había sido que Chanyeol lo tomara de los hombros. El resto de las veces que habían intentado, había fracasado por completo, pues había comenzado a llorar incluso antes de que se diera el contacto entre ellos.

Kyungsoo se sentía triste y tenía inmensas ganas de llorar. Era viernes y era la hora del receso. Siempre había un tema de conversación interesante para los cuatro amigos, pero ese día Kyungsoo se sentía tan mal, emocionalmente, que no prestó ni un poco de atención a lo que los otros tres chicos decían.

Jongdae le había preguntado por la mañana si estaba todo bien, él contestó con un simple asentimiento. Baekhyun le preguntó cuando llegarom a la escuela, alegando que sus ojos se veían apagados. No dijo nada, sólo forzó una sonrisa para tranquulizar al mayor, y Chanyeol no había dejado ir su mano en toda la mañana, haciéndole saber que estaba ahí para él.

El alto tenía una fuerte tentación de preguntarle qué sucedía. Sabía que algo andaba mal, sabía que algo le preocupaba, pero no quería presionarlo, pues también sabía que eso era lo último que el menor necesitaba.

—Kyungsoo —habló Jongdae—. Tierra llamando a Kyungsoo.

—¿Uh? Uh... lo siento, ¿qué decían? —murmuró.

—Ya está bien, ¿qué te pasa? —preguntó desesperado.

—Estoy bien, Dae, no es nada.

—Cariño, sabes que nadie en esta mesa te cree, ¿no? —volvió a responder Jongdae y Kyungsoo no dijo nada—. ¿No vas a decirnos? ¿quieres que vayamos tú y yo a hablar en privado?

—De hecho, me gustaría estar solo —susurró soltando la mano de Chanyeol, se puso de pie y se marchó.

Jongdae miró a los otros dos chicos con preocupación. Era muy, pero muy poco usual que Kyungsoo pidiera estar solo, por lo que era inevitable sentirse preocupado.

Los tres se pusieron de pie y sigueron al menor en silencio, quien se dirigía a la azotea de uno de los edificios de la escuela. Al llegar arriba, se apoyó en el barandal metálico y suspiró pesadamente, poniemdo todo de sí para contener sus ganas de llorar.

—Kyungsoo —habló Jongdae suavemente, y esté se volteó para mirarlos con los ojos cristalizados.

—Dije que quiero estar solo —susurró molesto, con la voz entrecortada.

—¿Qué sucede, Soo? —preguntó ignorando lo que el nombrado había dicho—. Estamos preocupados.

—Como todo el puto tiempo —dijo con coraje y dolor, comenzando a llorar.

—Obviamente. Somos amigos, idiota., siempre nos preocuparemos por todos —habló Jongdae con suavidad, pero Chanyeol y Baekhyun no entendían lo que sucedía.

—¿Por qué... por qué no puedo ser normal, Dae? —sollozó. Su ceño dejó de fruncirse, pero ahora su expresión denotaba todo el dolor que guardaba en su corazón, y verlo era desgarrador.

Eres normal, Kyungsoo —dijo acercándose a él lentamente, temiendo que el menor simplemente diera la vuelta y se decidiera por saltar como había confesado haber querido hacer en diversas ocasiones.

—No, no lo soy, y estoy harto —sollozó—. ¿Por qué? ¿por qué tengo que ser un maldito rarito que no soporta que lo toquen? —preguntó entre llantos—. ¿Por qué no puedo besar y abrazar al chico que me gusta como cualquier persona hace, Dae? ¿por qué tuve que ser así?

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