Luego de haber tenido una cena aparentemente normal, decidimos ir a un lugar en donde había diferentes cosas de entretenimiento. Eran cerca de las once de la noche y por muy extraño que pareciera, Jungwoo no había hecho comentarios imprudentes o estúpidos.
Era un gran récord.
Al llegar me percaté que el lugar estaba repleto de chicos y chicas de nuestra edad, la música resonaba en mis oídos junto con los ruidos de las personas. Nos deslizamiento en la mesa y pedimos unas botanas de entrada. Jungwoo y Daniela estaban sentados al otro lado de la mesa, quedando Jungwoo frente a mi. Sehun tomó asiento a mi lado y se colocó tan cerca, que su hombro chocaba con el mío.
Daniela intento entablar una conversación conmigo, acerca de las diferentes tiendas extravagantes que concurría, pero no estuve muy interesada en su propuesta de acompañarla en algún día de estos. No solía ser muy simpática con chicas como ellas, de hecho me había caído mal desde el día que se acercó en el centro comercial.
No me juzguen, así como existía el "amor a primera vista", también existia el "odio a primera vista".
-¿Quieres ir a jugar videojuegos? -propuso Sehun después de tomarnos nuestras bebidas.
Asentí y me levanté de mi lugar. Era eso o tener soportar como Daniela restregaba su escote en la cara de Jungwoo.
-Tranquilo, Jungwoo. Vamos a la máquina de juegos -comentó Sehun cuando nos miró.
Elegí la máquina en donde tenías que atrapar unas estúpidas ardillas, pegándole con un martillo de plástico que venía integrado. El resultado era de dar pena ya que fracaso tres veces seguidas.
-No es lo tuyo asesinar ardillas -se burló Sehun cuando el juego termino.
-No nací para esto -comente, irónicamente.
-Veamos si eres buena en el golf -dijo, llevandome más allá de las máquinas.
Llegamos a la parte de atrás del lugar. Un enorme jardín apareció en mi visión, dejándome impactada por la cantidad de césped artificial que nos rodeaba.
-¿Lo has jugado? -preguntó, tomando un saco lleno de palos de acero.
-No, realmente -respondí avergonzada.
-Déjame enseñarte -propuso.
¿Enseñarme qué?
¡Concéntrate pervertida!
¡A jugar golf!
-Ven -me llamó mientas caminaba hasta al césped, colocando las bolsas de cuero en el suelo.
-Me imagino que el objetivo es meter la bolita en el hoyo, ¿no? -dije intentando que las palabras no se malinterpretaran.
-Lo importante es la fuerza que pongas para que logré entrar -respondió, mostrando una sonrisa maliciosa y sujetando el palo de acero en sus manos -. Vamos, acércate.
Mire a mi alrededor percatandome que estábamos solos. Vaya, tanta gente que había en el lugar y a nadie se le ocurrió jugar golf en éste momento. Lo incómodo pasó después como tenía previsto. Sehun se colocó detrás de mi, sintiendo como su torso se recargaba en mi espalda. Rodeó sus brazos, tomando el palo de acero que yo también sostenía.
-¿Alcanzas a ver el punto en donde debe caer la bola? -susurró, provocando unas ligeras cosquillas en mi oreja.
Concentrandome, alce mi vista al frente y a unos metros de nosotros, un agujero estaba en el césped.
-Sí.
El calor de su cuerpo invadieron mi espacio al instante en que sus brazos se tensaron.
-Bien, ahora tienes que inclinarte un poco.
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ᴇʟ ʜᴜᴇsᴘᴇᴅ; ᴋɪᴍ ᴊᴜɴɢᴡᴏᴏ
RomanceUn intruso llegó a mi vida causando problemas y despertando emociones. HISTORIA ADAPTADA. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A SU AUTOR ORIGINAL
