A eso de la una de la madrugada, obligué a Jungwoo para que saliera de mi habitación. Él insistía en querer pasar la noche conmigo pero le borré esa ilusión. Todavía se escuchaba la música desde su cuarto y a esas horas no es muy conveniente tener canciones de su banda favorita. Alguien podía llamarle la atención y ahí se descubriría nuestra desobediencia ante las condiciones de mi papa.
Al día siguiente, me desperté pasadas de las diez de la mañana. Tuve que recuperar las horas que consumi la anoche anterior al quedarme platicando con Jungwoo en mi habitación. Pero a pesar de eso, no me arrepiento de haberme desvelado. Valió la pena ya que recibí muchos besos y caricias tiernas de su parte.
-Es muy tarde para estar desayunando -levanté la vista y Melina venía entrando con una sonrisa divertida.
-Nunca es tarde para alimentarse -le sonreí y continué terminando mi comida.
Luego de prepararse un café, tomó asiento frente a mí y dejó caer encima de la mesa uno de sus catálogos.
-¿Te desvelaste leyendo un libro? -preguntó, mientras hojeaba la revista.
La miré y sentí como me congelaba momentáneamente en mi sitio. No me inquietaron exactamente sus palabras, sino en la manera sarcastica en la que formuló la pregunta.
-Más o menos -logré decir con nerviosismo.
-Imagino que mi ahijado estuvo involucrado en eso -añadió, dándole un pequeño sorbo al café caliente.
Me removi incómoda, intentando buscar alguna justificación. Melina no era estúpida. Detrás de esa persona amable y dócil, había una mujer inteligente y astuta.
Percatándose de mi silencio, apartó la vista del catálogo y me sonrió dulcemente.
-No te preocupes Soori, sabes que no diré nada -me miró con complicidad y se volvió a lo que estaba haciendo.
Estaba segura que no diría nada. Ella fue la primera en descubir la conexión amorosa que Jungwoo y yo estábamos ocultando. Así que sinceramente no me preocupaba por ello. Pero sus acertaciones me sorprendían, a veces me preguntaba si tenía alguna especie de superpoder en donde puede leer la mente o algo por estilo.
-¿Cómo lo supo? -susurré, sintiendo mis mejillas arder.
Yo que recuerde, Melina estaba en la cocina cuando me fui a mi recámara.
-Conozco a Jungwoo. De pequeño cuando le prohibía salir a jugar por no haber terminado la tarea, se encerraba en su habitación, subía el volumen de la televisión y se escapaba por la ventana para ir con sus amiguitos -se quedó pensativa, recordando el pasado-. Al principio no lo sabía pero una vez me di cuenta cuando lo vi entrar por la ventana como un pequeño ladrón.
Se rió a la vez que negaba con la cabeza. Imaginar a Jungwoo de pequeño actuando con rebeldía en una edad tan temprana, causó que me uniera a Melina. Por lo que veo esa costumbre la tiene desde mucho antes.
Dejamos de reir cuando Jungwoo entró a la cocina, frunció el ceño preguntándose la causa de nuestras risas mientras se recargaba en la pared.
El ambiente risueño desapareció en cuanto mi mirada se enfocó en su pecho desnudo. Los músculos de su abdomen se veían cada vez más firmes y notorios. Sigo pensando que hace algún tipo de ejercicio en su habitación para mantenerlos en forma. Me mordi el labio involuntariamente. Me convencí que su cuerpo maduro estaba apto para un chico de veintiún años.
-Jungwoo, debes acostumbrarte a usar una camisa cuando te despiertas. Helen no tardará en llegar-lo regañó Melina mientras se ponía de pie.
Oh. La tía Helen vendría a visitarnos. No lo retuve en mi memoria cuando mi mamá me lo hizo saber, por todo eso de la interrupción de anoche y ya saben.
ESTÁS LEYENDO
ᴇʟ ʜᴜᴇsᴘᴇᴅ; ᴋɪᴍ ᴊᴜɴɢᴡᴏᴏ
RomansaUn intruso llegó a mi vida causando problemas y despertando emociones. HISTORIA ADAPTADA. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS A SU AUTOR ORIGINAL
