Capítulo 37. Noche casi perfecta.

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El lugar en donde estábamos era hermoso y elegante. Empresarios sofisticados y meseros por todos lados era lo que veía alrededor. Cuando llegamos mi papá fue recibido como si fuera el rey del mundo. Tampoco era para tanto.

Conocí a varios amigos de mi padre. No es que tuviera otra opción. Él nos presentaba a cada persona que se acercaba. Lo que me gustaba de esta fiesta es que era al aire libre. El aspecto contemporáneo de las mesas, el buffet, la música y los meseros me hicieron sentir fuera de lugar. No estoy familiarizada para este tipo de eventos.

Nos proporcionaron una de las mejores mesas. Melina y yo tomamos asiento. Mis padres continuaron saludando al resto de los invitados. Habían pasado más o menos veinte minutos desde que Jungwoo me dijo que ya estaba en camino.

La ansiedad se apoderaba de mi sistema. Comenzaba a moderme las uñas y ver el celular a cada minuto. Melina se dio cuenta de mi frustración y me calmó diciendo que no tardará en llegar. Asenti ante sus palabras pero aún me sentía incómoda. Me levante de mi lugar y sin avisarle caminé alrededor de la fiesta para despejar un poco mi mente.

Paseaba observando a personas bailando en la pista de baile. Otros estrechándose las manos, abrazándose y manteniendo una conversación. Divise a mis padres con otra mujer mayor. Los dos sonreían alegremente. Mi padre miraba a mi mamá con orgullo. Sabía que estaba hermosa y se sentía satisfecho de tenerla como esposa. Lo mismo pasaba con mi madre. Admiro su relación. A pesar de la edad, en sus miradas puedes notar que se siguen amando como si fueran unos adolescentes. Sonreí al verlos tan unidos.

Continúe mi camino por el campestre. Uno que otro chico me miraba y sonreía. Pero rápidamente desviaba la vista para que no me vieran interesada.

Cada paso que daba me sorprendía más. Las decoraciones eran hermosas. Un poco más allá logre ver una enorme fuente. Me acerqué hasta quedar frente ella. Era de más o menos cuatro metros de altura. En el fondo tenía luces de colores que le daban un aspecto hermoso cada vez que el agua caía hacia los lados.

Estaba contemplandola cuando siento vibrar mi celular a través del bolso. Lo encuentro de forma desesperada y abro el mensaje.

De: Jungwoo

¿Dónde estas?

Siento un extraño hormigueo en mi cuerpo al leer. Estaba aqui. No estoy preparada mentalmente para verlo. No se como voy a reaccionar.

Para: Jungwoo

Al otro lado del buffet, en la fuente de colores ¿y tu?

Espere unos segundos y recibí su respuesta.

De: Jungwoo

Encontré a Melina. Me dijo que te habías ido sin decir nada. Esperame ahí, voy para allá.

Que mala suerte. Exactamente cuando me voy, llega Jungwoo. Si me hubiera quedado con Melina unos minutos más hubiera logrado ver a Jungwoo primero y no estaría tan nerviosa como en este momento.

No se por qué diablos me sentía así. Era Jungwoo. Mi novio. No es como si estuviera a punto de conocer a una cita a ciegas. Pero aún así las sensaciones que aparecen cuando estoy con él son nuevas. Como mis emociones fueran primerizas cada vez que está cerca.

Guardé el celular en mi bolso y esperé pacientemente. Lo importante es que ya se encontraba aquí. Me volví observando la fuente. El agua que caía serenamente a su destino me relajaba. Me gire y me dispuse a mirar a las personas que caminaban y bailaban alegremente.

Mis ojos se congelaron al verlo más allá de la pista de baile. Su mirada recorrió el lugar hasta que acabo sobre mi. La expresión de su rostro fue inexplicable. Sus cejas se levantaron completamente y con sus ojos como platos.

ᴇʟ ʜᴜᴇsᴘᴇᴅ; ᴋɪᴍ ᴊᴜɴɢᴡᴏᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora