Capitulo 25. ¿Solo tu y yo?

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Durante la tarde mi mamá y Melina por fin aparecieron en mi casa. Mientras los cuatro comíamos platicó sobre lo bien que se esta recuperando la tía Helen de su depresión y tratando de no recaer. 

La conversación se fue extendiendo hasta que me pregunto sobre como me había ido en la salida de ayer. Me limité en decirle que estuvo bien.

Jungwoo me miraba de reojo, sabia que no la pasamos nada bien. Pero no interrumpió diciendo tonterías o contradiciéndome. De hecho, él también fue interrogado por Melina. Logró decir que era la última vez que salía con Daniela.  Y por alguna inexplicable razón me alegro su comentario.

Antes de haber terminado nuestra merienda le avise a mi mamá que saldría dentro de unas horas con Jungwoo. No protesto ni se quejó, al contrario, dijo que era buena ida de que fuéramos a la playa. Su forma de actuar me pareció un poco extraña. Es como si guardara algún secreto. Melina a su vez no comento nada al respecto. Pero si note como le mandaba miradas de advertencias a Jungwoo.

(...)

Luego de haberme dado una ducha y haber depilado las zonas elementales, busque entre los cajones algún traje de baño adecuado.

Rara vez íbamos a la playa por lo que no tenía muchas opciones en elegir, solo tenía dos cambios. Uno de ellos me quedaba chico así que dadas las circunstancias tuve que ponerme el otro de color azul cielo. Era realmente sencillo. La parte de arriba no estaba tan expuesto. Los tirantes se sujetaban por el cuello con firmeza. La parte del bikini estaba para mi sorpresa, cómodo. No era una de esas prendas que hace que se te vea todo el trasero.

Mientras me vestía no estaba segura si usarlo. No es que tenga miedo de mostrar mi abdomen ya que realmente no estaba tan mal pero andar por ahí en traje de baño es como estar prácticamente en ropa interior.

Dejando de autocriticarme termine de ponerme un mini short de mezclilla junto con una blusa holgada del mismo color del traje de baño. Luego de que me maquillaje lo mas poco posible y con solo una capa de rímel en mis pestañas arregle mi cabello con una trenza común. En mi bolso guarde mi celular, las llaves de la casa y unas cuantas cosas innecesarias. Poniéndomela en el mi hombro fui hasta el baño para tomar la toalla de baño. Termine de arreglarme deslizando mis pies en unas sandalias blancas.

Justo antes de salir de mi habitación mi celular sonó una vez. Viendo la pantalla me percate que era una llamada perdida de Jungwoo. Rodando los ojos guardé nuevamente el celular. ¿Qué necesidad de llamarme si estamos en la misma casa?

Al abrir la puerta de mi habitación solté un grito al ver a Jungwoo a unos centímetros de mi cara esperándome.

-¿Tan feo soy? -pregunto, arqueando las cejas.

-Me asustaste -respondí, llevando mi mano a mi pecho.  

De la forma más rápida lo observé disimuladamente. De arriba hacia abajo. Comenzamos con su cabello castaño totalmente alborotado dándole un aspecto rebelde y sexy. Una playera verde claro con una leyenda desconocida en el centro. Un short negro que le llegaba un poco debajo de las rodillas y unos vans negros.

Esos brazos, Santo Dios. Esas piernas tupidas de vellos hacen que se vean salvajes, grr.

Volví a subir la vista hacia sus ojos y estaba mirándome.

-¿Quieres que me de la vuelta para que observes mejor? -se burló sonriendo.

Diablos, disimulaste muy mal Soori.

Ignorando el calor esparciendose por mis mejillas, salí de la habitación cerrando la puesta detrás de mi.

-¿Ya nos vamos? -pregunté nerviosa.

Me observó una vez más entrecerrando los ojos.

-Bien, vámonos -sacó las llaves de su bolsillo y comenzamos a bajar las escaleras.

En la sala se encontraba Melina organizando unos papeles mientras que mi mamá hablaba por teléfono.

-Es tu papá -dijo Melina cuando le pregunté con quien hablaba.

La semana había pasado tan rápido. Mañana lunes papá estará de regreso de su viaje. Estoy feliz de volverlo a ver pero otra parte de mi esta conciente de que estaré limitada en las próximas salidas. Gracias al cielo que no estaba presente en el que Jungwoo casi golpeaba a Sehun fuera de mi casa.

Despidiendome de ambas con señas salimos de la casa y nos adentramos en la camioneta. La playa se encontraba a la orilla de la ciudad. Pero con Jungwoo conduciendo a toda velocidad llegaremos en menos de media hora.

Mirando a través de la ventana divisé la gran playa. La gente paseaba en la arena y otros disfrutaban del mar. Familias, parejas, amigos y uno que otro solitario se encontraba en el lugar. Mi vista dejó de ver cuando la camioneta seguía su camino lineal.

-¿A donde vas? Allá esta la playa -dije señalando hacia atrás.

-Lo sé -contestó sin dejar de ver al frente.

El miedo recorrió mi sistema.

-Jungwoo, ¿ a dónde me llevas? -pregunté con pánico.

Giro su cabeza hacia a mí estudiandome por unos momentos para después reír.

-Soori, no voy a secuestrarte o asesinarte -expresó despreocupado.

Bien, tal vez estoy siendo demasiado extrema y paranoica. Estaba por volver a insistir cuando la camioneta se adentro a un camino rocoso.

Al detenerse bajé de la suburban sin protestar. Caminé unos metros abrazandome a mi misma. Mi mandíbula casi cae al suelo al ver el paisaje que estaba presenciando. Estábamos en una playa vacía. Totalmente desierta. Pero no fue eso lo que me impresionó, sino el hermoso atardecer que estaba formándose. el sonido de las gaviotas completaban el panorama. Una fresca y limpia brisa recorría mi cuerpo.

Gire sobre mis talones viendo a Jungwoo recargado en la parte delantera de la camioneta cruzado de brazos observandome con intensa seriedad.

-Te dije que solo estaríamos tu y yo.

ᴇʟ ʜᴜᴇsᴘᴇᴅ; ᴋɪᴍ ᴊᴜɴɢᴡᴏᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora