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Abrió la puerta y comenzó a caminar en dirección a la ya conocida habitación de recreación, como algunos solían decirle. Al entrar se encontró a Laura  y Dwight jugando pingpong, a Simon recostado en un sofá mirando una película en una pequeña televisión frente a él, y a algunos otros salvadores más de élite que no logró reconocer.

—¡Hey Black!— saludó Laura al verlo recostado en el marco de la puerta, el chico asentio en su dirección a modo de saludo y recorrió nuevamente el lugar con la vista. —¿Qué tienes chico?— volvió a hablar la rubia cuando notó lo perdido que el menor se encontraba, este simplemente suspiró y se acercó a la mesa en la que ambos rubios seguían jugando y se encogió de hombros.

—Mierdas mías. Juego con el que gane.

—¿Mierdas tuyas? ¡Vamos chico! Aquí no hay secretos, cuenta.— escucha a Simon a unos metros más lejos gritando, Jackson bufa una risa y asiente lentamente.

—¿Vieron al chico de la venda?— comenzó a preguntar y automáticamente todos en la sala comenzaron a reírse de él. —¡Oh vamos!— se queja y patea una pata de la mesa, todos continuaron riéndose y de fondo hasta podía escuchar los gritos de burla de Simon «Ya se enamoró» o los de aquél tipo de pelo largo, al fondo de la habitación «Que rápidos que son los adolescentes, ¿Eh?» y muchísimas más risas de por medio, la única que intentaba ocultar su risa era Laura, ya que tapaba su rostro con la paleta.

—¡Mierda, si que estan divertidos por aquí!— Negan hace acto de presencia, su típica sonrisa pintada en su rostro y el bate balanceándose entre sus manos.

—Bueno jefe, nos ha traído un puto comediante.— se burla el mismo tipo de pelo largo y Jackson decidiendo que era suficiente, sacó una de sus dagas y comenzó a acercarse rápidamente al hombre, este al verlo negó con la cabeza alarmado y alzó ambos brazos, manos a la vista. —Lo siento chico, ya paro.

—Más te vale.— susurra Black guardando su daga, da media vuelta y se encuentra a un Simon sonriente asomándose desde el respaldo del sofá, a un Negan sonriente pero notablemente confundido y a Dwight con la mirada baja como era costumbre cada vez que el líder aparecía.

—¿Qué carajo fue eso?— pregunto Negan después de un largo silencio que se había formado en la sala. No parecía enojado, sino aún confundido.

—Al pequeño asesino serial le gusta el pequeño asesino serial.— explica Simon. Durante unos segundos el rostro de Negan se tornó más confundido, hasta que le cayó la ficha y miró divertido al menor de la sala, este al ver la mirada sujestiva que le lanzaba el líder simplemente bufó.

—Así que...— comenzó Negan, acercándose a Black y pasando su bate de una mano a la otra. —¿Carl?— pregunta finalmente cuando queda a menos de dos metros del adolescente, este simplemente baja la mirada, intentando que con eso, todos los de la habitación olviden el tema, pero causando así muchas más risas colectivas. —¡Mierda, J! Ni siquiera sé como es que estoy tan sorprendido la verdad, te he visto mirándolo pero, ¡Carajo! No pensé que fuese en serio.— Negan se seca una lágrima falsa con su mano enguantada e intenta parar de reírse, sin mucho exito.

Jackson sin decir palabra comienza a caminar a la puerta, de fondo logró escuchar un «Dulces sueños princesa, recuerda que mañana irás con Simon a Hilltop» gritado de parte de Negan, Black simplemente asintió con la cabeza y comenzó a dirigirse a su habitación asignada, sabiendo que mañana sería un día no solo realmente incomodó, sino también un día importante y largo, jodidamente iba a ser largo el día de mañana.

✓ ¹MATAR PARA VIVIR, Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora