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—¿A donde estamos yendo?— pregunta Jackson, el cuál durante al menos una hora se había encontrado en silencio simplemente siguiendo a Carl, este tiró de la manga de la camisa y Jackson bufó.

Si, el idiota lo había atado con su camisa y lo estaba llevando como un maldito perro. Jackson se fijó en la manga que estaba atada al rededor de sus muñecas y la otra que sostenía Carl con una de sus manos, y sonrió, era una estupidez que el mayor hubiese hecho aquello, Jackson no se iría corriendo teniendo la oportunidad de pasar tiempo con el de parche, pero claro eso Grimes no lo sabía, y Jackson no pensaba admitirlo.

—A Alexandria.— respondió Carl después de unos minutos.

—Estas secuestrandome, esto esta mal.— se queja el más bajo, logrando que Carl lo miré por arriba del hombro con una sonrisa irónica y divertida a la vez.

—He hecho cosas peores, no creo que esto me quite el sueño.— menciona el chico encogiéndose de hombros.

—¿Has matado?

—Pensé que me habías visto en el santuario, es decir estoy seguro de que estabas observándome.

Jackson alza una ceja y se queda en silencio unos momentos pensando en que sí, efectivamente estuvo mirándolo todo el tiempo que el chico estuvo en el santuario, desde lejos claro, porque Negan no dejaba que se acerque, pero siempre observando.

—¿A cuantos has matado? ¿Piensas en ello?— pregunta curioso el menor, y Carl se detiene al escuchar esa pregunta.

—Enid me ha preguntado lo mismo antes de irse.

—¿Quién es Enid?— pregunta Jackson deteniéndose aún lado de Carl. —¿A dónde se fue Enid?— presionó.

—Enid es una amiga, es de nuestra edad más o menos. Y se fue con mi padre y unos más a una misión.— explicó vagamente Grimes.

—¿Y esa misión tiene algo que ver con intentar matar a Negan?— se burla.

—En parte.

—¿Y por qué no fuiste?

—Sé lo que esta por venir, cuando mi padre vuelva comenzaremos algo, será algo grande, yo quería estar preparado, todavía quiero estarlo.— dijo Carl comenzando a caminar otra vez y agarrando fuertemente la tela entre -ahora- sus dos manos.

—Comenzarán una guerra con los salvadores.— afirma Jackson, sin necesidad de que Carl tuviera que decírselo, el más alto asiente. —No ganarán, son demasiados.

—Lo haremos, somos más fuertes. Apurate.— dice Carl señalando algo en frente de ellos, Jackson sigue la vista de Grimes hasta encontrarse con unas grandes rejas y chapa, y un cartel de bienvenida.

—¿Por qué me retienes aquí? Dejame volver con Negan.— insiste Black, aunque realmente sabe que eso no pasará, y aunque él ni siquiera este seguro de que eso es lo que realmente quiere.

—Podrías servirnos, debes de conocer mucho. Te rentendre hasta que mi padre vuelva, el decidirá que hacer contigo.— dijo Carl haciendo una seña al vigilante, el cuál al verlo asiente con la cabeza y después de unas señas las puertas se abren, dejando ver el lugar que Jackson pensó que odiaría volver a entrar, pero no fue así.

—Bienvenido.— Carl dice sarcásticamente, conduciéndolo a rastras por aquellas perfectas calles.

✓ ¹MATAR PARA VIVIR, Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora