✓ ¹MATAR PARA VIVIR, Carl Grimes

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Jackson se encontraba sentado hacía al menos diez minutos junto a Siddiq y Carl los cuales se encontraban hablando acerca de la comunidad, Jackson inevitablemente cada cierto tiempo posaba su vista en Carl y se quedaba así por un buen rato hasta que este le devolvía la mirada, ahí era cuando Jackson apartaba la vista y sonreía inconscientemente.

Los tres estaban sentados en la improvisada cama que Carl había traído para Siddiq, y ahora mientras ambos se encontraban hablando Jackson pensaba, ¿Qué pensaba? Ni siquiera él estaba seguro de qué exactamente, solo ideas confusas de lo que podría estarse viniendo y lo nervioso que se encontraba con ello.

Sabía que Negan no podría dejar que todo  simplemente ocurra y dejarles ganar como si nada, que maten a todos sus hombres y que él se quede sentado observando, no cuando recordaba las muchas historias que le habían contado acerca de como Negan había logrado convertirse en el líder de los salvadores y todo lo que trabajó para que finalmente todos puedan estar de su lado y ser sus soldados, Jackson sabía perfectamente que después de todo Negan realmente luchó y se ganó aquello que él tenía y no dejaría que le arrebatacen eso que tanto le costó conseguir, porqué simplemente Negan no era así, se las iba a devolver todas una por una y Jackson no sabía si quería estar allí cuando aquello pasase.

Pero entonces instintivamente volvió a mirar a Carl y sonrió, porque aquél chico con solo mirarlo le hacía sonreír, le hacía sentir que todo estaba bien aunque tal vez nada lo esté. Jackson no le conocía de nada, podía contar con las manos las veces que habían tenido una conversación acerca de su pasado, sus gustos y sus personalidades, y podía contarlos hasta con una mano, porque en todo ese tiempo ellos realmente no habían llegado a conocerse absolutamente nada, y Jackson conociendo aquella información se sentía completamente estúpido por depender del más alto casi por completo, pero simplemente era algo que no podía evitarlo.

Durante toda su vida siempre había tenido a alguien que le de ordenes que le diga que debía y que no debía hacer, primero sus padres, luego su hermano, seguía Merle y ahora Carl, siempre había alguien que se hacía cargo de él, nunca tuvo que sobrevivir solo, nunca fue independiente, y tal vez ya nunca lo sería, tal vez se había vuelto una costumbre vivir de aquella forma y ahora lo odiaba, odiaba tener que esperar que alguien le dijese que hacer para él poder moverse, sentir que tenía el deber de estar quieto hasta que alguien le ordene que haga algo.

Volvió a pensar en Carl, el chico era realmente maduro en comparación a él, era todo lo que a él le faltaba y antes eso le hubiese hecho pensar que el chico era su complemento, ahora le disgustaba el hecho de que Grimes era realmente mejor que él en todos los sentidos. Quiso ser como el más alto, deseó haber pasado por lo que él pasó y vivir por lo que él vivió para así, tal vez, ser similar al chico, pero eso simplemente era algo que no pasaría. Ni siquiera quedándose a su lado en todo momento viviría lo que el chico y eso le molestaba.

—Debemos irnos, puede que Michonne ya haya vuelto.— la voz de Carl lo trajo de vuelta a la realidad, y Jackson se vio a si mismo asintiendo con la cabeza y levantándose acatando lo que Carl había dicho y siguiendo al mayor con la cabeza baja. Así era él, que lo descubriese en ese momento realmente no cambiaba nada.

Carl terminó de acomodar el metal de la alcantarilla y se reincorporó, observando lo callado y cabizbajo que Jackson estaba.

—¿Qué sucede?— pregunta Carl, acercándose al menor y acariciando su brazo expuesto, ya que traía puesta la chaqueta de una sola manga que Negan le había dado.

Jackson se encogió de hombros y sonrió tristemente. —Me he dado cuenta lo mierda que es mi vida.

Carl se quedó en silencio durante un momento, recalculando que era lo que debía responder sin hacer sentir peor al menor. —¿Esperabas tener una buena vida en el fin del mundo?— decidió preguntar burlonamente, Jackson simplemente negó con la cabeza, sin levantar la vista.

—Dependo de las demás personas para hacer todo lo que hago, un puto soldado más.— Jackson susurró, pero Carl logró escucharlo.

—Mírame.— Carl pidió, acercando su mano libre hacía la mejilla del castaño, pero aún sin tocarlo. Solo ahí, separandolos por unos centímetros, Jackson cerró los ojos y terminó de juntar su mejilla con la mano de Grimes, frotándose contra esta y haciendo sonreír al mayor. —Recuerdo cuando te vi por primera vez, parecías solo un presumido niño que creía dominar el mundo, nunca imaginé que te vería así.— comentó el mayor.

—En esos momentos me sentía valiente, ahora cada vez me siento más inútil.

—¿Te sentías valiente? Yo creo que siempre lo fuiste.

—¿Y cuando salí corriendo de ese auto, cuando esos tipos iban a violarme? Eso no fue valentía, fue miedo.

Carl se tensó un poco a aquella asquerosa palabra pero después terminó por asentir. —Pero volviste, te vi volver, vi en tu rostro esa seguridad que dices nunca tuviste. Cuando salvaste a Michonne, cuando disparaste desde el observador, cuando me salvaste del caminante, todo eso ¿Qué es?

Jackson se acercó un paso más a Carl y sonrió. —No lo sé.

—Eso es ser valiente, Jackson.— Carl acercó su rostro al del menor y le dio un pequeño beso en la frente, al separarse vio como el más bajo estaba sonrojado. —No debes ir corriendo al peligro, solo debes saber como enfrentarlo, y tú lo sabes.

—Debo esperar a que alguien me diga que hacer, para yo hacerlo.— expresó otra de sus inquietudes el menor, Carl asintió.

—Lo sé, es tierno.

—Me da asco.— murmuró.

—¿Recuerdas que dijiste, que me ayudarías a proteger este lugar?— Carl mencionó.

—Lo recuerdo.

—No vas a ayudarme, vas a hacerlo junto a mí, ambos vamos a proteger Alexandria, escucharé tus ideas y los Alexandrianos tendrán que acatar a lo que tú digas.— decidió Grimes, viendo como una sonrisa malvada comenzaba a formarse en los labios de Jackson. —Pero, antes de dar la orden lo debemos conversar entre nosotros, y no pueden ser cosas malas.— aclaró, haciendo que el menor haga un tierno puchero.

—Le quitas lo divertido a la vida.— se quejó Black, Carl soltó una pequeña risa y acercó al menor a su cuerpo para darle un fuerte abrazo, el cuál Jackson correspondió.

—Eres parte Jackson, y tienes tantas fortalezas como yo y como todo el resto, solo debes descubrirlas.— susurró Carl, acariciando el pelo y la espalda del menor, sintiendo como Jackson dejaba un pequeño beso en su hombro.

—Gracias.

—¿Por qué?

—Por decirme todo lo que necesitaba escuchar.— dijo Jackson separándose del abrazo y mostrándole una radiante sonrisa, la cual Carl correspondió.

—Solo dije la verdad.

—¡Oigan ustedes dos!— escucharon una tercera voz llamándolos y al voltear a ver de quien se trataba se encontraron con Rosita y Michonne, se acercaron hacía ambas mujeres de una corrida y entraron los cuatro a Alexandria. —¿Qué hacían allí afuera?— preguntó la samurái.

—Charlando.— se encogió de hombros Carl, lanzándose una sonrisa cómplice con Jackson.

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