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«Oh, el pobre niñito quedó huerfano. ¿Has perdido a alguien? ¡Jodidamente todos hemos perdido a alguien! No te creas el centro del mundo chico, te aseguro que no lo eres.»

Las palabras de Dixon resonaban una y otra vez en su cabeza, hace poco se había enterado que sus dos amigos se encontraban muertos, habían ido la semana pasada a una busqueda de provisiones y nunca volvieron, justo ese mismo día lograron encontrar los cuerpos, o lo que quedaban de ellos.

Jackson sabía que no era el centro del mundo, pero simplemente comentarios como los que él solía hacer no los podía evitar. Era el centro de su propio mundo y en su vida él era el único más importante. ¿Qué le importaba que otros extraños esten muertos? A él sólo le importaba él mismo, así es como debía ser, y no estaba mal ser de ese modo.

Black todavía podía recordar cuando en la carretera su familia se encontró a Dixon, estaba hecho mierda y poco más y se moría, pero no fue así, ya que su padre logró curarlo a tiempo. Dijo algo de que debíamos alejarnos lo más pronto de Georgia, ya que era todo menos un lugar seguro, donde no había más que psicopatas que intentaban matarlo por donde sea que mirase. Él mismo fue el que logró traer a toda la familia al santuario, en el que poco tiempo después aquél grupo pudo decir sin dudar que ese era su nuevo hogar, y eso había sido ya hace bastantes años.

Merle jodido hijo de puta Dixon. Oh si señor, a él no le gustaba que le manden, le recordaba a su anterior grupo en el que su líder se apodaba el director o el presidente o algo así, y que era un bastardo jodido, así que él simplemente tenía una habitación allí y se la pasaba afuera, buscando proviciones como si su vida sólo dependiese de aquello, y si le preguntarás a él, te diría que efectivamente así era.

En esos momentos, ya pasados al menos cinco días desde que lograron dominar Alexandria, Marle había regresado. Y cuando se enteró que la nueva comunidad era liderada por un tal Rick Grimes, se emocionó tanto que en esos momentos estaba conduciendo a aquella comunidad ya que había «algo realmente importante de lo que tengo que asegurarme» y Jackson se había ofrecido a ir con él porque se aburría, había sido castigado por Negan ya que por la noche una vez se escabulló para ir a matar a esa tal Maggie y ahora no podía portar ni un misero cuchillo corta queso. Y también porque hace ya bastante tiempo no había visto a Carl, recordaba que la última vez que lo vio fue cuando el cabronazo llegó al santuario y mato a varios tipos con una metralleta, y lastimosamente para Jackson había tenido que verlo desde lejos, ya que entre señas Negan le prohibió acercarse.

—¿Carl? Es el hijo del sheriff ¿Cierto?— pregunto Merle, la vista fija en la carretera.

—¿Sheriff? Oh claro, el sombrero. Si es él.— asiente con la cabeza aunque sabe que el mayor no puede verlo.

—¿Cómo se llama tu hermano?— pregunta finalmente Black, después de al menos veinte minutos en silencio.

—Daryl.— respondió simplemente el mayor. Jackson sorprendido alzo ambas de sus cejas y miro al mayor por un momento, palabras en su boca que no sabía como pronunciar. —¿Qué?— pregunto Dixon con una sonrisa al ver la extraña mueca que tenía el menor.

—Daryl esta en el santuario.— explica Black, haciendo que el mayor pise el freno bruscamente y que el auto comience a tambalearse un poco hasta finalmente frenar.

—¡No jodas!— se queja el mayor y da media vuelta volviendo por donde estaban viniendo.

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Se estarán preguntando ¿Cómo es que Merle esta vivo? Y lo único que les diré en cambio es que odie la muerte de Merle justo cuando él estaba cambiando por tanto decidí revivirlo, y usaré la excusa de que "es mi historia y haré lo que se me cante con ella" además de que siempre me gustó la idea de ver Merle con los salvadores, parecía solo un sueño para mi y me alegra de este modo poder cumplirlo por así decirlo.

Si les gustó el capítulo voten y comenten, me encanta leer sus comentarios.

✓ ¹MATAR PARA VIVIR, Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora