46

3.5K 450 47
                                    

La cama se movió suavemente, pero fue ruido suficiente para que Jackson logré despertarse, había estado durmiendo desde que llegó con Carl, podría haber cambiado de habitación pero la presencia del chico simplemente le tranquilizaba.

—¿A donde vas?— preguntó somnoliento, viendo con la poca luz que comenzaba a asomarse en la ventana a Carl abrochandose la la camisa.

—Ya es de día, solo me estaba levantando.— dice burlonamente el chico.

—Claro.— Jackson gatea hasta llegar al lado del chico y ve como al lado de la mesa de luz hay una mochilla con algo dentro. —¿A dónde vas?— repitió.

Carl suspiró y terminó por sentarse en la cama aún lado de Jackson, este se sentó en sus propios tobillos, y miró al de pelo largo.

—Ya ha pasado un día.— comenzó.

—Habrán terminado ya con la mayoría de puestos.— se encogió de hombros Jackson, no entiendiendo lo que el mayor quería explicarle.

—¿Recuerdas al hombre que vimos en la gasolinera?— Jackson asintió a la pregunta, aún sin entender. —Quiero ir a darle comida.— terminó de decir encogiéndose de hombros.

—De acuerdo, te acompaño.— Jackson dijo incorporándose y caminando hacía sus botas, había estado vigilando hasta muy tarde así que cuando llegó ni siquiera se había puesto el improvisado pijama, que ahora si tenía un pantalón.

—No, no irás.— demanda Grimes.

—No es tu decisión.— bufó Jackson, terminando de atarse los cordones.

—Sí, si lo es. Yo estoy a cargo de ti, digo que te quedes...— Carl se acercó hasta donde estaba el menor y se agachó, agarrando ambas de sus piernas y alzandolo, Jackson comenzó a pegarle en el hombro y Carl lo tiró hacía la cama, haciendo que el menor caiga de espaldas. —Y tú te quedas.

Antes de que Jackson pueda quejarse, Carl salió de la habitación, cerrando la puerta con llave en el proceso. Jackson agarró una almohada y la tiro a la puerta. —¡Ni quería ir! ¡¿sabes?!— gritó infantilmente escuchando como el menor bajaba las escaleras.

En esa cama el se sentía bien, se sentía a gusto consigo mismo por primera vez en mucho tiempo, sentía que estando allí nada podría pasarle, tal vez no era tan así, pero al menos en esa cama él no debía enfrentar la realidad, él no debía preocuparse porque algún caminante lo muerda o por estar o no en el bando perdedor, él solamente existía, y eso le encantaba, el no tener que estarse preocupando por al menos un momento por todo su alrededor, le hubiese gustado mucho en esos momentos simplemente quejarse de chicos groseros en la escuela y de lo malos que serían los profesores, en cambio tuvo que crecer desde que era niño y pensar como adulto mucho antes de lo que uno debería hacerlo, y estar allí, en la cama de Carl, sintiendo su olor y viendo como la luz del sol se iba asomando por la ventana de a poco... Simplemente, era lo correcto.

Cuando se levantó de la cama, después de media hora estando simplemente acostado, se asomó por la ventana y rápidamente se encontró a Carl, el cuál estaba aún lado de Michonne y por lo que Black pudo ver, ambos estaban leyendo una carta. Eran las noticias sobre la guerra. A Jackson le picaban las manos y los pies por salir corriendo a ver como iba todo, pero decidió contenerse, volteando a la estantería de los comics y decidiendo hacerle caso a Carl, se quedaría ahí durante todo el día.

✓ ¹MATAR PARA VIVIR, Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora