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Jackson miró una última vez más al chico a su lado, el cuál se encontraba sonriendo y decidió voltear la vista, mirando por primera vez el paisaje desde que se metió a aquella camioneta, la guerra estaba apunto de comenzar y Jackson decidió hasta el momento quedarse al margen de todo junto a Carl, el cuál no podría inmiscuirse demasiado debido a las negaciones de su padre.

La camioneta finalmente se detuvo y Carl le hizo una ceña para que agarré las mangueras y los contenedores de gasolina, Jackson acató la silenciosa orden y ambos salieron de la camioneta, Jackson le entregó una de los pequeños contenedores a Carl y de su cinturón sacó una daga, comenzando a mirar hacía todos lados, Carl lo imitó.

Ambos comenzaron a caminar lentamente entre autos destruidos, entre ellos había solo hojas secas, mugre posiblemente de años, la cuál también cubría los autos, y Jackson logró ver un monopatín rosa, volteó la vista hacía eso, continuando con su panorámica revisión en busca de caminantes. Mientras Carl, cada tanto se asomaba a ver los muertos dentro de los autos, con una clara mueca de disgusto.

Pronto llegaron hacía lo que antes había sido una gasolinera y en eso se escuchó una voz que alarmó a ambos chicos, haciendo que tiren los contenedores y desenfunden rápidamente sus armas, ambos mirando hacia diferentes lados en busca de donde había provenido la voz.

—Estoy bien. Es decir, no, pero... Me dispararon.— Jackson comenzó a caminar a urtadillas donde sabía que venía la voz y se asomó debajo de uno de los autos, encontrándose al tipo que estaba hablando, acostado en uno de los autos. —Alguien me arrojó un microondas. Así que diré algo que mi madre solía decir y esperaré lo mejor. — Jackson se levantó del suelo y le hizo una seña a Carl, este asintió y ambos comenzaron a caminar rodeando el auto, ambos desde diferentes lados. —"Lo que sea que tengas de bueno, gástalo en los viajeros".  Mi mamá decía que ayudar a los viajeros, a las personas sin hogar, eso era lo mejor.— decía el chico, mientras ambos muchachos seguían acercándose armados

—De seguro vieron cosas.— siguió hablando. —Vivieron cosas, y no confían en los demás, y lo entiendo. Lo entiendo. Yo tampoco confío. También viví muchas cosas. Mi madre también decía: "Que la misericordia prevalezca sobre mi ira". No solo lo decía mi mamá. Es del Corán. No debí decirlo. No los conozco, pero llevo días sin comer.— Jackson le hizo una seña a Carl, diciendo que ya tenía el sujeto en la mira, Carl negó en la cabeza, no quería matarle. Grimes le dijo con un movimiento de manos que continúen acercándose de a poco y Black asintió. —Quizás ni sean reales.

Jackson miró fijamente a Carl y este finalmente asintió, ambos corrieron hasta el sujeto y se pusieron a unos metros de él, gritando a la vez. —Manos arriba.— Coordinadamente cargaron el arma y mientras que Jackson quería acercarse, Carl se quedó quieto, solo observando al sujeto, que al instante subió sus manos.

—Escuchen, me iré. Esta bien, sólo quería un poco de comida.— La voz del hombre se entrecorto al escuchar un disparó detrás de él, miró a ambos adolescentes una vez más, que todavía seguían apuntandole con las armas y salió corriendo, desde detrás de un auto apareció Rick, soltando un disparo más, Carl frunció el ceño y se acercó de una corrida a su padre, Jackson le siguió guardando el arma y la daga que aún tenía en sus manos.

—Se suponía que íbamos a encontrarnos en la intersección.— fue lo primero que Rick dijo. Jackson se encogió de hombros y después de unos momentos Carl suspiró y asintió. —Le disparé por encima de la cabeza. Solo quería que se fuera.— explicó el adulto, al ver la mirada reprochadora de su hijo.

—Dijo que-

—Escuché lo que dijo.— le interrumpió Rick. —Casi todo. Podría haber sido uno de ellos.

—No lo era.— habló por primera vez Jackson. —Pero igual debimos matarlo.— Rick asintió de acuerdo y Carl negó.

—Cállate.— pidió Carl suavemente, con esa mirada que decía "luego hablaremos sobre esto", Jackson bufó.

—Si no es uno de ellos, espero que sobreviva.— habló Rick, enfrentando a su hijo y enfundando su Python. Carl simplemente comenzó a caminar por donde habían venido.

—No será suficiente, papá.— dijo cuando se encontró ya a unos metros.

—¿Qué cosa?

—Esperar.— respondió.

Rick bajó la cabeza unos segundos y Jackson se quedó observándole, hasta que el mayor le hizo una seña para que vaya detrás de Carl, y Jackson acató la orden.

✓ ¹MATAR PARA VIVIR, Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora