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Jackson negó con la cabeza negándose a decir algo, Carl en respuesta le agarró de la muñeca, como siempre solía hacer.

—Te he hecho una pregunta.— Carl susurró, acercándose un paso más al menor y mirándole desde arriba, desde su posición, Jackson solo podía verle los labios al mayor, así que tuvo que alzar un poco su vista para hacer contacto visual.

—Estoy del lado equivocado.— dijo simplemente. —Cuando Negan gane, y lo hará, yo sufriré las consecuencias de encontrarme en el bando opuesto.

—Eso no pasará, nosotros ganaremos.— Carl respondió, suavizando el agarre de la muñeca, Jackson no se iría.

—No pueden matar a Negan, Carl.— Jackson río, negando con la cabeza. Él sabía que a pesar de todo, Negan igual viviría, sea el vencedor o no.

—Podemos, y lo haremos.

—Deberían dejar que él los salve.— murmuró Jackson, recordando la vez que los salvadores los habían encontrado a él y a su familia junto a Merle, y los hicieron parte de algo que ellos nunca se imaginaron.

—Podemos estar repitiendo todo el tiempo nuestras conversaciones Jackson, pero siempre terminará en lo mismo. Nosotros ganaremos, y yo quiero que tu estés aquí conmigo, cuando lo hagamos.

—¿Por qué?— preguntó curioso.

—Porque eres como un hermano para mi, nos conocemos hace poco pero ya siento que eres parte de mi familia.— Carl dijo con una pequeña sonrisa, Jackson asintió. —Anda vamos, debemos ayudar a preparar todo.— dijo comenzando a jalarle de la muñeca comenzando a guiarlo de vuelta a Alexandria, Jackson se dejó.

—Un hermano.— susurró Jackson, y después de unos molentos sonrió, no era ese su plan de vida con Carl, pero si él quería eso, él podría acostumbrarse.

—¿Te gusta la idea?— Carl preguntó, soltandole la muñeca y pasando un brazo por sus hombros, Jackson río.

—Tenia otros planes.— admitió el más bajo, haciendo reir a Carl.

—Puedo imaginarlos.— menciona, saludando con una mano a su padre, Rick sonríe en respuesta y continúa pegando unas chapas a un auto, Carl continúa guiándolos hacía la casa.

—¿Puedes?— preguntó recargando su cabeza en el hombro de Carl, este sonrió y con cuidado le volvió la cabeza a la antigua posición.

—Puedo.— respondió, riendo al ver como Jackson hacía un puchero.

Entraron a la casa y subieron directamente hacía la habitación de Carl, cuando ambos entraron Jackson se tiró sobre la cama.

—Oye...— habló el más bajo, sentándose como indio en la cama mirando a Carl, este se encontraba viendo las balas que tenían algunas armas.

—Dime.

—No me siento para nada mal.

—¿Por qué deberías hacerlo?— preguntó en cambio.

—Por matar.

—¿Y como te sientes?

—Como si... Ahora fuese normal, como si no tuviese importancia alguna.

—Bueno Jackson, bienvenido al apocalipsis.— se burló Carl, cargando un arma.

✓ ¹MATAR PARA VIVIR, Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora