Capitulo 14

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Jessica's POV

FEBRERO 2 - 06:00 HS - QUERIDO DIARIO: 


HACE BASTANTE QUE NO ME TOMO UN TIEMPO PARA DESCARGARME FRENTE A UN PAPEL, LO SÉ. PERO ES UN DÍA IMPORTANTE… MI CUMPLEAÑOS NRO 18. 

ESTOY NERVIOSA, ASUSTADA… CUALQUIER ADOLECENTE NORMAL SE SENTIRÍA ASI POR COSAS TRIVIALES COMO LA ORGANIZACIÓN DE LA FIESTA O QUE ATUENDO VA A USAR. EN CAMBIO, YO ESTOY DE ESTA FORMA POR UN TEMA MUCHO MÁS COMPLICADO DE EXPLICAR…

¿QUÉ PLANEA MILES PARA HOY? ¿VA A VENIR A BUSCARME ACASO? ESTUVE TANTOS DÍAS ESPERANDO ESTE MOMENTO, QUE HOY SE ME PASÓ DE LARGO. ME PASE MIS BUENAS SEIS HORAS DURMIENDO COMO SI NADA SUCEDIERA, ME SIENTO UNA INCONSCIENTE ¿Y SI ESE ESTÚPIDO VENÍA A BUSCARME EN MITAD DE LA NOCHE? TODOS MIS SENTIDOS ESTABAN ALERTAS…

**Toc. Toc**

La puerta se abrió de par en par. Aunque ya me habían saludado, aquí estaban otra vez mis amigas, sorprendiéndome.
Thalia llevaba un par de cajas en su mano, el papel metalizado centelleaba, adornado con un enorme moño rosado, que mantenía todos los paquetes juntos. Elizabeth tenía unos globos en formas de corazón flotando sobre su cabeza, y un muffin con una vela encendida. Sonreí.

-¡¡Que los cumplas feliz. Que los cumplas feliz. Que los cumplas Jessie… Que los cumplas feliz!!- cantaron prácticamente gritando. Corrí a abrazarlas.

-No llores tonta…- Thaly me secó las lágrimas, y ambas volvieron a abrazarme con fuerza.

-¿Y si ya nos las vuelvo a ver?- sollocé.

-No digas eso, no vamos a dejar que te toquen un pelo ¿Oíste?- gruñó Eli, realmente enojada. –Bueno, hoy no vamos a pensar en ese imbécil… Si llega a hacer algo, lidiaremos con eso. Pero por lo pronto, vamos a ser tres amigas, completamente normales, festejando tu cumpleaños…- el tono de su voz era autoritario. En el poco tiempo que había pasado desde que nos despertaron los gritos de su pesadilla, parecían haberse puesto de acuerdo en todo lo que iban a hacer.

-¿Quieres abrirlo ahora, o quieres desayunar primero?- preguntó Thaly, agitando el paquete en sus manos.

-¿Cómo que desayuno? ¿Ustedes cocinaron?- pregunté. No lo podía creer, yo era la que siempre cocinaba.

-Si… bueno, algo así, después de todo es tu cumpleaños. No te íbamos a decir que te hagas tu propio desayuno sorpresa… Eso hubiera arruinado el término “sorpresa”…- explicaron sonriendo.

-Okay… Lo abriré ahora…- extendí mis manos, y Thaly depositó el regalo en mis manos.

Deshice el moño y comencé por la caja más pequeña. Dentro de ella encontré un teléfono celular.

-Justo el que quería… ¿Cómo supieron?- sonreí. Había visto el modelo días atrás, y me había encantado.

-Pero por favor ¿Quiénes crees que somos?- dijo Eli.

-Claro, no es como si fuéramos tus mejores amigas ni nada…- añadió Thaly con sarcasmo. Me reí aún más. –Vamos, la siguiente caja ahora.

En la segunda caja, mucho más grande, debajo de todo el envoltorio, se encontraba una computadora portátil de último modelo, de un color rosado brillante. Oh, estas chicas me conocían tan bien… En Los Ángeles tenía mi PC de escritorio, pero cuando nos mudamos, se la dejé a mis hermanos. No me había preocupado por eso, ya que Eli nos prestaba su portátil cuando quisiéramos…

-Definitivamente las amo- murmuré. –Las amaba desde antes, pero bueno, ahora las amo mucho más… Voy a empezar a pensar que uno de sus “poderes” es leerme la mente...- las tres reímos a carcajadas.


Me hicieron bajar las escaleras con los ojos vendados. Aunque ya me habían dicho que habían preparado el desayuno, insistieron en que debía ser una sorpresa. Con una de cada lado, tomándome por los brazos, me dejé conducir, caminando lentamente.

Por mis cálculos, nos encontrábamos en la puerta de la cocina. Me descubrieron los ojos, y me inundo una gran felicidad. Allí no solo se encontraba mi desayuno…
Un puñado de globos flotaba sobre la mesa, enganchados a un hermoso ramo de flores. El desayuno estaba servido, pero no solo para mí… Jensen, Allison, Jeremy, Damon y Stefan también nos acompañaban.

-¡¡Feliz Cumpleaños!!- gritaron al unísono. No pude evitar reír. 

-Cariño, feliz día…- Allison me abrazó como si fuera mi propia madre… Y en estos momentos, lo era. Éramos como una gran familia.

-Felicidades…- Jensen me abrazó con torpeza, no era común en el ser “cariñoso”. Le regresé el abrazo. –Nosotros tenemos algo para ti…- añadió, separándose. Tomó una caja grande, de aspecto pesado y la colocó sobre la mesada.

Me acerqué y quité la tapa lentamente… Eran libros. Montones de libros, en realidad. Primeras ediciones de todos mis favoritos, debían haber costado una fortuna. Los saqué uno a uno, mi sonrisa se ampliaba más y más…

-Lo adoro- murmuré. –De verdad, muchas gracias- me abalancé sobre ambos, estrechándolos en un abrazo simultáneo.

-Heey, cumpleañera…- Jeremy chocó su mano contra la mía, como un saludo, y luego me abrazó también. Era fácil ser amiga de este chico. Me tendió un paquetito.

Rasgué el papel, encontrándome con un hermoso llavero. Una letra “J” plateada, rematada con delicados detalles de flores y pequeños brillantes rosados.

-Es precioso… Me encanta. Gracias Jer.

-Feliz cumpleaños, cuñada…- esta vez, el que habló fue Damon ¿Cómo podía ser que, hasta cuando era “amable”, tenía esa sonrisa de “chico malo”? Debo decir que me sorprendió su abrazo, por pequeño que fuera, él me caía bien, pero no éramos precisamente amigos… Colocó una pequeña caja en mis manos, cosa que me sorprendió aún más. –No me mires de esa forma, no soy el Grinch, también puedo dar regalos ¿sabes?

Me reí y me apresuré a abrir mi paquete… Era una cámara de fotos. En el accidente, había perdido la mía; la llevaba para fotografiarnos a todos juntos en el cine, pero nunca fui capaz de usarla. Desterré esos pensamientos inmediatamente… “Nada de pensar en eso” me dije.

-Woow, gracias… ¿Cómo sabías que…?

-Elizabeth- me respondió, sin dejarme terminar la pregunta. Asentí.

-Es mi turno…- la voz de Stefan sonó muy cerca de mí, no me había dado cuenta que estaba a mi lado. –Pero mi regalo no esta aquí, iremos a buscarlo después, hubiera sido muy obvio si lo traía- todos rieron con complicidad. Perfecto, todo el mundo sabía, excepto yo. Stefan me beso suavemente y luego corrió la silla para que me sentase.


El desayuno fue muy divertido. Todos charlamos y reímos con soltura, despreocupados. Una tetera humeante de mi te preferido se encontraba a mi lado, el resto bebía café. Más muffins, waffles, crema batida, frutillas, miel, jugo de naranja, granola… Un verdadero desayuno completo.
Pelusa, el gatito que compré para Eli, bebía leche en un tazón a nuestro lado… Era adorable.

-Tú madre te envió algo, también…- comunicó Allison, tendiéndome un sobre de cartulina.

JESSICA: LAMENTAMOS MUCHO NO PODER ESTAR CONTIGO HOY, PERO TE ENVIAMOS NUESTROS MEJORES DESEOS Y UN ENORME FELIZ CUMPLEAÑOS. TUS HERMANOS SE LAMENTAN EL NO PODER COMER PASTEL…
POR SUPUESTO, TAMBIEN TE ENVIAMOS UN REGALO, VA DE PARTE DE TODA LA FAMILIA, ESPERAMOS QUE TE GUSTE.
PD: CONDUCE CON CUIDADO.
CON AMOR… MAMÁ, MATT, ERIC, EMMANUEL, BRENDA Y LUKE (NO NOMBRARE A TODOS, PERO EL RESTO DE LA FAMILIA TAMBIEN).

Me reí a carcajadas con su carta… Pero ¿Conduce con cuidado? ¿De que está hablando? Levante la vista, sin comprender demasiado, y por fin todo cobro sentido. Allison hacia tintinear un juego de llaves en su mano… El regalo era un auto.

-¿Quieres verlo?- preguntó. 

Me paré, asintiendo, y prácticamente corrí hasta la entrada. Todos vinieron tras de mí.

Estacionado frente a la puerta, se encontraba un pequeño auto negro. Era perfecto. Como si hubiera ido yo a la automotora a elegirlo. Thaly y Lizzy corrieron con las llaves en la mano, alguien había enganchado el regalo de Jer en ellas, y sonreí, yo había pensado lo mismo… Probablemente él también, y por eso me lo dio.

-¿A dónde crees que vas?- inquirió Stefan, tomándome del brazo. 

-A probarlo, por supuesto…

-No irás sola a ningún lado, no hoy- dijo, autoritario.

-No voy sola, voy con las chicas…

-Vamos, hermanito. No seas aguafiestas- interrumpió Damon. –Nosotros iremos en mi auto, justo a su lado… Podemos jugar unas carreras- propuso.

-De acuerdo- Stefan sonaba resignado. –Pero si vas a hacer alguna maniobra, solo dilo en voz alta, nosotros escucharemos.

Los muchachos en el camaro de Damon, y mis amigas y yo en mi nuevo Volkswagen. Me tomé unos minutos para observar el interior y acomodarme. Elizabeth conectó su reproductor de música al estéreo y aceleré al ritmo de Paramore.

Nunca me había imaginado que correría en mi propio auto contra Damon. La calle se encontraba vacía, nuestras casas se encontraban algo alejadas del centro de la ciudad, por lo que no había demasiado tránsito normalmente. Ubicamos los autos uno junto al otro, y nos miramos desafiantes… Aunque no pude contener mi risa por mucho tiempo.

-Preparados… Listos… ¡¡YA!!- gritaron Liz y Thalia.

Pisé el acelerador a fondo, los neumáticos chirriaban contra el asfalto, mientras la aguja del velocímetro subía. Conducimos en línea recta un par de kilómetros, hasta que me resigné. Si bien no era una mala conductora, Damon sobrepasaba mis habilidades ampliamente.

-Vamos hasta la ciudad- dije en voz alta, siguiendo las indicaciones que Stefan me había dado.

Te amaré eternamente (UAD 2ª parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora