𝑽𝒆𝒏𝒆𝒏𝒐 ♕︎

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Narra Jade

Me siento débil, mi cuerpo no responde muy bien, mis ojos se abren lentamente viendo mi habitación oscura, una pequeña lámpara ilumina un poco mi habitación, mi padre está recostado en un sofá individual con los ojos cerrados.

Me intento levantar, un pequeño dolor en el dorso de mi mano me hace gemir de dolor, unas cuantas agujas se encuentran por mis brazos, un monitor muestra mis latidos y presión, mi padre abre lentamente sus ojos hasta encontrarse con los míos.

— Pequeña — susurra levantándose — ¿Cómo te sientes?— pregunta preocupado, acercándose hasta mi cama.

— un poco débil — respondo viendo toda la habitación — ¿Cómo está Ivanna?— pregunto preocupada.

— Ella y el bebé están bien — se sienta a mi lado — debes estar tranquila — acaricia mi mejilla — me muero si algo te pasa — besa mi frente.

— ¿Lucifer?— pregunto al no verlo en la habitación — ¿Él está bien?— pregunto con un poco de miedo.

— Cariño, todos estamos bien — me tranquiliza — de eso me encargo yo —

— ¿Qué pasará con Dimitrov?— bajo la mirada, no quiero perder a mi único hermano, el saber que mi padre es capas de todo ante una traición me hace sentir escalofríos — ¿Qué sucederá con él?—

— Cariño, yo me encargo de él, primero quiero que estés tranquila — me mira preocupado — está ves casi no sales viva cariño, no quiero perder al ser más importante de mi vida — mis ojos se llenan de lágrimas

— Papá, no quiero que dañes a mi hermano — susurró dejando caer unas cuantas lágrimas — Natasha tuvo la culpa — mi padre limpia mis lágrimas

— Tú más que nadie sabe que, Dimitrov también tuvo mucha culpa, él sabe quién es prioridad en esta familia, lo ignoro y debe pagar las consecuencias — suelto un suspiro largo.

— Es tu hijo — murmuró bajando la mirada — ella tiene la culpa — levanta mi barbilla

— También el culpable que tú mejor amiga casi pierde a su bebé y tú estés aquí — se levanta —

— ¿A dónde vas? — pregunto asustada —

— Iré a la cocina, ¿Quieres algo en especial para comer?—

— solo quiero unas galletas de mantequilla papá, con leche — miro a mi padre, me recuesto lentamente en la cama viendo a mi padre salir de la habitación.

— Mi vida — habla alegre Lucifer entrando a la habitación — cariño, estaba preocupado por ti — se sienta a mi lado

— Estoy bien — sonrió — ¿Todo está bien?— pregunto acariciando su mejilla

— No hay nada interesante — besa mis labios — tenía miedo de perderte — acaricia mi mejilla con su pulgar —

— Jamás me perderás — sonrió — ¿Puedo ver a Ivanna?— pestañeo repetidas veces —

— Debes comer algo, ella está dormida por el momento — me da un pequeño beso — te amo — murmura

— Te amo más diablo — sonrió al ver su pequeño sonrojo — aún más cuando estás sonrojado — río bajo —

— La única humana que hace sonrojar al diablo — esconde su cara en mi cuello — la humana que se volvió mi veneno — susurra en mi cuello, dejando pequeños besos — el único veneno que quiero en mi vida.

— Aún no se que haría sin el diablo en mi vida — acarició su cabello — te amo — dejo un pequeño beso en su cabeza.

•••

Mi padre entro a la habitación con una bandeja con un plato lleno de galletas y un vaso de leche, Papá junto a Lucifer me obligaron a comer un poco, después de unos minutos mi papá salió de la habitación junto a Lucifer, el doctor había pedido que descansará lo más que pudiese.

Cuando estuve completamente sola en mi habitación deje escapar esas lágrimas que tenía guardadas, me sentía miserable, mi hermano me odia, me traiciono y casi asesina a una de mis mejores amigas, la decepción no me dejala tranquila, mi mente me recordaba cada ves el rostro de mi hermano, las acciones que tomo en contra de su propia sangre.

Abrace una almohada en busca de consuelo, frente a mi estaba el precioso balcón, una suave brisa hizo erizar mi piel, en realidad me sentía muy mal, intente estar lo más tranquila, aún no estaba tan bien. El sonido de la puerta me hizo limpiar rápido mis lágrimas, tomé un pequeño pañuelo para limpiar mi nariz.

Frente a mi estaba Dimitrov, tenía ojeras muy notorias, estaba vestido con un traje sin corbata, su cabello despeinado y un sus labios lastimados.

— ¿Qué necesitas?— pregunto distante —

— ¿Podemos hablar?— pregunta tímido con la mirada en sus pies

— No pienso tener una conversación con un traidor, idiota y esposo de una loca que quiso matar a mi mejor amiga — reprochó con rencor — si me permites, debo cuidar mi salud — me recuesto dándole la espalda.

— Por favor, te lo pido hermana — súplica — solo unos segundos

— No pienso escuchar palabras vacías — dejo salir un suspiro — mucho menos de ti — miro al vacío

— te lo pido, hago lo que quieras, me pongo de rodillas — lo veo caer de rodillas frente a mi — por favor — susurra con sus ojos llorosos.

— tienes un minuto — me siento en la cama —

— perdoname, fui un idiota al dejarme llevar por Natasha, cometí el error más grande de mi vida al no estar de tu lado, falle a nuestros principios y a las reglas que papá nos puso por nuestro propio bien, me odio por haberte puesto en riesgo, cuando sentí el miedo de perderte lo entendí todo, primero está mi familia, no te odio, jamás podría hacerlo, eres mi hermana, mi pequeña.— limpia su nariz, suspiro, me duele ver a mi hermano así.

— Dimitrov, ¿Crees que es fácil esto?, Todo llegó demasiado lejos por culpa de Natasha y tuya, tengo miedo de perdonarte y vuelvas a ser ese idiota, cuando papá te puso esas reglas y te dijo el dilema de nuestra familia, fue para protegerte y evitar esta clase de situaciones, me duele verte así, me tomara tiempo de asimilar todo, sobretodo me tengo a mí misma como prioridad, entre ellas es mi salud y sobre todo la emocional. — limpio una pequeña lágrima — lamento no tirarme a tus brazos, no es como antes, ahora no es una pequeña pelea, esta vez ambos salimos dañados, en especial yo.

— Entiendo — se levanta — merezco esto y más — le entrego un pañuelo — tienes razón, tu salud es primero — limpia su rostro — entendere si no me quieres en tu vida, en unos días me iré, así tendrás una mejor recuperación— sale de la habitación.

— Es lo mejor para ambos — murmuró antes de romper en llanto — perdón hermano — susurro entre sollozos.