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Narra Jade

Dejo unos cuantos vestidos sobre la cama buscando la mejor opción, en realidad llevo más de una hora intentado buscar el vestido perfecto.

En realidad estoy demasiado estresada para verme bien, sin embargo la voz de Mice me hace dar un brinco del susto.

— lo siento — se ríe acercándose a mi

— descuida, estoy demasiado estresada buscando el vestido perfecto — miro las prendas

— ¿Puedo ayudarte? — me mira

— por supuesto — le sonrió

— ve a probarte uno a uno y te diré cual te va mejor — me entrega un vestido

— gracias Mice — recibo el vestido caminando al baño.

Termino de probarme el primer vestido, salgo del baño para ver qué opina Mice pero niega con la cabeza, así sucede con las seis últimas piezas cuando estoy por rendirme da un pequeño grito.

— encontré lo que buscaba — señala el vestido negro — los vestidos de piel son muy sexis y elegantes — me lo entrega — pruébalo y veremos qué tal.

— por supuesto, ahora vuelvo—

Termino de probarme el vestido y veo una sonrisa de victoria por parte de la morena, me observo en el espejo sonriendo al ver que era todo lo que necesitaba. Me quito el vestido para darme una ducha.

— buscaré tú lencería y los tacones, mientras te duchas — sale del baño Mice

— por supuesto, gracias Mice — habló un poco fuerte mientras entro a la ducha

— no es nada — habla desde la habitación.

Después de una ducha de 25 minutos envuelvo mi cuerpo en una salida de baño y mi cabello húmedo, salgo del baño caminando hasta la habitación donde el vestido y lencería negra está sobre la cama todo está en orden, las bolsas están en un sofá solamente lo que me pondré está encima de la cama.

Termino de secar mi cuerpo esparciendo un poco de crema humectante con olor a rosas, comienzo a vestirme con la lencería y luego el vestido negro de piel (imagen en galería) calzo mis tacones negros de suela roja, camino hasta el tocador para maquillarme y cepillar mi cabello, me pongo unos aros de oro blanco, una gargantilla de diamantes, sonrió al ver mi reflejo, un maquillaje que resalta por completo mis ojos mis labios pintados de rojo mate enmarcan una sonrisa.

Me levanto del tocador buscando una cartera que combine, la tomo en mis manos antes de salir de la habitación entra Mice sonriente.

— te miras espectacular rubia— me sonríe caminando hasta mi

— gracias a ti Mice, en realidad no tenía ni idea que ponerme —

— no tienes nada que agradecer, aquí tienes — me entrega una caja

— ¿Para qué?— tomo la caja

— es un regalo de Lucifer, mereces estar cómoda en todos los aspectos, además se que todos necesitan un celular—

— por supuesto, muchas gracias — le sonrió

— llévalo esta noche — me mira

— ¿Iras?— la miró

— por supuesto, pero no quiero ir tan puntual — se ríe

— te entiendo — me río — ¿Ya está listo Lucifer?—

— está esperándote — me guiña el ojo

— es hora de irme, gracias Mice — la abrazo — espero y te mires hermosa está noche —

— por supuesto rubia — nos separamos — nos vemos allá

— claro — guardo el celular en mi bolso

— suerte rubia, nos vemos allá — beso su mejilla

—  allí te estaré esperando — le sonrió y camino fuera de la habitación.

Narra Lucifer

Me quedo parado frente a las escaleras esperando a la rubia, acomodo los gemelos de mi traje sin embargo el sonido de unos tacones me hace levantar la vista observando ver aquella sensual mujer vestida con un precioso vestido de piel ceñido a su cuerpo remarcando cada curva de su cuerpo, sus ojos resaltan en aquel glamoroso maquillaje sin embargo sus labios rojos me hacen desear poseerla en estos momentos.

Con sensualidad y delicadeza en cada paso se acerca hasta mí con una sonrisa cautivadora, inmediatamente mis manos van a su cintura rodeándola para besarla de manera posesiva, mis manos bajan lentamente a su trasero acariciándolo lentamente. Nos separamos para caminar al ascensor sin quitar mi mano de su cintura.

— te miras hermosa rubia — la miró directo a los ojos

— muchas gracias Lucifer, Mice me ayudó a escoger el vestido— me sonríe

— esa demonia merece un premio — sonrió

— aunque, también te miras muy bien esta noche — me sonríe guiñando un ojo

— es un placer recibir un halago de tu parte — acarició su cintura

— lo mismo digo, más viniendo de alguien que lleva el mismo nombre del diablo — muerde su labio

— cariño — tomo su barbilla — soy el diablo — sonrió antes de besarla.

Sus besos me hacen adicto a ella, sus manos se aferran a mi cuello y las mías en su cintura, las puertas del ascensor se abren en el estacionamiento subterráneo la dejo pasar primero para ver con descaro su trasero, abro la puerta del auto para dejar que ella suba primero, rodeo el auto para subir a mi lugar, conduzco por las calles de la ciudad con tranquilidad.

𝑽𝒆𝒏𝒆𝒏𝒐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora