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Narra Jade

Entramos a la cocina viendo ambos disfrutando de los cupcakes, la comisura de sus labios tiene migajas de pan.

—Que buenos cuidadores— habla con burla Ivanna arrebatando uno de los cupcakes a Lucifer— perdona socio, no todos los probaran— le da una pequeña mordida dejando salir un gemido de satisfacción

—¿Estás bien?— pregunta burlón Lucifer— no quiero verte tener un orgasmo aquí mismo — se ríe bebiendo un poco de whisky

—¿Se comieron todos?— pregunto con mi mirada fija en Dimitrov

— lo siento pequeña, sabes que es imposible evitarlo — murmura tomando un cupcake — tengo que firmar unos papeles — se levanta depositando un beso en mi frente antes de salir de la cocina

— apuesto mil rublos a que regresa en dos horas máximo quejándose de dolor de panza — sonrió viendo a Ivanna

— dos mil a que el cupcake que llevo es para ella— me mira con complicidad

— vamos, tienes que ver el nuevo vestido que compre — miro a Ivanna señalando con disimulo la salida

— yo quiero ir — se levanta Lucifer de golpe

— luego lo veras, aquí hay más cupcakes — extiendo una charola con más pastelitos

— está bien — se encoje de hombros iniciando a comer

— vamos — salimos casi corriendo.

— ¿En dónde estará?— pregunta en un susurro Ivanna

— en su habitación, recuerda que Dimitrov no duerme con ninguna persona desde — me quedo el silencio

— ese día — termina la oración por mí — ya lo vi — susurra señalando el pasillo

— cuidado — nos escondemos espiando con mucho cuidado — va a su habitación— miro confundida a Ivanna

— ¿Qué trama Dimitrov?— pregunta con su rostro lleno de confusión

— me debes dos mil rublos — cobro viendo a mi amiga extendiendo mi mano

— te odio — gruñe viéndome mal — vamos, no quiero verte joder por tus dos mil rublos — caminamos a su habitación.

•••

Bebo un poco de mi té viendo un punto fijo sin nada interesante, los chicos habían ido de compras dejándome sola con Dimitrov y Natasha.

Los perros me miran con inquietud, tomo la bolsa de premios para ellos viendo como su emoción los invade. Después de jugar unos minutos se pierden en la casa, mi celular marca 15:30 horas, la temperatura bajo mucho.

Lavo mis manos sirviendo más te en mi tasa favorita, desde lejos escucho a Dimitrov gritar mi nombre.

— rubia necesito una pastilla mágica — se queja viéndome triste

— ven, te llevaré a que te recuestes — lo tomo del brazo saliendo de la cocina

— me siento muy mal— hace su puchero subiendo las escaleras

— te dije que no comas muchos cupcakes — lo regaño entrando a su habitación

— no solo es eso — se quita los zapatos

— pediré que te traigan un té — llamo a una nana pidiendo un té para Dimitrov

— me siento mal — repite recostandose en la cama

𝑽𝒆𝒏𝒆𝒏𝒐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora