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Narra Lucifer

Llegamos al penthouse dejando las cosas en el suelo cuando la rubia se monta encima de mi rodeando mi cintura con sus piernas besando con pasión mis labios.

La dejo sobre el piano con sus piernas abiertas, me separo de ella, me arrodilló para quitar sus finos tacones deslizando uno a uno dejando ambos en alguna parte del penthouse, mis manos recorren sus piernas hasta llegar al inicio de aquel vestido que desde un principio se volvió una segunda piel de esa rubia.

La bajo lentamente hasta dejarla a espaldas de mí para deslizar el cierre bajando lentamente la prenda por su piel blanca, retiro cada joya que adorna su cuerpo dejando su cuerpo desnudo a mi merced.

— mi dulce rubia — susurro en su cuello acariciando sus senos

— Lucifer — habla entre suspiros

— di que eres mía — acarició su trasero besando sus hombros

— soy tuya — susurra con su voz entre cortada

Me alejo un poco de ella para desprender toda la ropa de mi cuerpo hasta quedar desnudo completamente, tomo mi corbata para cubrir su mirada, quiero jugar con ella esta noche.

Acarició su espalda haciendo un camino de besos hasta llegar a su cuello, la volteo dejando sus senos a mi merced, acarició lentamente sus pezones hasta dejarlos completamente erectos.

— por favor — súplica en un susurro — solo hazlo ya — sus manos buscan de mí.

— déjame darte todo el placer — beso el valle de sus senos.

No me responde sin embargo sus gemidos son la mejor respuesta, bajo lentamente mi mano derecha a su intimidad jugando con su punto de placer sintiendo la humedad que recorre su cuerpo, sus mejillas han tomado un rojo espectacular. Dos dedos entran en su vagina moviendo los lentamente siguiendo un patrón sin tocar su punto G.

Desató la corbata dejando libre su mirada lujuriosa, con la suave tela recorro su piel dejando está a su lado.

Sus ojos me piden en súplicas entrar en ella, mi deseo es el mismo o peor que el de ella, la cargo en mis brazos con sus piernas alrededor de mi cintura besando el valle de sus senos hasta llegar a la cama dejando suavemente su cuerpo entrando en ella lentamente recibiendo un gemido de ambos.

— Lucifer — gime bajo

— ese nombre siempre lo dirás entre gemidos por el resto de la eternidad— susurro en cuello iniciando embestidas fuertes.

Mis manos se posan en cada lado de su cintura para entrar más profundo en ella, sus senos rebotan y un gemido alto se escucha. El sonido de muestras pieles chocar es la melodía perfecto que he escuchado.

Narra Jade

Sus manos recorren mi cuerpo dejando cada milímetro de ella una huella imborrable, sus labios emanan un calor tan placentero, cada embestida me hace soltar un gemido alto.

Cada toque de él en mí es rudo pero tan delicado, sus ojos rojos destellan llamas ardientes como si del mismo infierno se tratase.

Las horas eran de mucho placer, sentir su cuerpo contra el mío, cada embestida me robaba gemidos altos que eran inevitables, salió lentamente de mi para sentarse en la orilla de la cama y dar leves palmadas en su regazo para indicar que quería que yo tuviese el control.

— ven pequeña — me monto encima de él haciendo que entre en mí.

— Lucí — gimo cerca de sus labios

Sus manos se aferran a mi cintura haciendo cada embestida más profunda, cada segundo aumentaba el ritmo en busca de nuestros anhelado orgasmo. Mi vista se nublo, mi espalda se arqueo, las pequeñas perlas de sudor recorrían nuestros cuerpos después de unos segundos ambos alcanzamos nuestro orgasmo.

Lucifer cayó conmigo encima sobre la cama, después de unos minutos caminamos al baño para darnos una ducha, Lucifer se vistió solamente con boxers y un pantalón de pijama, tomé su camisa que tenía esa noche junto a unas bragas, caminamos hasta el piano tomando asiento uno a lado de otro, Lucifer comenzó a tocar una preciosa melodía mientras cantaba.

Su voz es hermosa

Esa preciosa voz resonaba por todo el penthouse, las luces de la ciudad se podían apreciar por todo el edificio, aquellos ventanales enormes nos permiten apreciar hermosas vistas, me levanto para ir al bar y servir un poco de whisky para Lucifer dejando este sobre el piano.

Cuando termino de cantar bebió el trago para luego verme a mí y sonreír.

— ¿Cómo sabías que quería un poco de whisky? —

— se que te gusta mucho el whisky, ha sido una gran noche — acarició su pecho viendo los chupones en su piel

— ha sido una perfecta velada — toma mi barbilla — aún sin arreglar te miras hermosa

— muchas gracias — sonrió viendo sus ojos

— ¿Quieres dormir?— nos levantamos

— por supuesto — tomo su mano

Narra Lucifer

Nos recostamos en la cama sintiendo su calidez, la observo recostarse entre mi cuerpo quedándose dormida rápidamente, intento dormir pero la curiosidad de admirarla por unos minutos me hace abrir los ojos sin esperar los minutos se volvieron horas, cuando menos lo espero los rayos del sol se hacen presentes iluminando los rizos dorados y largos de esta mujer.

Les estuviese mintiendo si les dijera que el diablo duerme, cuando, en realidad no es así yo jamás duermo son uno de los privilegios de ser Lucifer.

Sin embargo, de muchos amaneceres que he presenciado por muchos años, este fue el primer amanecer más hermoso que he visto, no solo por tenerle en mis brazos si no por ser el primero en admirarla antes de su despertar, antes que todo el mundo.

𝑽𝒆𝒏𝒆𝒏𝒐 ♕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora