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Manejar a tempranas horas de la mañana, totalmente cansada, estresada y angustiada, no era algo a lo que Adora estuviera acostumbrada. Ya llevaba tres horas de viaje, Catra dormía en el asiento del copiloto, estaba igual de agotada que ella, tanto física como mentalmente.

Cuando el cuerpo de Mara se consumió por completo por las llamas, ambas entraron a despedirse de las personas dentro de la cabaña a sus espaldas. No querían permanecer ni un minuto más en ese lugar, menos la rubia.

Todos insistieron en que esperaran al amanecer pero ellas se negaron. Adora solo esperaba poder aguantar despierta las seis horas que le tomaría el viaje de vuelta.

El auto se detuvo frente a una gasolinera. Adora movió el hombro de su acompañante.

-Catra, despierta-  La morena dio un pequeño brinco en el lugar.

- ¿Llegamos?- preguntó algo somnolienta. Adora rió por la acción de su amiga.

- No, solo nos detuvimos por gasolina y algo de comer – Aclaró para luego abrir la puerta del auto y salir.

Catra la imitó, una vez afuera, la morena se estiró para luego entrar en la pequeña tienda de la gasolinera. Compró un café para ella y varios snacks para ambas. Pagó con su tarjeta de crédito y volvió para encontrar a Adora terminando de llenar el tanque del auto.

- Ten – Le ofreció la bolsa con el “desayuno” – Come rápido y luego duerme un poco, yo manejo el resto del camino -  No dejó que la otra chica respondiera. Entró en el auto esta vez en el lado del conductor y bebió su café con lentitud.

Adora no tardó en entrar en el auto y brindarle una de las barritas energéticas que ella misma había comprado. Catra la comió, terminándola en tres bocados.

Prendió el auto y no tardó mucho en volver a la carretera, por la posición y poca intensidad del sol, calculaba que eran alrededor de las siete de la mañana apenas. Habían dejado la cabaña alrededor de las cuatro de la mañana, ella había caído dormida en cuanto se sentó en el asiento del copiloto.

Adora aún comía de su desayuno improvisado.

Catra no preguntaría si estaba bien, era evidente que su compañera estaba destrozada en todos los sentidos de la palabra. Los pensamientos de la rubia en esos momentos eran un desastre de emociones, ella podía saberlo con facilidad. Le dio una pequeña mirada para luego volver la vista hacia la carretera.

Varios minutos después, por fin Adora había hecho el esfuerzo por dormir, o al menos intentarlo.

Cuando Catra no percibió la más mínima actividad provenir de la mente de la rubia, se sintió aliviada. Se dio permiso de expulsar el aire que no sabía que retenía en sus pulmones y se concentró en llegar cuanto antes a su hogar.

Luego de tres largas horas de viaje, al fin estaban en su departamento. La rubia se tiró sin ningún cuidado sobre el sofá, el cual fue lo primero que vio para dormir. Catra se acercó para obligarla a pararse e ir a descansar a la habitación.

-Adora, ve a la cama- Le ordenó. La rubia se sentó y jaló del brazo a la morena para que tomara asiento junto a ella. Catra se dejó guiar por las acciones de Adora.

-¿Irás conmigo?-  Preguntó con la mirada triste, ahora más que nunca necesitaba de la compañía de la castaña. Esta le sonrió mientras asentía, se acercó para besar la frente de la rubia.

- Iré en unos minutos, adelántate -  Adora le hizo caso y se levantó para dirigirse a su habitación y dormir durante todo el día, no planeaba despertar por nada del mundo.
Catra en cambio, decidió preparar algo de comer, seguro Adora estaba hambrienta. Luego de un poco más de una hora, la morena tenía algo decente preparado para que ambas saciaran su apetito.

The Path I have chosen  ||Catradora Supernatural AU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora