DIECIOCHO

742 87 4
                                    

Cuando pensé que era uno de esos pocos días perfectamente tranquilos, la encantadora Anette apareció frente a mí una vez más con su cara de "yo no mato ninguna mosca".
Respiré hondo antes de articular palabra alguna porque ella no ha dicho nada aún como para molestarme. Aunque, tal vez ni siquiera se tome la molestia de hacerlo hoy, lo que tanto buscaba estaba frente a ella y yo iba justo en esa dirección.

Al instante, noté la expresión de Xiaojun, claramente decía a gritos "sácame de aquí", o es como yo así lo entendía, quise burlarme pero no era el momento como para hacerlo. Ayudar a mi amigo de una niña boba como ella era mi deber.

"Detente ahí, Parker", exclamó con los ojos muy abiertos cuando me determiné a irme con Xiaojun de una vez por todas.

Me detuve. Por alguna razón muy extraña, tenía muchas ganas de discutir con alguien y... qué mejor que ella.

—¿Crees que te haré caso solo porque tú lo dices? —repliqué dándole la espalda.

—Déjalo ya. O qué, ¿te gusta él también?

—¿Qué acabas de decir? —giré.

—Yo creo que lo has escuchado muy bien ¿o es que eres sorda ahora?

Qué se ha creído. Cómo se atreve a hablarme de ese modo.

—Basta ya —interrumpió Xiaojun— no sé si no te lo he dicho antes pero, ya que estás aquí te lo digo de frente, no tengo interés alguno en ti. Ahora, te pido que te vayas y dejes de venir a buscarme y molestar a Elle. No voy a permitir que digas tonterías de ella. ¿Te quedó claro?

—P-pero Xiaojun...

—Dije que si te quedó claro o no.

—Sí. Pero esto...

—Ni siquiera pienses en decir tal tontería, solo te hace quedar mal en esta situación.

¡Eso fue é-pi-co! Ver la expresión que puso Anette fue la cosa más chistosa que he visto en todo el tiempo que he estado en esta escuela.

—¡Estuviste genial! Pensé que solo querías huir pero...

—Sí, como sea. Vamos a clase, bien.

Se veía muy serio por lo que ni siquiera me molesté en decir algo más.

Tomé mi asiento una vez que llegamos al salón de clases.
La profesora Adams, de geografía (quien también era nuestra tutora) llegó con una gran sonrisa diciendo que tenía una gran noticia para nosotros.
Y vaya que lo era. Tendríamos un viaje de descanso la siguiente semana antes del inicio de los exámenes.
No llevaba ni siquiera un mes aquí y ya los exámenes se retomarían de nuevo, vaya cosa.

Después de eso, la clase continuó con normalidad, aunque yo no podía dejar de hacerme mil ideas sobre ese viaje.
Me emocionaba tan solo pensar que podría sentarme junto a Hendery en el autobús aunque, aterrizando en tierra... ahora somos un número par de amigos y lo más probable es que mi idea solo quede en el lugar en donde se originó: mi cabeza.


[...]


Desperté gracias a las incontables llamadas que hacía Kun a mi celular.

"Vamos, Elle. ¿Ni siquiera despiertas temprano para un viaje? Apresúrate, te estamos esperando en el punto de separación de caminos".

Qué puedo decir. Esta vez sí pensé que era sábado, pero no podía decirle eso porque ya sonaba como cuento chino después de haberlo usado como excusa probablemente en más de cinco ocasiones.

—Papá, ¿Qué haces aquí?

—No hagas ruido, tu mamá descansa hoy así que dejémosla tranquila. Yo iré a la oficina más tarde. Ahora, empaca tu almuerzo y como supongo que ya es tarde, también empaqué tu desayuno.

—¡Gracias!

—Te dije que no hicieras ruido
—susurró.

—Lo siento.

—De acuerdo. Ve con cuidado y diviértete.

—¡Lo haré!

Salí casi corriendo para encontrarme con los chicos antes que se enojaran conmigo.

"Ya era hora", dijeron al unísono cuando me vieron llegar.

Tomamos un taxi porque tardaríamos mucho en llegar si caminábamos o esperábamos un autobús.

TEN

La verdad oculta ha sido sacada a la luz y creo que soy un mal actor para este tipo de situaciones.
Pero siendo sincero, lo he guardado un buen tiempo desde el momento en el que le prometí a Ellen no decir absolutamente nada.

Todo ocurrió el lunes de esta semana mientras estaba en la biblioteca. Intentaba ser un buen "cupido" al tratar de unir a esa chica con mi amigo pero, al parecer mis planes eran demasiado evidentes por lo que Hendery terminó sabiéndolo todo.

—Llevas más de una semana actuando extraño. Tu patrón de actuación es casi el mismo por lo que no fue difícil saber que algo estás tramando. ¿Dime qué tratas de hacer? No creas que voy a creerte si dices que no hay absolutamente nada porque terminas fugándote y dejándome con Elle en varias ocasiones.

Suspiré e intenté pensar en la excusa perfecta para continuar manteniendo su secreto a salvo.

—¿Qué es lo que ocultas, Chittaphon? ¿Será que ella te gusta?

—No, claro que no.

—Claro, eso no sería posible. De lo contrario, no hubieras permitido que se quedara conmigo.
En fin, habla de una vez o iré y le preguntaré personalmente qué es lo que sucede.

Lo siento, Ellen.

—De acuerdo, esto es lo que sucede...

Y así fue como terminé soltando todo. Pero hay un problema ahora, y es que, tal vez presté demasiada atención a lo que sucedía con Ellen que ni siquiera tomé atención a las incontables veces en las que Hendery me contaba sus asuntos.
Él había iniciado a salir con una chica de nuestra sección, el mismo día en el que llegué tarde a clase cuando fue el cambio de sección de Ellen, con razón Sophie estaba cerca de él últimamente, pero por supuesto, una vez más fue algo a lo que ni siquiera le di importancia.
Este es definitivamente un gran problema y no sé por cuál de los lados exactamente.

Ahora me encuentro en un gran dilema y, el problema es que no sé como contarle esto a ella en primer lugar, pero si no le digo, habrá un instante en el que lo verá con sus propios ojos y tal vez llegue a creer que lo supe desde el inicio y fingí no hacerlo.

Quédate Conmigo | TenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora