UNO

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ELLEN

Detención...

"Sabía que terminaría en este lugar en algún momento de este interminable año. Había recibido mi última advertencia la semana pasada pero, a pesar de todos mis esfuerzos por llegar temprano a clases, me fue imposible hacerlo por enésima vez.
Y es que yo no tengo la culpa, es el autobús que pasa muy rápido justo en el momento que abro la puerta para salir de casa.
Ahora estoy en problemas, y en uno muy grande supongo, porque mi madre no respondería el teléfono fácilmente, ya que casi siempre está en alguna reunión de trabajo.

¿Será este el fin de Ellen, el perezoso?
Ya lo creo", fue en lo único que pensé.

La verdad, no había sido por eso que yo estaba en detención porque, milagrosamente, había llegado temprano a la escuela. Sin embargo, la razón específica por la que me hallaba en detención era otra y, al parecer, conocía bien el motivo pero, por alguna extraña razón (mi memoria a corto plazo), lo había olvidado por completo. Al menos, eso es lo que creí, hasta que la directora me refrescó la memoria llamando a la segunda protagonista de la que fue una "aparatosa escena" en el patio trasero el viernes de la semana pasada —Ella siempre tan exagerada.

Resulta que tuve un pequeño problemilla con una niña tonta del grado inferior que creyó que yo andaba saliendo con Xiaojun (su gran amor platónico).
Pero, a quién se le ocurre tal cosa. Xiaojun no era para nada mi tipo, aunque fuera lo suficientemente guapo como para serlo. Es mi amigo y no me cabe en la cabeza ser algo más que eso.

El punto es que, la boba hizo un escándalo justo cuando iba de salida a encontrarme con Kun y Xiaojun, porque era habitual irnos juntos a casi todos lados.
Lo primero que hizo fue gritarme: "¡Oye Ellen, hablemos!"
Por supuesto, me detuve. Supuse que quería hacer una consulta sobre algo. No la conocía pero se notaba a leguas que era de un año menor.

A penas giré para preguntar qué era lo que quería, ella aventó su mochila directo a mi pecho y empezó a decir un montón de barbaridades asegurando que le estoy quitando al chico que "ella vio primero".
No comprendí de quién se trataba hasta que mencionó el nombre de Xiaojun.
El asunto parecía algo de nunca acabar, se me hacía tarde y, por supuesto, estaba cansada de oír sus lloriqueos por lo que la terminé empujando de tal manera que terminó cayendo. Tal vez, no medí mi fuerza o sus piernas chuecas no le permitieron pararse bien...
Supongo que, después de eso, y viendo que yo no justifiqué nada sobre Xiaojun y yo (y no tenía porqué tampoco), me terminó acusando con la directora y quién sabe, añadió mil cosas más.

Salí después de que me hicieran perder la primera hora de clases, cosa que, si para ellos ese era un gran castigo, para mí era todo lo contrario.
Detestaba la clase de matemáticas a primera hora. Digo, quién desea pensar en un montón de números cuando aún no se ha terminado de despertar por completo. A Kun probablemente sí le agrade la idea; a él le entusiasma todo...

—¿Tarde de nuevo, Elle? —exclamó Xiaojun, tomándome por sorpresa mientras estaba recostado en el marco de la puerta de detención.

—¡Casi me matas de un susto!

—¡Qué delicada! No tienes porqué, es el cambio de hora y todos están saliendo —señaló.

—Idiota...

—Venga ya, vamos a clases —rodeó mis hombros con su brazo y empezamos a caminar.

Para mi mala suerte, nos chocamos con Kun.
De algún modo, sabía que se enojaría conmigo, a pesar que no haya llegado tarde hoy; él se ha tomado muy en serio cuando le dije que era como un hermano mayor para mí, por lo que tiende a regañarme si hago algo mal. Diría que es un cascarrabias la mayoría del tiempo, pero eso sería mentir. La verdad, es que es todo lo contrario, Kun es la persona más adorable que he conocido.

—¿Tarde de nuevo? —me miró serio.

—Aunque no lo creas, hoy llegué temprano...

—Eres un caso perdido —interrumpió.

—¿Disculpa?

—Disculpada. Ahora, solo ve a clases. Nos encontramos más tarde.

—Pero ni siquiera les he terminado de contar la razón por la que fui retenida en detención. ¡Rayos Kun!

—Bien, bien. Al salir me cuentas entonces.

—¿Me acompañarían a casa?

—Tu madre se enojará contigo porque han llamado una vez más de la escuela, ¿no es así?

Asentí.

—De acuerdo, iremos contigo —respondió.

Xiaojun me miró sorprendido al ver la hoja de mi libreta llena de apuntes de la clase.
No entiendo su sorpresa, siempre ha sido así, sólo que él ni siquiera lo nota. Es mi amigo, pero uno muy molesto a veces.

Al terminar el día, ambos me acompañaron a casa como lo prometieron. Xiaojun, como siempre, iba en su bicicleta mientras Kun y yo continuábamos el camino a pie.

—Entonces miénteme, ¿por qué estuviste en detención hoy?

—Te digo que no es una mentira. Todo fue por culpa de una mocosa que está encantadísima por este de aquí —señalé a Xiaojun.

Kun empezó a reír.

—Y decías que no tenías fans eh, Xiaojun.

—No lo sé. Igual no estoy interesado.

—Como sea —continué—, me hizo un lío cuando estaba por alcanzarlos en la salida la semana pasada. Su gran argumento fue que yo me estaba robando la atención de Xiaojun y, para colmo, ella creía que ambos estábamos saliendo —lancé una risa sarcástica.

—¿Y qué tiene eso de malo? —replicó.

No entendí en absoluto su respuesta y, al parecer no fui la única que no entendió. Kun también se quedó en blanco.

—Olvidemos esto —dijo Kun al rato—. Ya hemos llegado, y por lo que es evidente, tu mamá también. ¡Buena suerte Elle!

—Esperamos verte con vida mañana.

—Gracias.

Me fui lentamente. Sabía que me esperaba una gran reprimenda porque no era la primera vez que llamaban a mi madre.
Estoy en serios problemas.

Quédate Conmigo | TenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora