VEINTE

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Cuando volvimos a clases, no es de más de decir que la situación era muy incómoda. Me hallaba en el dilema de acercarme para intentar disculparme una vez más pero, al mismo tiempo, sentía que era mejor mantener la distancia hasta que su enojo y lo que sea que sintiera, además de eso, se calmara.

Hendery intentó charlar conmigo pero lo alejé, tener alguna plática con él era lo menos que quería en ese instante. No estoy enojado, pero lo estoy al mismo tiempo, no con él, sino conmigo mismo.

Cuando el profesor llegó todo se esfumó de pronto.
Ahora, a simple vista, Ellen parecía estar más tranquila; tal vez solo quería evitar preguntas como "¿te sientes bien?", incluso del profesor.

ELLEN

Tenía ganas inmensas de que la tierra me tragase y me escupiera en algún lugar recóndito de este planeta, lejos de todo este lugar.
Pero es como dicen, el mundo es pequeño y tanto las noticias como los chismes, no tardan en llegar; viajan a una velocidad realmente inimaginable.
La escuela entera no tardó en saber del romance entre Hendery y Sophie, además de la impactante escena dramática protagonizada por mí.
Pasé de ser una estudiante promedio a penas conocida a la "Dramática llorona que fue rechazada indirectamente por Hendery". Un término muy largo a decir verdad.
Yo no fui rechazada, por nadie por el simple hecho que él ni siquiera supo lo que yo sentía, su estúpido término "rechazada", es totalmente inservible. Ni siquiera para eso son buenos.


[...]


He decidido disculpar a Ten, siento que de alguna manera no es su culpa. Tal vez, él no lo sabía desde un inicio, al menos es eso lo que quiero creer, de lo contrario, si fue de la otra manera, sería la tonta más grande del mundo.

Cuando la dos primeras clases terminaron, Xiaojun, Kun y Si Cheng se pararon delante de mí para tratar de convencerme de ir a comer algo en la cafetería. Ni siquiera insistieron o se enojaron ante mi negativa y simplemente salieron del salón de clases. Nunca pensé que me dejarían así de fácil, o tal vez, fue toda una equivocación de mi parte.
Y vaya que lo fue, ellos volvieron determinados a sacarme de mi asiento del salón ya casi vacío.

"Vamos, Elle. Ponte de pie y vayamos a hacer fotosíntesis al patio trasero con estos increíbles pastelillos que Si Cheng compró emocionado porque tienen mermelada de fresa dentro", dijo Kun halando mi brazo con delicadeza, mientras Xiaojun apartaba la mesa un poco para que pudiera ponerme de pie.

Con ellos al lado, ya ni siquiera me importaba la mirada de los demás posadas sobre mí.
Además, ¿por qué debería preocuparme realmente? No es como si hubiera cometido algún crimen.

Me sentí tan bien al sentarme junto a ellos en las gradas mientras el sol nos daba por completo en la cara y Si Cheng  comía con gran emoción sus pastelillos que pensó que ya no los volvería a ver en alguna tienda.

El tiempo transcurrió rápido, el timbre sonó dando la señal que era momento de volver a las últimas clases del día.

Quédate Conmigo | TenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora